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Los archivos Creepypasta de la SCP: SCP-3199

«Humanos, Refutados»

SCP-3199

… has regresado muy rápido esta vez. Me pregunto cómo logras mantener el entusiasmo después de todo lo que has aprendido. Algunos en la Fundación no quieren saber demasiado sobre las… criaturas con las que deben trabajar. Se limitan a contener, y para ellos es suficiente, pero eso no se aplica al resto… ni a ti. Uno de los peligros fundamentales entre estos pasillos es obtener lo que deseas, y a veces, las respuestas son tan básicas que te hielan la sangre. En el caso de SCP-3199, su impulso no resiste análisis: Somos comida, para ellos y para sus crías.

Podemos hablar de seres interdimensionales, realidades alternativas, materiales anómalos, y otras cosas para las que no tenemos palabras adecuadas, pero al final del día, la verdad no cambia: Es «el monstruo en la oscuridad» el que te roba el sueño, te obliga a dejar una luz encendida, y te revuelve todo por dentro… literalmente.

La Fundación encontró a SCP-3199 un par de años atrás en Irlanda, cerca de una vieja residencia en el bosque. La ubicación exacta es clasificada (algo típico en estos días), y sólo llegaron allí gracias al testimonio de los locales: Una criatura «gorda, calva y enorme, gritando como una banshee». Enviaron a los chicos del equipo Omega-19 para la extracción. Algunos de ellos estaban bien entrenados, pero muy verdes. Y jamás salieron de ese bosque.



La falta de información es tan letal como el propio SCP, y créeme que esos muchachos pagaron el precio. La «criatura gorda» mide casi 3 metros y pesa más de 750 kilogramos, al menos en su forma adulta. Dos operativos murieron casi de inmediato. La Fundación trató de ocultar los detalles, aunque no hizo un gran trabajo esta vez. Al parecer, SCP-3199 le arrancó la boca a uno de los agentes y… vomitó en ella. La sustancia que despide convierte a todos los huesos y órganos internos en líquido, el alimento ideal para sus crías.

Oh sí… eso. SCP-3199 pone huevos. Gigantes, y casi indestructibles. El proceso es traumático para el SCP. El huevo atraviesa todo el sistema digestivo, y durante el proceso no para de gritar. SCP-3199 nunca se aleja demasiado de sus huevos. El radio máximo es de unos 600 metros, y trata de cazar a lo que entra en su zona. Sus cuellos giran 340 grados, y no hay mucho que se les escape. Las crías son tan peligrosas como los adultos. Pesan 360 kilogramos, y tienen hambre.

Los miembros de Omega-19 fueron los primeros en aprender sobre el ciclo reproductivo de SCP-3199. En pleno transporte, el monstruo puso dos huevos más, y asesinaron a otros seis elementos. La Fundación aún no entiende con exactitud cómo puede reproducirse tan rápido… pero hay detalles. El estudio de ADN reveló rastros de gallina doméstica y chimpancé. Dentro de la casa encontraron agujas e hilo, trece carcasas de gallinas cortadas, peladas y mordidas, botellas y Tupperware repletos de una sustancia marrón, y un viejo cuaderno A5 que dice «ABRIR CUANDO SEAMOS PUROS» en su tapa. El texto de ese cuaderno está en el archivo original. Búscalo.


SCP-3199
68 74 74 70 3a 2f 2f 74 69 6e 79 2e 63 63 2f 6a 65 6f 74 61 7a

Al menos, la Fundación sabe cómo contenerlos. Matar a un SCP-3199 no es demasiado complicado (el plomo funciona bien) pero no tiene límites al poner huevos… salvo el espacio. La solución por el momento es suspender a todas las instancias de SCP-3199 en una resina acrílica. Al estar sellados en estos bloques gigantes reducen su actividad, y al no contar con lugar para sus huevos… esperan. La Fundación debió aplicar métodos muy extremos para destruir los huevos, incluyendo baños de nitrógeno líquido seguidos por una prensa hidráulica. Algunos genios aquí creen que pueden reproducir el material de la cáscara. Sólo espero que no terminen creando algo peor.

Digo eso porque la Fundación no puede con su naturaleza. Por supuesto, alguien decidió someter a uno de los huevos a altas temperaturas. El nuevo SCP-3199 tardó apenas 9 minutos en salir del huevo, y otros 40 segundos en llegar a la adultez, poniendo dos huevos más después. Ahora puedes verlo: Una criatura que convierte en líquido al interior de sus víctimas, las devora, y no para de reproducirse. Podría aniquilarnos a todos. Podría ser el fin.


CLASIFICACIÓN: KETER


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Escrito por Lisandro Pardo

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