Lisandro Pardo
¿Tienes un vídeo que deseas musicalizar? ¿Quieres evitar todas las trampas del copyright y el esfuerzo que demanda procesar el audio para que encaje perfecto con las imágenes? En ese caso, ¿por qué no dejas que una plataforma externa haga el trabajo por ti? Jukedeck es tan fácil de usar que sólo debes indicar el tipo de música, su ritmo, y la duración exacta.
Añadir música a un vídeo es una de las primeras cosas que todo usuario quiere hacer en su edición. Después de todo, no tiene nada de interesante escuchar durante varios minutos a los motores de un dron mientras su cámara realiza una captura extraordinaria, o el molesto ruido ambiental de lo que bajo otras circunstancias sería un corto muy interesante. La Web ofrece una enorme cantidad de herramientas para buscar y editar música a la medida exacta, pero hemos aprendido por las malas que el vídeo no puede llevar cualquier canción. Los halcones del copyright despliegan sus recursos con furia, y hasta el vídeo más humilde puede terminar siendo marcado como una violación a los derechos de autor.
La nueva plataforma Jukedeck busca acabar con todo eso haciendo apenas un par de clics. El proceso comienza escogiendo el tipo de música (Folk, Rock, Electrónica y Ambiental), el ritmo o la sensación (esto depende del tipo seleccionado previamente), y la duración hasta el último segundo. Una vez establecidos los parámetros generales damos la orden para crear el soundtrack, y en cuestión de segundos estará listo. Si decides registrar una cuenta (paso necesario para descargar la música), el servicio ofrecerá valores adicionales como instrumentos y cambio de tempo. La duración máxima para cada canción es de cinco minutos, y los resultados son puramente instrumentales, por lo que no escucharás ninguna voz.
La versión gratuita para uso no comercial o comercial con licencia royalty-free habilita un total de cinco descargas mensuales, y a partir de allí, cada descarga extra tiene un precio de siete dólares. Los planes superiores de Jukedeck apuntan directamente a entornos empresariales, con compañías que posean diez o más empleados. En ese caso, la descarga de cada canción asciende a 22 dólares (aún bajo licencia comercial royalty-free), y como alternativa se puede comprar la música (con transferencia completa de derechos) a un precio de 199 dólares por track.
