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Shogun 2: Total War

Análisis – Napoleon: Total War

La serie Total War se ha ubicado como una de las más complejas y prestigiosas en el género de estrategia y Shogun 2: Total War, lleva toda esa complejidad una vez más a la popular cultura oriental. Tal como demostraron con Napoleon: Total War, Creative Assembly no tiene problemas en tratar con una única cultura, porque les da el tiempo necesario para llenar el juego de detalles únicos que engrandecen la experiencia general.

A fuerza de trabajo y constancia, la desarrolladora Creative Assembly se hizo un lugarcito entre los mejores de la estrategia. Y no porque nadie lo hace como ellos —que ya de por sí es cierto— sino porque hoy en día es difícil encontrar títulos de estrategia como los que hacen estos muchachos. Y como si 2011 se tratara de un aniversario de estos logros, decidieron lanzar la secuela a su primer juego que le dio comienzo a esta popular serie, Shogun 2: Total War.

Sabemos que Creative Assembly ha hecho un excelente trabajo con su motor gráfico, sobre todo en los últimos años, cuando lo actualizó para la nueva generación. El resultado fue espectacular. El problema, es que es muchos fanáticos criticaron la falta de soluciones para problemas que aquejan a la serie hace muchos años, como puede ser la inteligencia artificial de los enemigos. Y no solo en las batallas, sino también en las campañas. Para Shogun 2 estos temas fueron tratados, pero tal vez no solucionados de la manera que uno hubiera deseado.

Como en todos los juegos de la serie, no solo debes comandar tropas durante la épica acción, sino que también debes manejar tu país en la campaña. Pero en este caso, no se trata de una nación, sino provincias. Como es de esperarse, la campaña se limita únicamente al territorio japonés, dividido en 60 provincias. Comienzas eligiendo uno de 10 clanes y tu objetivo es ocupar la mayor cantidad de provincias con la fuerza de tu ejército, pero también tratar diplomáticamente con ellas y desarrollar tu propia tierra económica, cultural y tecnológicamente. La campaña termina cuando tomas Kyoto y te conviertes en el nuevo Shōgun, unificando Japón. Como acostumbra la serie, cada uno de los clanes tiene diferentes fortalezas y elegir correctamente es el primer paso hacia la victoria.

En Shogun 2, casi como en ningún otro de la serie, hay tanta estrategia tanto en la campaña como en el combate. Administrando tus provincias, es clave mantener una economía rica, ya que la cantidad y tipos de unidades que podrás hacer dependerá de los tipos de edificaciones que tengas en tus provincias y, su construcción, necesita dinero. Además, también hay que tener en cuenta que el alimento tiene que alcanzar para todas los ciudadanos, de manera que es necesario planear cuidadosamente qué estructuras se construyen y cuándo.

Y como a Creative Assembly nunca se le escapan los detalles, la religión vuelve a formar una parte importante de la serie. En este caso predomina la religión budista, pero tienes la posibilidad de abrirle tus puertas a mercaderes europeos que permiten armar a tus tropas con poderosas armas extranjeras, pero también expones a tu pueblo a una inherente influencia cristiana que puede traer problemas. A la vez, seguir este camino tiene sus beneficios militares, ya que eventualmente podrás acceder a cañones y aún más poderosos armamentos. Solo preocúpate por no ganar el odio de las minorías.

Por otro lado, el combate es lo más cercano a lo que recordamos de la franquicia. La estructura no varía mucho, ya sea que estás atacando o defendiendo, lo importante es mantener seguros los costados para que las fuerzas enemigas no te sorprendan en tus lugares más débiles. Lo que sí cambió es el tipo de combate, porque las unidades son exclusivas a la historia japonesa. Y como siempre, cada clan tiene unidades únicas a su identidad, lo que hace la experimentación algo que vale la pena intentar.

Una interesante adición es la del clima. Y se aplica en todo momento. Ya sea en la campaña, como hacer viajar a un ejército en pleno invierno, algo que puede resultar en una catástrofe. También tiene un impacto en las batallas en tiempo real, ya sea la lluvia, nieve o niebla. Todos estos elementos cambian radicalmente el curso de la batalla y determinarán si puedes utilizar ciertas unidades o el resultado de ciertas estrategia que en situaciones normales suelen funcionar. Y ni hablar del clima durante las batallas navales, pero eso es algo que ampliaremos luego.

