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Darknet Project: Por una nueva internet

¿Cuánto pesa Internet? (vídeo)

La neutralidad de la red está puesta en discusión desde que grupos económicos fuertes y algunos estados autoritarios han impuesto trabas y obstáculos para que la información de los individuos viaje de manera libre, segura y descentralizada por la web. Las respuestas ante esto han tenido como protagonistas a Anonymous y a una larga lista de organizaciones más que luchan por la tan ansiada libertad en internet y por la abolición de la censura y el espionaje comercial y judicial. Cansados de la profundización del modelo actual, la propuesta de ir a por una nueva internet reflota con el proyecto The Darknet Project y por eso analizamos su génesis, su estado actual y el rumbo que puede tomar si sale de la etapa prototípica.

La internet que tenemos

Desde los más pragmáticos fines de la construcción de la red en sus etapas primigenias, donde la intención era crear un modelo de intercomunicación seguro y ajeno al público masivo y en donde la seguridad y la alta velocidad confluyeran en una herramienta militar de alto valor específico a hoy, donde internet se ha convertido en un multiverso repleto de variantes de los más extraordinarios y diferentes tópicos, que sólo tienen a la estructura física que mantiene a la red en sí misma como soporte neural y complementario, sirviendo a estructuras de mercado o a la trastienda de la revolución eternamente incipiente; ha pasado mucho. Han pasado formatos, protocolos, lineamientos, conceptos, bytes, bytes y más bytes de datos que responden con suma devoción a lo que una Sociedad de la Información respecta, sirviendo de manera heterogénea tanto para vender droga , como para inscribirse a monasterios y seminarios. Tanto como para la distribución de material libre y gratuito para imprimir nuestros propios productos, como para ser la plataforma de la constante vigilancia del capital tecnológico y comercial sobre nuestras subjetividades, que, con monopolios y oligopolios, atentan contra otra construcción de internet: su supuesta libertad.

La internet que se busca

Ante este estado actual de las cosas y el pesimismo de la inteligencia sobre las posibilidades de desarmar una estructura que ha tomado forma de gran tienda mundial donde el negocio prima sobre el disfrute de los usuarios de su privacidad y anonimato, muchos grupos de hacktivistas, aficionados a la tecnología y cualquiera de los otros grupos simpatizantes de la llamada neutralidad de la red, han empezado a poner en práctica lo denominado como optimismo de la voluntad, si es que el término de Gramsci es transferible a estas cuestiones. El por qué es fácil de adivinar, pues la censura, la vigilancia y el constantemente ultrajado irrespeto por la privacidad son motivadores para estos grupos a pensar más allá de las fronteras de lo hasta ahora posible, y “saliéndose de la caja”, la pregunta ¿Es posible otra internet? ha tomado cause de lema disparador de un proyecto que apela a construir una nueva internet, pero descentralizada, paralela, transparente, gratuita y de acceso irrestringido. Con estas premisas revolucionarias surgió el proyecto Darknet y sus adeptos están creciendo a ritmos exponenciales.

¿Cómo lograr una nueva internet?

Los grupos inmersos en este nuevo proyecto se están reuniendo a través de diferentes canales de IRC y confluyendo conjuntamente en Reddit para compartir avances, ideas, propuestas, conceptos, documentos y todo lo necesario para que el proyecto The Darknet Project no quede en las antípodas de lo que podrían denominar como victoria. En algunos de los documentos que se han compartido, las ideas principales vienen en forma de conceptos técnicos, pero que se pueden resumir en la necesidad de crear una red descentralizada de redes Mesh abiertas e inalámbricas interconectadas entre sí, para que puedan tomar las riendas de la libertad y el anonimato operando de forma autónoma e independizada de la opresión técnica y legal de la internet formal.

La teoría detrás de esto explica que en una red de redes Mesh (red en malla) de este tipo, funcionando de manera inalámbrica, cada nodo puede transmitir los datos de los otros nodos, multiplicando la solidez de la conexión de manera considerable a medida que los nodos se van agregando o quitando. Con esta infraestructura descentralizada, los precursores de The Darknet Project insisten en que los intentos de censura o de prohibiciones que no estén dentro de la escala de valores de los participantes de la red será fielmente abolida debido a que no habrá un punto neurálgico en esa red en malla, sino que la red misma será cada uno de sus nodos.

