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“Cruiser Series”: Yate submarino volador

Coches voladores, ¿para cuándo?

Si. Es tal como has leído: el diseñador Phil Pauley ha presentado su “Cruiser Series”, cuatro proyectos conceptuales de vehículos que integran las características de un barco, un avión y un submarino. Si bien hace más de 100 años Julio Verne especuló con la posibilidad de construir vehículos similares, lo cierto es que cacharros como esos resultan muy difíciles de diseñar. Y quizás estos tampoco sean construidos nunca. ¿O si?

Hace un par de años veiamos como cada semana aparecía un nuevo proyecto para construir un coche volador. En Neoteo hemos mencionado decenas de proyectos que, a pesar de las promesas de sus responsables, casi nunca superaron es estatus de “proyecto”. Pero el tiempo pasa, y las modas cambian. Ahora parece que el ideal del vehículo del futuro pasa por el agua, y estamos asistiendo a la aparición de varios proyectos de coches que pueden convertirse en botes. El reconocido diseñador Phil Pauley -director de la compañía inglesa Pauley Interactive– ha ido un paso más allá, y ha presentado una serie de conceptos de lo que -algún día- podría convertirse en una linea de yates capaces navegar como un barco,  volar como un avión y sumergirse como un submarino.

Pauley ha hecho una especie de “Frankenstein” combinando en sus diseños características propias de los yates y otros medios de transporte. El resultado es una galería de dibujos llamada  “Cruiser Series”, en la que se pueden ver cuatro conceptos diferentes: el Yacht Cruiser, el Sub Cruiser, el Fly Cruiser y el Power Cruiser.

El “Yacht Cruiser” es el más grande de todos. (Phil Pauley)

El “Yacht Cruiser” es el más grande de todos. Su diseño es similar  a los otros de la serie, y su característica más relevantes que puede elevar la cabina de mando creando una nueva cubierta intermedia llamada “Party Deck”, en la que los pasajeros pueden realizar diferentes actividades u organizar fiestas. ¿Que ventaja presenta este sistema frente a un crucero convencional? Realmente ninguna. Más allá de lo espectacular que sería ver algo así “de verdad”, lo cierto es que todos los cruceros poseen cubiertas y salones en los que puedes desarrollar la actividad que se te ocurra sin necesidad de recurrir a complejos mecanismos como éste.

El segundo modelo, llamado “Sub Cruiser”, es una mezcla entre un yate y un submarino. Su tamaño es menor que el primero de la serie pero no por ello es menos espectacular. Difícilmente sea viable construir este híbrido, pero es uno de los que más utilidad real podría tener, sobre todo como vehículo dedicado al esparcimiento.

“Fly Cruiser “, el tercer diseño de Pauley. (Phil Pauley)

“Fly Cruiser”, el tercer diseño de Pauley posiblemente sea el más extraño de la serie. Nuevamente estamos en presencia de una cabina que puede elevarse, pero esta vez en lugar de una sala de esparcimiento surgen un par de alas dotadas de motores jet que -crease o no- convierten el yate en una especie de avión. Bonito, pero muy difícil de construir. Una cosa es hacer un par de dibujos conceptuales, y otra muy diferente lidiar con los problemas aerodinámicos e hidrodinámicos que presentaría un vehículo como este. El último diseño de la serie es el “Power Cruiser”, básicamente una gran lancha equipada con un motor muy potente. De los cuatro, es el que menos dificultades presentaría a los ingenieros encargados de convertir el “concept” en un producto real.

“Power Cruiser”, una gran lancha con un motor muy potente (Phil Pauley)

Este tipo de idea siempre ha resultado atractiva. A pesar de que en el mundo real no presentan una ventaja decisiva sobre los vehículos a los que estamos acostumbrados, la posibilidad que un yate pueda -por ejemplo- sumergirse podría aportar cierto grado de seguridad al permitirle sortear las tormentas “refugiándose” algunas decenas de metros por debajo de la superficie del mar. Algunas empresas de turismo podrían aprovechar este tipo de yate para mostrar a sus clientes la fauna marina en determinado momento, y poco más tarde salir a la superficie para que disfruten de un atardecer en el mar. Pero resolver los enormes problemas técnicos y estructurales que representa el diseño de un casco capaz de soportar las altas presiones existentes debajo del agua con el poco peso necesario para que pueda volar seguramente conspirarán para que los proyectos de Phil Pauley sigan siendo solo conceptos. ¿No te parece?

