Lisandro Pardo
El mes pasado nos quedamos sorprendidos con la pantalla OLED ultra-delgada que presentó LG, pero hoy es un buen momento para explorar el territorio de Samsung y estudiar más de cerca sus desarrollos. Al igual que su competidor, el gigante coreano de los televisores reveló dos nuevas pantallas OLED de 55 pulgadas, una completamente transparente, y la otra con fondo espejado, abriendo un amplio abanico de posibilidades para el entorno comercial, y proyectos avanzados de realidad aumentada.
En general, adquirir un televisor es una decisión que afecta la vida del usuario durante varios años. Al contrario de un smartphone o un ordenador portátil, el ciclo de recambio para un televisor es mucho más largo, aunque nunca faltan las fallas dudosas que nos hacen pensar en obsolescencia programada y otras tácticas nefastas (si se rompió tu TV chequea YouTube, la reparación puede ser sencilla en muchos casos). El 3D no fue suficiente para conquistar las salas de estar, y el contenido 4K aún se encuentra un poco lejos, pero los fabricantes han tenido mejor suerte incorporando funciones «Smart», convirtiendo a la histórica «caja boba» en un dispositivo mucho más flexible.
Ahora, el siguiente paso en la carrera armamentista es la tecnología OLED, y los titanes del mercado no parecen tener la intención de guardar municiones. LG sacudió el avispero con su pantalla de 0.9 milímetros, pero hoy es el turno de Samsung, con dos pantallas OLED muy particulares. Ambas poseen un tamaño de 55 pulgadas, una especie de «estándar» que se ha ido instalando poco a poco, sin embargo, la diferencia es que una posee un fondo espejado, y la otra es transparente. En la pantalla espejada encontramos una reflectividad del 75 por ciento, que de acuerdo a Samsung supera a los LCDs espejados disponibles en un 50 por ciento, y también los derrota tanto en contraste (más de 100.000:1) como en tiempo de respuesta (por debajo de un milisegundo).
La pantalla OLED transparente tampoco tiene muchos problemas a la hora de vencer a sus competidores directos. Samsung reporta una transparencia del 40 por ciento, un incremento notable frente al 10 por ciento de los LCDs transparentes, y una gama de color del 100 por ciento en NTSC. Como era de esperarse, Samsung no anunció el costo de estas pantallas, pero sí admitió que no es viable (aún) para el consumo general. Por lo tanto, la compañía cree que tendrán mejores posibilidades en el ámbito comercial al ser utilizadas como escaparates y vestidores virtuales, o sistemas de venta con realidad aumentada aplicada. Esta última parte apela a la tecnología RealSense de Intel, sin embargo, habrá que esperar.
