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USB-Bomba: Un pendrive que asesina ordenadores

El mundo de la informática está repleto de bromas y mitos, pero en la otra acera, la electrónica tiene una habilidad muy particular a la hora de convertir esos mitos en realidad. En más de una ocasión escuché hablar sobre ordenadores arruinados por un encendedor eléctrico que descarga su chispa en un puerto USB, aunque nunca fui testigo de algo así. Sin embargo, un blog ruso publicó en febrero pasado el diseño de un pendrive que puede literalmente destruir a un ordenador…

La historia comienza con una cita extraída de un chat en Skype. Esta cita describe a un pendrive robado de una mochila en el metro, el cual estaba marcado con el número «128». El ladrón conectó al pendrive, y quemó la mitad de su ordenador portátil. Acto seguido, escribió «129» sobre el pendrive, y lo colocó en el bolsillo externo de su mochila, una presa fácil para quien desee robarlo…

¿Verdad? ¿Invento? Probablemente nunca lo sabremos, pero la pregunta quedó instalada en la mente de algunos ingenieros. ¿Es posible fabricar un pendrive asesino de ordenadores? El redactor del artículo original, conocido como Dark Purple, estaba por encargar algunos PCBs destinados a otros proyectos, y decidió experimentar un poco. La interfaz USB cuenta con diodos para protección electrostática, filtros, y otros elementos adicionales con la seguridad en mente. La «administración física» (por así llamarla) de los puertos USB se encuentra integrada (al menos una buena parte de ella) en el procesador, mientras que en sistemas más antiguos, el trabajo está a cargo de los famosos northbridge y southbridge, con alguna que otra variante dependiendo de cada modelo y diseño adoptado por el fabricante. «Destruir» a un ordenador implica acabar con toda esa estructura, y como mínimo quemar el puerto.

USB-Bomba
El prototipo finalizado

En apenas una semana, Dark Purple preparó un prototipo, ordenó los PCBs a China (aparentemente de una calidad terrible), soldó cada uno de los componentes a mano, y cubrió el circuito con la carcasa de un pendrive tradicional. Para dar vida a esta monstruosidad, utilizó un «convertidor inversor CC-CC», preparado de forma tal que al ser conectado al puerto USB de un ordenador procede a cargar los capacitores integrados a -110 voltios (sí, eso es negativo). Cuando alcanza el voltaje deseado, el convertidor se apaga, y al mismo tiempo se abre un transistor, desplegando esos -110 voltios sobre las líneas de la interfaz USB. Una vez que el voltaje de los capacitores llega a los -7 voltios, el convertidor se activa nuevamente, repitiendo el ciclo hasta arruinarlo todo. Un ordenador frito por favor, no se olvide las papas.

USB-Bomba
Parece inofensivo, pero está muy lejos de serlo

Apenas un caso más en donde la realidad supera a la ficción. La historia del pendrive numerado tal vez no sea más que eso, pero el punto es que alguien necesitó solamente de una semana para llevar esa loca teoría a la práctica. Los puertos USB no sólo tienen el potencial de permitir infecciones con facilidad, sino que carecen de una defensa sólida (aún con protecciones avanzadas, es probable que el puerto no funcione más) frente a un ataque tan aberrante como este. De más está decirlo, quien vea a un pendrive en la calle hará muy bien si lo deja allí. ¿Estamos ante la versión «siglo XXI» del famoso floppy-bomba?

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Escrito por Lisandro Pardo

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