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Escrito por Ariel Palazzesi

13 Comments

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  1. NO MAMES..QUE CHIDO!! Espero algun dia andar en uno de estos!!! Hace unos años lei en una revista cientifica local que el gobierno de México y sus fuerzas armadas idearon un proyecto para construir algo parecido.. pero supongo q se quedo en el camino.. VIVA MEXICO CABRONES..!!!

    • Haganme el ch.. favor!! por eso no nos bajan de indios pend…!!, aquí en México no saben hacer ni una pinche lancha bien alineada jajaja (sarcasmo) y quieres que desarrollen mecanismos así de avanzados, falta disciplina y que ya no pongan orangutanes en el gobierno, además de unos 100 años de invertir en educación de calidad, luego de eso, si te creo que empiecen a haber ideas factibles de proyectos de ese tipo en nuestro "País ROJO" 🙂 desarrolladas por ingenieros mexicanos, obviamente respaldadas por un buen gobierno y el suficiente presupuesto canalizado al desarrollo de tecnologías de ese tipo, pero si te pones a pensar, en 100 años eso ya va a existir y lo más probable es que como siempre, terminemos comprando tecnología a otros países que la desarrollan, como siempre ha sucedido 🙂 así que, idear cualquiera puede, pero para materializar las ideas es otro asunto. Saludos desde México! a toda la comunidad de lectores 🙂

      atte: un mexicano con los ojos abiertos y los pies en la tierra

  2. Definitivamente: "El papel puede con lo que le pongan".
    Dice el viejo y conocido refrán.

    Pero para cambiarlo por algo mas actual yo diría:
    "La animación 3D puede mucho mas con le que le pongan".

    • Si, es verdad, de hecho me parece una idea muy factible.
      Si se hace el casco de fibra de carbono, es suficientemente resistente para aguantar la presión del agua y suficientemente ligero para volar como un ekranoplano.
      mientrastanto la fuerza que se necesita para sumergirse la puede proporcionar el peso de los motores y el del soporte vital y una aerodinamica que subcione al aparato debajo del agua mientras se mueva (como los cepelines en el aire pero al reves).
      En cuanto al motor yo le pondría un motor hibrido turbina de helicoptero (gigante como la que lleban los destructores de última generación)-electrico, con una batería que no sea demasiado grande.
      En modo barco la turvina cargaría las baterías y propulsaría al aparato, cuando las baterías estén cargadas se podría poner en modo submarino durante por ejemplo una hora. (este sistema lo usan los submarinos no nucleares)
      Si se quiere poner en modo Ekranoplano se exprimiría la turvina al máximo.
      El único problema que le veo es que no le cabría una gran cantidad de combustible.

  3. Echando un ojo a la pagina del "diseñador" se ve que tiene menos idea de ingeniería de la que tiene sobre renderizado 3d de calidad. Vamos, que se fuma algo y luego empieza a meter cosas en sus diseños como en el capitulo aquel de los Simpson donde Homer diseña su coche perfecto. Lo raro es que al barco este no lo haya diseñado capaz de salir al espacio, de teletransportarse, viajar en el tiempo o conquistar el universo alfa prima.
    Saludos.

  4. Bonita la idea y todo pero, me da la impresión que este diseñador sabe poco de motores, de física y de fluidos, no veo como manejaría la aerodinámica una vez esta saliendo del agua y más aún, que tipo de turbina o motor lo impulsaría para elevarse de esa forma.

    • Ya hay un proyecto de los 80 creo de un barco ruso volador y se llego a construir uno. Es cierto que seria muy ineficiente como barco con esa forma, aerodinamicamente no se como se comportaría.

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