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Sunspotter: Ciencia colaborativa sobre manchas solares en la Web

No es la primera vez que la ciencia busca la colaboración del público para mejorar o acelerar un estudio, y definitivamente no será la última. Con eso en mente, una de las actividades más sencillas en la que todos podemos participar es la comparación visual, y Sunspotter apunta a que los usuarios clasifiquen manchas solares por su complejidad, asistiendo en el proceso a astrofísicos del Trinity College en Dublín.

Los expertos alrededor del globo deben procesar una cantidad cada vez más grande de datos. Por supuesto, estos datos son críticos para cualquier procedimiento científico, pero todo tiene un límite, y eso incluye a ordenadores y científicos. Allí es cuando el aspecto colaborativo entra en la ecuación. El número de usuarios conectados a la Web es impresionante, y con apenas unos pocos minutos del tiempo de cada uno, un proyecto o experimento podría verse acelerado meses enteros. Tomemos el caso de un grupo de astrofísicos estacionados en el Trinity College en Dublín. Durante el pasado mes de febrero, lanzaron el sitio Sunspotter, invitando a usuarios de todo el mundo a clasificar manchas solares.

Sunspotter

Cada clasificación demanda un par de segundos como máximo, y la idea es separarlas por su complejidad. Los astrofísicos recomiendan confiar en los sentidos: Si crees que una mancha es más compleja que otra, es porque probablemente lo sea. El paquete original de manchas solares estuvo formado por 13 mil imágenes, y en estos últimos cuatro meses, el sitio registró más de 300 mil clicks provenientes de 1.600 voluntarios. Debido al gran éxito que ha logrado Sunspotter, los responsables están a punto de lanzar un segundo paquete, con más de 250 mil imágenes. Cada una de las 13 mil imágenes originales fue clasificada más de cincuenta veces en un solo mes, por lo tanto, un cuarto de millón de imágenes más deberá mantener ocupados a los entusiastas.

Ahora, ¿por qué buscar la ayuda de los usuarios para categorizar manchas solares? El doctor Paul Higgins, científico principal detrás de este proyecto y experto en actividad solar, lo explica de forma sencilla: Un ordenador no puede cuantificar lo que nosotros llamamos “complejidad”. Mientras que un humano tiene la capacidad de definir niveles de complejidad en una fracción de segundo, esto es algo que se encuentra fuera del alcance de cualquier algoritmo… por ahora. Higgins espera que los datos recolectados ayuden a desarrollar un algoritmo de clasificación en el futuro cercano. Hasta entonces, todos están invitados a participar.

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Escrito por Lisandro Pardo

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