Maximiliano Ferzzola
Un Top 10 hecho a conciencia por la gente de Wired deja en claro las principales tendencias del CES 2008. Algunas son interesantes, otras no tanto y algunas más que son de temer.
¿Y por qué son importantes las tendencias del CES? Porque el Consumer Electronic Show es el “rejunte”, valga la palabra, de todas las cosas que veremos durante el año en materia de tecnología. Las empresas no se guardan nada y anuncian todo lo que pueden, sabedoras de que el Show es una importante ventana de publicidad. Es, en definitiva, el resumen de lo que veremos en materia tecnológica en los próximos meses. Y, claro, dentro se marcan tendencias. Y las de este año no son todo lo auspiciosas que nos gustarían.
– El Triunfo del Blu-Ray
Una de las noticias que más nos asombró: la inminente despedida de Warner al formato HD-DVD. Toshiba no quiere dar aún por perdedor a su formato, pero sabe que no está ganando. La escasa presencia del HD-DVD en el CES fue testimonio de ello.
Wired tiene una interesante conclusión: al consumidor poco le importa toda esta guerra, que solo se pelea en los medios especializados. El DVD seguirá siendo rey y, si los sistemas de descarga de datos siguen creciendo, cualquier tipo de formato quedará obsoleto al término de la década.
– Pantallas por doquier
Fueron lo más destacado en materia de tecnología. Se mostraron todo tipo de pantallas, grandes, curvas, con DVD incluido y hasta táctiles. La televisión láser también jugó un papel de extrema importancia.
Wired afirma que, mientras otros años todo ha sido respecto al tamaño, este año fue sobre el ancho y el ratio de contraste.
– Hogares conectados
Otra tendencia que caracterizó este CES fue la de los hogares conectados para su automatización y descarga y subida de contenidos. Con Microsoft a la cabeza, la tendencia indica que en los hogares del futuro todo estará interconectado, será inteligente y con conexión a Internet. Además, tecnologías como Transfer Jet, de Sony, automatizarán de forma inalámbrica la conexión de todos nuestros electrodomésticos y accesorios. Con Aztech HL109RN, por ejemplo, podremos conectar nuestra red de ordenadores a la red eléctrica. Y, lo que no es menos, con tecnologías como las que propone Google TV podremos tener Internet hasta en la sopa, sin comprar accesorios externos.
– Marketing Verde y femenino
La ecología es algo que, en este momento, a todos nos preocupa. O al menos eso es lo que creen las mayores corporaciones tecnológicas que, en su mayoría, ofrecen productos verdes a quien quiera creerles. Por otro lado, se destacó Phillips como una alternativa para las mujeres. Según la empresa, son las féminas de la familia quienes, en un 61%, deciden qué comprar y qué no. Por eso, la marca se está reinventado, poniéndole a todos diseños exclusivos y con un marketing apuntado hacia ellas.
– Dispositivos de Internet Móviles
Según Intel, el futuro de Internet está en los dispositivos móviles. Lo aseguró el CEO de Intel, Paul Otellini, en una conferencia de prensa. Su visión es que, en el futuro, Internet dejará a los ordenadores como principales medios de acceso, para pasar por completo a los dispositivos móviles. El tipo de opciones se ampliarán y ofrecerán servicios en línea en tiempo real. “Internet ya no es algo nuevo. Pero este año es diferente. Estás viendo televisores, estereos, móviles, todos conectados a Internet con o sin un ordenador. La transformación está en camino.”
– Tarjetas de vídeo para jugones extremos
Ya hemos aclarado que los videojuegos cumplen un papel indispensable en el desarrollo y avance de las nuevas tecnologías. Y no nos equivocamos. Intel y AMD dejaron bien en claro que, si quieres disfrutar de los futuros videojuegos, necesitarás, al menos, tres o más tarjetas corriendo en paralelo en tu ordenador. Y ya se empiezan a ver towers enormes capaces de albergarlas a todas. Si tenemos en cuenta que lo más caro, hoy en día, son las tarjetas gráficas, y que para comprar cada una hay que hipotecar la casa, en el futuro los videojuegos por ordenador serán cosas para unos pocos privilegiados.
– Tecnología para ricos
Y hablando de cosas caras. La mejores cosas en el CES fueron tan pero tan caras que, se crea o no, sólo podrán ser adquiridas por unos pocos. Vaya uno a saber qué tienen las compañías en la cabeza, pero televisores de 50.000 dólares, múltiples tarjetas de vídeo corriendo en paralelo, entre otras cosas, parecen bromas pesadas para los consumidores medios. ¿Habrá alguien que compre semejantes cosas? Sin dudas. ¿Será negocio para las empresas implicadas? Eso sí que lo dudamos. El dinero no está en las 100 personas que pueden comprar un TV de 50.000 dólares, sino en los millones que pueden comprar uno de 1.000. Eso, o estamos muy equivocados y no sabemos cómo hacer negocios.
– Desconexión sideral
Todos los sabiamos, y ahora lo dice Wired. El CES es un show que se organiza para que la gente de marketing trate de vendernos cosas que no necesitamos. Un Show que pasa en las trastiendas, en las reuniones entre los de marketing y los compradores minoristas. Este año, el hype y la falta de verdadera innovación lo dejó más claro que nunca. Las expectativas eran muchas, infladas por las compañías, pero hubo pocas cosas verdaderamente innovadores o que apuntaran al verdadero consumidor final. Una verdadera desconexión.
– Todo inalámbrico
Los cables tienen sus días contados. Al menos si le creemos a la tendencia. La mayoría de los accesorios presentados, incluyendo la tecnología Transfer Jet, se vieron libres de los molestos cables de conexión. Todo tendrá WiFi o Bluetooth. Nada que no supiéramos.
– Adiós, Las Vegas
Aparentemente, los que asistieron al Show se quedaron con la sensación de que Las Vegas dejó de ser el mejor lugar para organizarlo. Los hoteles suben sus precios y ofrecen pocas comodidades y el espacio es mínimo a pesar del espacio de los dos centros de convención. Además, queda más lejos que otros lugares más convenientes. Y, a pesar del refrán que dice: “Lo que sucede en Las Vegas, queda en Las Vegas” son muchos los que dicen que el Show debería buscar mejores acomodaciones… y “no quedarse” en Las Vegas, claro.
