Menu
in

¿Alguna vez nos quedaremos sin música nueva?

Por experiencia sabemos que cuando se mezclan las matemáticas y la música en una misma oración, es porque se viene una de esas cachetadas de sabiduría al cerebro. En el video que realizó Michael de Vsauce (un canal de YouTube dedicado a divulgación científica en general), se puede ver la recopilación de información y el análisis acerca de si alguna vez nos quedaremos sin música original. Tomando en cuenta ciertas definiciones, el youtuber se pregunta si existe la posibilidad de que habiendo tanta música en el mundo, ya hayamos agotado nuestra creatividad y que la infinitud de la imaginación tenga que chocar contra la finitud de recursos técnicos.

Como si fuera una pregunta existencial para cada generación que hecha raíces en Tierra desde que surgió la civilización, la finitud de la música es recurrente y preocupante. El transporte automático a lugares de comodidad, relax o excitación que generan las canciones nuevas y originales quiere ser preservado, y por ello muchas generaciones, al creer estar escuchando una decadencia musical, se han preguntado si alguna vez nos quedaremos sin música nueva ni original.

¿Alguna vez nos quedaremos sin música nueva?

La pregunta, que seguramente te has hecho alguna vez en algún sentido parecido al escuchar canciones “nuevas” y llevarte la mano a la frente es si estaremos viviendo el final de la originalidad en la música, y por eso un youtuber famoso ha decidido recopilar algunas estimaciones matemáticas sobre la cantidad de canciones posibles. Con él, nos preguntamos, ¿Alguna vez nos quedaremos sin música nueva?

La pregunta surge del conocimiento de al menos dos premisas que están a la vista (o al oído). La primera indica que existe un número finito de tonos que pueden ser percibidos por nuestros oídos. La otra indica, menos fácticamente, que sólo hacen falta algunas notas en común para que dos canciones suenen iguales, por lo que tendemos a identificar canciones a través de patrones. Todo esto junto logra que la idea de que nos estamos quedando sin música original se refuerce y de ahí surgen varias preguntas y varias formas de entender lo que se puede hacer con aquello que compone a la música.

Primero hay que preguntarse cuánta música hay actualmente en nuestro planeta, y para responder eso tenemos que entender que no todo sonido aleatorio y accidental es interpretado como música por los humanos (bueno, hay algunos fans que…). Además, no todo sonido es percibido por los humanos, pues la frecuencia más alta que nuestros oídos pueden percibir es 20kHz y el rango dinámico máximo llega hasta los 130 dB antes de que nos empiecen a sangrar los oídos por el dolor.

De esta manera, el número de “canciones” posibles se reduce considerablemente. Pero obviamente tenemos que seguir menguando la cifra, y por eso es bueno decir que la cantidad de melodías reproducibles durante un tiempo dado también es finita, porque el oído humano sólo puede distinguir 200 notas por octava, a razón de 50 octavas por segundo. Con esto ya empezamos a ver las limitaciones que tiene la estructura musical en tanto capacidad de su receptor y principal proveedor de sentido y significado. Pero hay más.

Las melodías posibles, dentro de la música digital, se pueden convertir a bits para hacer más fácil el cálculo de su finitud. Por ejemplo, cada canción tiene determinada cantidad de bits, y estos pueden contener dos tipos de información: unos y ceros. Para entender el concepto, tomemos un CD de música sampleado a 44.1kHz, que para cada 5 minutos de música almacenada usará una cantidad de bits equivalente a 211.000.000. Como dijimos que los bits pueden estar en dos estados, uno o cero, las posibilidades de organización de esos unos y ceros será de 2 elevado a la 211.000.000 potencia.

Tal y como se dice en el video, ese número representa la cantidad máxima de posibilidades para cada una de las canciones de 5 minutos existentes y por existir. Es finito, pero estamos hablando de un número compuesto por 63 millones de cifras. Si tomamos en cuenta que el Universo conocido está formado por una cantidad de átomos de hidrógeno representada por un número de 80 dígitos, imagina entonces cuánta música posible existe.

Respondida la limitación finita pero extensamente inalcanzable de lo que puede contener una canción, ahora surge la pregunta sobre cuántas canciones originales se pueden escribir. Un estudio llevado a cabo por Everything2 indicó que el número total de melodías que se pueden escribir en una octava conteniendo todos los intervalos en la que la podemos dividir en un compás es de aproximadamente 123.500.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000. A medida que vamos creando nuevas formas de recortar el número, como cuando sólo tomamos en cuenta las canciones que se escriben con las 8 notas convencionales sobre 12 intervalos, las posibilidades se reducen considerablemente a 78 mil millones de posibilidades, lo que es un número más manejable por nuestras mentes.

La diferente definición de melodía es la dueña de estos resultados tan extensos e inabarcables, pero de todas maneras finitos. Entonces. Hay un número finito de melodías posibles? Sí. ¿Nos vamos a quedar sin música nueva? No, porque la cantidad es inabarcable por el humano. Sin embargo, ¿qué es lo que hace que existan tantas canciones que suenen tan parecidas? Eso también tiene una explicación.

Escrito por Nico Varonas

Leave a Reply