Lisandro Pardo
Lo anticipamos en diciembre pasado: La nave espacial Rosetta, que fue lanzada originalmente en marzo de 2004, despertaría de su hibernación después de permanecer 31 meses en ese estado. Hoy, 20 de enero, la Agencia Espacial Europea reporta que Rosetta se comunicó con éxito, y su misión de aterrizar en un cometa, sigue adelante.
Su aventura ya lleva nueve años y diez meses, de los cuales permaneció poco más de dos y medio durmiendo. Tres pasos por la Tierra, uno por Marte, la visita a dos asteroides y un plan de vuelo que la trasladó más allá de la órbita de Júpiter son apenas algunos de los logros en el registro de la nave espacial Rosetta. Aún así, todo esto que he mencionado no es otra cosa más que el preludio. La misión final de Rosetta es todavía más grande: Aterrizar en la superficie de un cometa. El ejemplar escogido para esta ocasión sin precedentes es 67P/Churyumov–Gerasimenko, descubierto el 11 de septiembre de 1969. Si todo sale bien, Rosetta completará su aterrizaje durante el próximo mes de noviembre, pero antes de llegar a eso, necesita despertar exitosamente de su larga siesta. De acuerdo a las estaciones de control de la NASA ubicadas en Goldstone (California) y Canberra (Australia), todos sus sistemas críticos están en línea, y Rosetta envió el primer mensaje, repetido a través de su cuenta oficial en Twitter: “Hello, World!”
Se estima que las primeras imágenes del cometa estarán disponibles a partir del mes de mayo, cuando la Rosetta se acerque a unos dos millones de kilómetros, pero es necesario sumergirse aún más en la misión para comprender por completo su dimensión. Además de colocar al módulo Philae sobre la superficie, la nave espacial escoltará al cometa durante más de un año, recolectando datos que bien podrían asistir a científicos y otros expertos en su intento por determinar el rol de los cometas durante la formación del Sistema Solar. Si la hostilidad del espacio demuestra un poco de clemencia, y tenemos una dosis suficiente de buena suerte, no sólo vamos a poder hablar sobre la misión en progreso de Rosetta, sino también sobre su final, pactado para diciembre de 2015. Rosetta se encuentra a nueve millones de kilómetros del cometa. Y se está acercando.
