Lisandro Pardo
Supongo que 303 no fue suficiente, ¿eh? Ese es el problema de las «anomalías»: Cualquiera con una mente racional trataría de mantener una distancia saludable, pero nosotros… nosotros volvemos por más. Y más tendrás, si es que puedes tolerar a SCP-939. Los especímenes ya son perturbadores por sí solos, pero lo que ha hecho la Fundación con ellos, es aún peor. No están aquí para cuidarte, nunca lo olvides…
28 de octubre de 1981. Ese día la Fundación encontró por primera vez a SCP-939, y hubo sangre. Ya sabes cómo funciona esto: Las mentes maestras pierden a un agente, envían a tres equipos armados hasta los dientes para recuperarlo… y pierden un par más, pero regresan con un obsequio. SCP-939 tuvo la ventaja desde el principio, y estos tipos aprendieron por las malas qué era lo que podía hacer.
Tampoco podemos culparlos. ¿Sabes lo que es Chauliodus? ¿Esos peces-víbora abisales que te enseñan en la National Geographic? Imagina esos dientes, seis centímetros de largo, en un híbrido entre perro y lagarto gigante, y tendrás una buena idea de cómo se ve SCP-939. Su cuerpo está cubierto en rojo, producto de algo similar a la hemoglobina, y las garras en sus extremidades lo vuelven muy hábil al trepar y destripar. El archivo indica que la mayoría de sus sistemas están atrofiados, y más de un experto aquí sugirió que «eran débiles», pero nada se encuentra más lejos de la verdad. SCP-939 no oculta su apetito, y puede arrancarte la cabeza de un mordisco.
Ya sé… más arriba dije «ellos». Estás prestando atención, y eso te mantendrá con vida aquí. Verás, al estudiar a SCP-939, la Fundación descubrió que emite una sustancia en forma de gas, AMN-C227. Es un «amnéstico Clase C», y la Fundación siempre busca nuevos amnésticos (creo que nadie sabe con seguridad cuántas mentes ha borrado). Su uso general se aprobó en 1990… hasta que la gente que lo recibió comenzó a desaparecer. Uno de los efectos secundarios de AMN-C227 es que aquellos bajo su influencia se sienten atraídos por las madrigueras de SCP-939. La Fundación cree que puede usar el efecto para detectar y eliminar instancias salvajes de SCP-939. La Fundación ha hecho mucho más que eso.
En septiembre de 1992, la primera instancia de SCP-939 dio a luz. Fueron unos doce meses de gestación según el archivo. Cinco especímenes saludables, tres machos y dos hembras, pero uno nació muerto y la madre lo devoró. El resto es… difícil de describir. Las crías de SCP-939 son niños. Morfológica y genotípicamente imposibles de distinguir de niños humanos reales. La Fundación ordenó… ordenó la vivisección de cuatro de ellos. Al mismo tiempo, dejaron crecer a una de las hembras. Las primeras señales de mutación comenzaron en 2001. Múltiples dolores, respiración agitada, sensibilidad a la luz. Fiebre. La… «niña» pidió un contenedor enorme lleno de agua. Entró en él y… comenzó a arrancarse la piel. Su cabeza se cayó. Todo lo que la hacía humana quedó atrás, y sólo quedó un SCP-939.
Y hablan. Todos los SCP-939 hablan e imitan voces a la perfección. Así es como cazan. Escuchas una voz familiar, te acercas… y te arrancan la cabeza. Hablan sin cuerdas vocales. No poseen sistema digestivo, pero su hambre es constante. Y no se detienen, no paran de hablar. ¿La «niña»? Fue enviada al Área-12 de Bioinvestigación, y allí la desmembraron. Está guardada en trece tanques criogénicos. Cada vez que experimentan con sus tejidos, sigue hablando. Pide que la suelten.
Los archivos Creepypasta de la SCP: SCP-303
