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Deporte extremo: Saltar desde el espacio exterior.

Seguramente has sentido curiosidad o ganas de experimentar lo que se siente al saltar con un paracaídas. O de experimentar la sensación de ausencia de gravedad. Te tenemos noticias: si esta idea prospera, a partir del 2009 podrás hacer ambas cosas a la vez.

Si hay algo que tienen en común los deportes extremos, es justamente eso: lo de extremos. Originalmente concebido como un medio de escape para los astronautas que se encuentran en problemas, el traje de las fotos podría ser usado para “saltar” a tierra desde una altura mayor a 90.000 metros. Eso es unas 8 o 9 veces la altura de un vuelo comercial convencional. Estamos hablando de 90 kilómetros de caída.

Imagina la situación: te encuentras en un cohete pequeño, con la escotilla abierta. Hacia arriba, tienes un cielo negro plagado de estrellas, muchas más de las nunca pudiste ver desde la tierra. Hacia abajo, muy lejos, la tierra. El vacio te rodea, y si expusieras tu cuerpo a él tu sangre herviría de inmediato. Controlas los parámetros de tu traje, tragas saliva, y saltas. Al fin y al cabo, para eso has llegado a ese lugar. Tienes una vista asombrosa del planeta, que parece subir lentamente hacia ti. No sientes todavía la sensación de caída. Ingresas en la atmosfera a 4000 kilómetros por hora, jamás un ser humano viajo tan rápido sin utilizar un vehículo. El cielo comienza a tornarse celeste y las estrellas van desapareciendo, y el viaje se empieza a poner más movido. Despliegas tu cuerpo de forma de evitar los giros, mientras reduces la velocidad a unos 200 km/h gracias al roce de la atmosfera. A los 10.000 metros de altura, despliegas un paracaídas convencional, y terminas tu viaje. Besas el piso varias vec
es, y estas listo para el próximo salto.

El traje, que se diseño como una “capsula de escape” para abandonar una estación espacial o transbordador en problemas, protege a su tripulante de las inclemencias del espacio y del calor generado al reingresar a la atmosfera.

Dos veteranos de la industria espacial están trabajando para hacer realidad esta idea. Mientras Jeff Bezos intenta poner astronautas en el espacio mediante una iniciativa privada, una compañía llamada Orbital Outfitters está trabajando en una forma innovadora de traerlos de nuevo, ya sea como deporte o como un plan de emergencia en caso de que vayan mal las cosas mal.

Rick Tumlinson, que ayudó en el lanzamiento del X Prize Foundation, y Jonatán Clark, un cirujano de la NASA que tiene conocimiento de primera mano de los peligros del espacio (su esposa, Laurel Clark, falleció en el desastre del transbordador espacial Columbia en 2003) han comenzado a desarrollar el equipo necesario para regresar del cielo sin un vehículo.

Quién sabe, quizás seas el “afortunado” en probar el deporte más extremo de la historia humana. Aunque probablemente nunca te ofrecerías voluntariamente para saltar, puede que cuando los vuelos suborbitales comerciales lleguen a ser corrientes, estos trajes serán el equivalente espacial de los chalecos salvavidas.

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Escrito por Ariel Palazzesi

4 Comments

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  1. Por Dios!! que cosa más impresionante .. . . Yo quiero, definitivamente. Ojalá que se haga comercial. Me imaginé toda la pelicula.

  2. Max: (en un supuesto)de seguro que cuando te estés acercando a la tierra vas a emepezar a sentir algo más que vertigo. Yo que tu llevo pañales 😛

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