Uno de los puntos positivos de hacer un juego que se concentra en tener una única cultura, tal como hicieron con Napoleon: Total War, es que les permite incluir hasta el último detalle y que tenga un impacto en la jugabilidad. En Shogun 2 se ve en el papel de los Generales de ejército. En juegos previos eran importantes porque si morían en medio de la batalla, la moral de la tropa quedaba hecha trizas. Ahora es importante porque puedes interactuar con ellos. Todos tienen un medidor de lealtad, lo que quiere decir que, siempre y cuando cumplan su deber, debes mantenerlos felices haciéndolos parte de tu familia o dándole una posición importante dentro del clan, porque sino corres el peligro de que se rebelen e intenten ocupar tu lugar. Pero Total War te da una buena cantidad de maneras de hacerlos sentir importante y debes elegir la opción que mejor te convenga a ti y mejor le caiga a él dependiendo de su edad, conocimientos y personalidad.

Y su importancia en combate es determinante, no solo porque mantienen la moral del ejército, sino también por su experiencia. Por último, es clave mantenerlos el mayor tiempo posible, porque a medida que suben de nivel podrán desbloquear habilidades exclusivas que pueden terminar beneficiando a todo el clan, como seleccionarle una esposa fecunda para garantizar una buena cantidad de sucesores. Pero no solo los comandantes suben de nivel, sino todas las unidades importantes como los ninjas, monjes y geishas, por mencionar algunos.

El combate naval también regresa en Shogun 2, pero es posiblemente el aspecto que menos cambios recibió. La mayor diferencia llega en la forma de problemas climáticos más detallados, que pueden determinar el final de la batalla, incluso antes que empiecen a volar la bolas de cañón. Afortunadamente, notamos que el balance general es mucho más justo en esta entrega y el comportamiento diplomático del resto de los clanes es mucho más real. Afortunadamente, estos problemas parecería que fueron resueltos, pero todavía encontramos problemas, principalmente en las batallas en tiempo real. Por momentos los soldados enemigos hacen cosas realmente estúpidas.

Gráficamente, Shogun 2 no debería sorprender en lo más mínimo, ya que la serie Total War siempre se ha visto muy bien y desde hace una década brindan las batallas masivas más reales de toda la industria. Pero lo que vale la pena destacar en este departamento, es la atención al detalle que han brindado. Todos los menús y hasta la interfaz de la batalla está inspirada en arte oriental de la época. Esta es la clase de pequeños detalles que hacen que el impacto de la experiencia sea doble. Lo mismo va para las secuencias cinematográficas que tienen un detalle increíble y están muy bien escritas.

Finalmente, el modo multijugador es muy completo, con los clásicos enfrentamientos y campañas con amigos. Pero como en el juego de Napoleón, también podemos jugar campañas de manera cooperativa, con el único cambio de que ahora puedes darle control de alguna de tus unidades a tu compañero durante las batallas. Y poder planear un ataque con un amigo para luego ejecutarlo a la perfección es una sensación muy gratificante. Es más, es tan divertido, que casi nos hace obviar los problemas que surgieron durante las partidas, como que se corte la conexión sin ninguna explicación.

No estaríamos exagerando si tildamos a Shogun 2: Total War como el mejor juego de la serie, porque la atención al detalle y la solución de viejos problemas así lo dictan. El resto, dependerá de gustos. Lo que sí podemos decir, es que este es el juego más balanceado que ha lanzado Creative Assembly y la cantidad de bugs también fueron disminuidos. Además, con este nuevo título confirmamos una vieja sospecha que consiste en que los juegos son mejores cuando los desarrolladores se concentran en una única cultura y les permiten agregar una cantidad de detalles que enriquecen la experiencia general. Puedes conseguirlo exclusivamente para PC por €59,98

Puntaje: 92%

Conclusión: Concentrándose exclusivamente en la cultura e historia de Japón, Creative Assembly nos brinda el mejor juego de la serie.

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Escrito por Tomás Garcia

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