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Linotron 505: Fotocomposición futurista en 1969

Un sistema adelantado a su tiempo

Mecanizar la tipografía probablemente haya sido uno de los desarrollos más importantes en nuestra historia. Cualquiera que decida indagar un poco más sobre el tema terminará recorriendo los pasillos de la monotipia y la linotipia, pero en los años ’50 y ’60 comenzó a ganar tracción la fotocomposición, gracias a sistemas avanzados como el Linotron 505. Parece sacado de una vieja película de ciencia ficción, y es obsoleto bajo cualquier estándar moderno, pero eso no le quita lo genial…

1969 nos dio mucho más que la llegada a Luna. También fue el año del Programa Venera soviético y sus visitas a Venus, el primer disco de Led Zeppelin, el último concierto público de los Beatles, la Guerra del Fútbol, el episodio original de Scooby-Doo, Monty Python’s Flying Circus, el nacimiento de Unix, y honestamente podría seguir. Pero 1969, y la década de los ’60 en general, dio lugar a cambios muy importantes en el campo del proceso tipográfico, cortesía de la fotocomposición. La introducción de los primeros ordenadores permitieron pulverizar récords de velocidad y precisión, y uno de los sistemas que hizo eso posible fue el Linotron 505.

Linotron 505: Un adelantado a su tiempo

Este mini documental de 14 minutos comparte múltiples detalles técnicos sobre el funcionamiento del Linotron 505, su programación (a través de cinta perforada), y las capacidades avanzadas como crear «falsas» letras cursivas, extendidas o condensadas, notación musical y fórmulas matemáticas.

Los tubos de rayos catódicos son lógicamente componentes críticos en el Linotron 505, combinados con tres grillas especiales de dieciséis elementos (lentes, rejilla de caracteres y fotomultiplicadores), pero su fabricante Mergenthaler indicaba en el vídeo que era muy económico reemplazarlos (se parecen a los tubos de viejos osciloscopios y televisores Motorola).

Si todo el proceso manual con múltiples ajustes y calibración del Linotron 505 te da escalofríos, imagina lo que debe ser esa máquina por dentro. Alguien estaba encargado de su mantenimiento, y admito que la pérdida de ese conocimiento me causa un poco de tristeza, pero al mismo tiempo remarca lo mucho que hemos progresado, con ordenadores más rápidos, precisos, flexibles y eficientes en cuanto a consumo de energía.

Escrito por Lisandro Pardo

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