El zapato parlanchín de Google

De acuerdo, esto se está poniendo un poco extraño. No voy a negar que todavía deseo mi propio Pip-Boy casero, y que Google Glass está llamando mucho la atención, pero el avance de la tecnología que se puede llevar puesta no termina allí. El gigante de Mountain View tiene un nuevo proyecto conocido como Art Copy & Code, y el experimento más reciente involucra a la interconexión de objetos, más específicamente, un zapato que puede hablar a través de Android.

Lo único que ha logrado conjurar mi mente en los últimos quince minutos que combine a un zapato con voces es el zapatófono del Superagente 86. Pero aún ese ejemplo es limitado, porque el zapatófono era el medio de comunicación, y en esta oportunidad, quien habla es el zapato. ¿Cuánta tecnología estamos dispuestos a llevar encima? Ropa que publica tweets, anteojos de realidad aumentada… en realidad, la pregunta correcta sería: ¿Cuánta tecnología será posible llevar encima? El dueño de un bar en Seattle ya ha decretado la prohibición total de Google Glass en su establecimiento, y se espera que dicha prohibición se extienda a establecimientos estatales como escuelas y universidades. Mientras tanto… tenemos un zapato que habla.

El proyecto está más inclinado hacia el aspecto artístico que el tecnológico. El zapato se conecta vía Bluetooth a un dispositivo Android, generando comentarios que pueden llegar a ser muy sarcásticos dependiendo del nivel de actividad del usuario. Imagina por un momento que estás sentado en  un parque, y de repente tu pie izquierdo diga “esto es aburrido”. Por otro lado, su actitud cambia por completo cuando empiezas a caminar, o cuando practicas un deporte. El vídeo ha sido presentado como un experimento bajo el proyecto Art Copy & Code, cuyo objetivo principal es desarrollar nuevas vías de publicidad.

Este concepto de zapato parlanchín también podría ser aplicado a otros objetos. Una cafetera que critique la cantidad de tazas que estás bebiendo, un despertador que publique tweets sobre lo tarde que te levantas, un refrigerador que se queje cuando está demasiado lleno o demasiado vacío… por ahora no es más que una idea, y es muy poco probable que algo así llegue a ser un producto final, pero lo mismo se dijo de Google Glass en su momento. Disfruto de la tecnología, pero en lo personal, si un zapato me llega a decir algo como “un caracol se mueve más que tú” en un momento en el que quiero estar relajado con un cappuccino en la mano, juro que termina en cesto de la basura, sin importar si debo regresar descalzo. Ah, y el “en fuego” me hizo reír un buen rato…