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Desktop Neo: Nuevo concepto para interfaces de escritorio

La esencia de las interfaces basadas en ventanas tiene unas cuatro décadas de edad, y si todavía se encuentra entre nosotros, es por una sola razón: Funciona. Las pantallas táctiles y los gestos han contribuido mucho al mundo informático, sin embargo, trabajar sobre el escritorio impone su propio paquete de reglas. Lógicamente, existen aquellos que no están de acuerdo con dichas reglas, y a partir de esa «rebeldía» nacen conceptos como Desktop Neo.

Muchos usuarios rechazan cualquier cambio en sus ordenadores. «Lo que viene» debe ser significativamente superior a «lo existente», o de lo contrario sufrirá una dura resistencia. A modo de ejemplo, Microsoft aprendió esto por las malas, y el motivo más frecuente con el que se justifica la creación de una nueva distro Linux es el uso de una interfaz diferente a la que presenta el proyecto original. Nuestros escritorios son estables, bien conocidos, y hasta un poco aburridos, pero tal vez esa sea la clave de su éxito. En los últimos diez años hemos visto el avance de los dispositivos móviles, las pantallas táctiles y el reconocimiento de gestos. Todos estos recursos funcionan de maravillas en sus respectivos ecosistemas, pero cada vez que trataron de dar el salto al escritorio, fracasaron. Desktop Neo aspira a ser la excepción.

 

Desktop Neo es un concepto desarrollado por Lennart Ziburski. Para comenzar, lo que propone su diseño es maximizar el uso de la pantalla con el objetivo de mejorar y simplificar el multitasking, convirtiendo a las ventanas en paneles. La interfaz tiene una alta dependencia sobre touchpads y gestos, algo que queda demostrado casi de inmediato. El menú de aplicaciones es invocado con un clic de tres dedos sobre el touchpad, y a esto se suman elementos como un finder, y el reemplazo de las clásicas carpetas con hashtags para organizar nuestra información. Los gestos principales de Desktop Neo también se realizan con tres dedos, aunque esa regla es diferente en el menú contextual, que se activa sosteniendo el clic sobre el touchpad. Para finalizar, Desktop Neo complementa a todas estas funciones utilizando reconocimiento de voz.

¿Interesante? Sí. ¿Necesario? En este punto es cuando surgen mis dudas. Decidí reproducir el vídeo de presentación un par de veces, y cuanto más asimilo sobre el concepto, más cosas encuentro con las que no estoy de acuerdo. Se supone que Desktop Neo está optimizado para entornos productivos, pero lo primero que propone es partir la pantalla en dos y obligar al usuario a activar sus funciones multitarea utilizando gestos, eliminando al ratón en el proceso. El creador de Desktop Neo declara «poco eficientes» a las interfaces tradicionales sólo porque el concepto original tiene cuarenta años de edad. Tampoco debemos olvidar que Windows 8 intentó implementar varias de estas ideas (con resultados desastrosos), y que el universo Linux acumula décadas de experiencia en interfaces alternativas. Al final del día, ser productivo significa hacer más en menos tiempo, y frente a esa condición, los atajos de teclado y el control directo del puntero son imbatibles.

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Escrito por Lisandro Pardo

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