Una extensión de Firefox para habilitar a otras

¿Qué usuario de Firefox no se ha topado con el inconveniente de que una de sus extensiones favoritas ha dejado de funcionar una vez que el navegador se actualizó? Si bien existe un atajo interno en Firefox que permite evitar este comportamiento, lo cierto es que no todos se animan a recorrer las entrañas del about:config. Al mismo tiempo, hay extensiones que ni siquiera con ese atajo vuelven a funcionar, por lo que hay que reportarlas. Esta extensión desarrollada por la misma gente de Mozilla, ayuda a simplificar el proceso tanto de activación como de reporte.

Dicen que sobre gustos no hay nada escrito, y algo parecido se puede decir sobre las extensiones de Firefox. Mientras que algunos usuarios aplican extensiones sencillas, otros buscan expandir radicalmente la funcionalidad del navegador de Mozilla. Sea cual sea la situación, existe un punto en común: Muchas extensiones dejan de funcionar cuando el navegador recibe una actualización. Aquellos que prefieren navegar un poco más al límite y utilizan versiones de desarrollo o betas de Firefox encuentran este inconveniente mucho más seguido. En lo personal, utilicé la beta de la versión 3.6 de Firefox desde la instancia 1, y fue una sorpresa bastante desagradable el encontrar que Greasemonkey había dejado de funcionar (aunque sólo fue por medio día). Es el precio que debemos pagar al utilizar versiones que no están listas para su uso masivo, pero la forma en la que se decide que una extensión no es compatible suele ser bastante arbitraria.

A decir verdad, muchas extensiones deshabilitadas volverán a la normalidad si se activa la opción de ignorar las restricciones de compatibilidad en la sección about:config. Por supuesto, una cosa es decirlo y otra completamente distintia es ingresar allí para cambiar el valor. Además, algunas extensiones dejan de funcionar aún utilizando este truco. Por estas dos razones, Mozilla ha publicado su "Add-On Compatibility Reporter". Esta extensión funciona de forma tal que le permite a los usuarios habilitar aquellas extensiones que han sido bloqueadas por cuestiones de compatibilidad. Con un poco de suerte y un reinicio de Firefox, la extensión regresará a sus funciones cotidianas. Caso contrario, habrá una opción que permitirá reportar a la extensión como "no funcional". Estas advertencias deberían llegar a oídos del desarrollador de la extensión bloqueada para que tome cartas en el asunto.

Al ser una extensión oficial, nadie debería tener ningún problema a la hora de utilizarla. En Mozilla insisten que sólo es recomendable para usuarios de versiones beta y builds de desarrollo, pero si en estos momentos tienes algún problema con una extensión, no perderás nada en intentar corregir la situación. Lo peor que puede pasar es no cambiar nada. Si la extensión sigue sin funcionar, entonces ya es responsabilidad de su desarrollador el actualizarla, o incluso crear una nueva para reemplazarla. Las extensiones no son críticas para el funcionamiento de Firefox, pero una vez que nos acostumbramos a ella, el encontrar que una ha dejado de funcionar se vuelve muy irritante. Con esta ayuda de Mozilla, las cosas deberían ser un poco más tolerables.