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Un hexápodo que aprende a caminar dañado

En el pasado hemos visto algunos ejemplos de hexápodos robóticos formidables… y al mismo tiempo terroríficos. Imaginar a una de esas cosas aproximándose a alta velocidad puede ser perturbador, a menos que esté dañado en uno de sus miembros y se arrastre de modo errático. Sin embargo, el desarrollo del algoritmo conocido como T-Resilience permite a un hexápodo descubrir por su cuenta el patrón más eficiente, recuperando gran parte de su movilidad original.

Recuerdo especialmente a dos proyectos basados en hexápodos: Uno es el MorpHex, y el otro el PhantomX, ambos bajo la jurisdicción de Kåre Halvorsen. El MorpHex saltó a la fama gracias a su capacidad de transformarse en una esfera, mientras que el PhantomX congeló los corazones de muchos con sus movimientos precisos y amenazantes. Ahora, ¿qué sucede cuando un hexápodo se daña? Lo más probable es que comience a desplazarse lentamente y con errores, en especial cuando el daño está localizado en una de sus patas. Las opciones para el hexápodo son dos: Quedar a merced de su usuario esperando una reparación, o adaptarse a un nuevo patrón de movimiento. Eso es exactamente lo que permite el algoritmo T-Resilience, desarrollado en la Universidad Pierre y Marie Curie en París.

El proceso de descarte es ciertamente lento, ya que el hexápodo debe probar cada una de las veinticinco combinaciones posibles, lo que obliga a consumir cerca de veinte minutos. Sin embargo, el hecho de que logre recuperar el 70 por ciento de su velocidad original no es algo que deba ser tomado a la ligera. Además, el modelo de recuperación no necesita de ningún reporte adicional sobre las partes que están fallando, o que se hayan perdido en el camino. El modelo sabe exactamente cómo debería funcionar, y al detectar un nivel de eficiencia menor, comienza su búsqueda de patrones optimizados. Si un hexápodo puede aprender a no usar una de sus patas dañadas, o a usarla de un modo diferente, nos preguntamos qué es lo que sigue.

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Escrito por Lisandro Pardo

3 Comments

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    • Y si a ti te quitan una pierna, estoy seguro que darías asco caminando.

      No te apresures a perder la fe en este avance, pues el primer automóvil requería que varias personas lo empujaran hacia atras para ir de reversa, pero mira lo sofisticados que son los automóviles hoy día.

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