Ideas vs recursos

Lo que tiene de interesante la red inalámbrica en malla es que con un funcionamiento que se puede denominar como híbrido, estas redes permiten que dispositivos que están fuera del radio de cobertura del punto de acceso, puedan conectarse a través del radio de cobertura de la tarjeta de red, que se comunica y envía la señal entre diferentes tarjetas de red para conformar una asociación con el punto de acceso. La idea que tienen los organizadores es construir redes de malla locales y conectarlas a la infraestructura actual de internet para luego ir creando una infraestructura propia que se alimentará por sí misma a medida que crezcan los nodos y los puntos de acceso. Esto, como tecnología paralela, no resulta viable sin la presencia de otro tipo de tecnología licenciada, pues para que la red de malla funcione correctamente hay que evitar la acumulación de muchos saltos (cada paso de tarjeta de red a tarjeta de red que se da entre el punto de acceso y la información). Este es por ahora uno de los problemas a solucionar, y aunque técnicamente hay muchas respuestas viables sobre la mesa y la mente de estos entusiastas de la informática y la libertad, los conflictos para hacerlas realidad están tomando una dimensión que nadie quiere para un proyecto incipiente como este.

La musa inspiradora

El modelo, como habrá de comprender la mayoría, rescata mucho de lo que es la estructura ideal (no real) de Anonymous, donde no hay un liderazgo establecido ni una central en donde atacar en caso de alguna operación policial, judicial o del organismo que fuera. También recoge la impronta –si es que no es un segundo intento con diferente nombre- de lo que quiso ser la llamada Operation Mesh del mismo grupo que prometió destruir a Facebook el 5 de Noviembre pasado. La operación clamaba por los mismos valores que la que estamos analizando, pero utilizando la red de malla  B.A.T.M.A.N de protocolo I2P y basada en torrents, en la que daban instrucciones para hackear un router compatible con el firmware OpenWrt y convertirlo en un nodo de la red de malla, siempre buscando el tan ansiado y fundamental valor para Anonymous: el anonimato. Tal vez el uso del pretérito es un poco abrupto, pues este tipo de proyectos nunca mueren hasta que se les decreta su muerte por parte de la comunidad, por lo que no está formalmente cerrado y puede que parte de sus esfuerzos se unan en términos técnicos a The Darknet Project.

Organización y desorganización

Uno de los contratiempos más formalmente aceptados por este tipo de proyectos es la misma descentralización, que si bien genera cúmulos de ideas que sorprenden por su inmensa creatividad, el mismo número, la falta de recursos, el cálculo de costos y beneficios, la puesta en común de tratativas, reglas, agendas, etc. hacen que la operación misma oscile en periodos de mucho consenso y periodos donde la incertidumbre y las opiniones encontradas anegan toda la cosecha. Para esto, los esfuerzos de quienes llevan a cabo el proyecto están tratando de encaminar la empresa en la consecución de los recursos técnicos necesarios, además de la publicidad del proyecto en ámbitos donde el interés por una red más libre debe todavía despertarse. Este tipo de militancia es lo que podría despertar más eventuales usuarios, más nodos para las redes, más organizaciones sin fines de lucro asociándose y más individuos o grupos con estrategias más concretas para descentralizar internet.

Alternativas y esperanza

Separadamente de la búsqueda de grupos y organizaciones con las reivindicaciones ya vertidas, algunos estados e instituciones gubernamentales están buscando formas de utilizar la comunicación descentralizada para asegurar la libertad de expresión ante la presencia de monopolios de medios de comunicaciones, pero también como una vía para ellos mismos a la hora de cuidar su confidencialidad, que Anonymous y WikiLeaks han demostrado que son muy frágiles. Por otra parte, la compañía Serval está estudiando la posibilidad de crear una red de mallas a través de dispositivos móviles como los smartphones, algo de lo que The Darknet Project ya se hizo eco y lo incluyó en sus discusiones sobre los próximos pasos a seguir.

Como opinión personal, además de las obvias repercusiones que podría tener una internet descentralizada y ajena libertades cercenadas por los intereses de quienes están en lo alto asignando prioridades a lo que debe ser mirado y lo que no, una internet alternativa podría ser una puerta para la creación de tecnologías que hoy están limitadas por los intereses del mercado, como lo que sucede en la comunidad científica, donde un pragmatismo economicista gobierna las asignaciones de becas y financiaciones en pos de descubrir o desarrollar aquello que sirve para el corto plazo, dejando muchos proyectos originales estancados en los papers. Para terminar, hay posibilidades de ir por una nueva internet y The Darknet Project quiere hacer lo necesario para aprovecharlas. El asunto es si podrá hacerlo y, de conseguirlo, que hará y en qué convertirá al hijo de esta lucha que, parece, recién empieza. ¿Tú qué opinas?

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Escrito por Nico Varonas

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