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KiloCore: El primer chip con 1.000 procesadores

Con la carrera de los MHz muerta y enterrada, la industria del hardware ha colocado todas sus fichas sobre el paralelismo y el incremento en la cantidad de núcleos para aumentar el rendimiento de sus productos, pero eso no impide el avance de otros desarrollos, que a pesar de tener varios años por delante en un laboratorio, muestran un potencial gigantesco. Uno de esos desarrollos es el KiloCore de la Universidad de California en Davis, un chip con mil procesadores programables en forma independiente, y un consumo de apenas 0.7 vatios.

Tal vez algunos de nuestros lectores piensen «Lisandro se olvidó de tomar su café», ya que estoy hablando de procesadores de mil núcleos como si fueran una novedad. La primera vez que nos cruzamos con un concepto así fue en 2010, y desde entonces, los chips destinados al consumo general no han hecho más que aumentar la cantidad de núcleos internos. La diferencia es que para la gran mayoría de los casos prácticos (o sea, en nuestros escritorios o sistemas portátiles), esos diez, cien o mil núcleos se comportan como un procesador único.

KiloCore
La única imagen oficial del prototipo

Si nos trasladamos a las tarjetas gráficas, la cantidad de núcleos presente en esos chips es aún mayor, pero también tienen tareas específicas en mente (el llamado Single-Instruction-Multiple-Data). El chip KiloCore de la Universidad de California en Davis que ha estado haciendo sus rondas en los medios durante las últimas horas, rompe con eso. En esencia, lo que propone el KiloCore es que cada uno de sus procesadores pueda ser programado en forma independiente. Su proceso de fabricación, el cual estuvo a cargo de IBM, no tiene nada de sorprendente con sus 32 nanómetros (sería como las arquitecturas Westmere y Sandy Bridge de Intel), pero aún casi carga con unos respetables 621 millones de transistores, alcanzando un rendimiento global de 1.78 billones («nuestros» billones) de instrucciones por segundo.

La mejor parte es que esta independencia entre procesadores también se extiende a sus controles de frecuencia y consumo de energía. Cada procesador trabaja a una frecuencia máxima de 1.78 GHz, y se transfieren datos entre ellos directamente, pero pueden ser apagados a medida que no se utilizan, disparando así los niveles de eficiencia. A modo de ejemplo, estos mil procesadores pueden ejecutar 115 mil millones de operaciones por segundo disipando apenas 0.7 vatios. Dicho de otra manera, una batería AA sería suficiente para alimentar al chip. Puede que no lo veamos en nuestros escritorios y móviles como una solución completa, sin embargo, el KiloCore pide a gritos el rol de coprocesador.

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Escrito por Lisandro Pardo

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