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Disco duro normal vs. disco de estado sólido (vídeo)

Discos SSD para ordenadores viejos

Se dice que las comparaciones son odiosas, pero en lo que respecta a la informática estas son vitales para comprender las sutiles diferencias entre capacidades técnicas, velocidad y propiedades de diferentes tecnologías. Pero en el vídeo que les traemos, las diferencias no son nada sutiles, sino bestiales. Y es que se realiza una comparación entre un SSD y un HDD situados en un buen equipo a la hora de iniciar una sesión en Windows de lo más pesada. Las diferencias están a la vista, y el vídeo de un disco duro normal vs. disco de estado sólido es imperdible para conocer más las ventajas de los SSD actuales.

A esta altura, no hay casi discusión al respecto de los próximos días de la industria del almacenamiento, pues las memorias flash hacen de los componentes magnéticos una cuestión del pasado con una velocidad sorprendente, que sólo es refrenada por la incompatibilidad (aunque no tanto) o, mayoritariamente, el precio de estas unidades; ya que millones de personas mantienen la idea de que la inversión que hay que desembolsar no se justifica para quienes no son usuarios exigentes, incluso ante la presencia de otras alternativas más económicas. Por supuesto, dicho así no gusta nada a quienes conocen de cerca todas las ventajas que tienen las unidades SSD sobre los discos duros tradicionales, entre las que se enumeran la baja latencia de lecto-escritura, mayor durabilidad, menor ruido y consumo de energía, más control sobre lo borrado, resistencia y vida útil cualitativamente mejor y un largo etcétera que tiene como eminencia a la velocidad de lectura y escritura, que en la siguiente comparación de un disco duro normal vs. un disco de estado sólido saca a relucir lo mejor y lo peor de estas tecnologías que se solapan sólo temporalmente.

Dimos con una comparación que resulta de los más explícita a la hora de dar cuenta las ventajas que puede tener librarse del cuello de botella que resulta tener un ordenador de última generación pero tener instalado un disco duro en él. En el vídeo la demostración está basada en la mera idea del usuario que hizo la prueba de realizar una comparación, más visual que técnica, de un arranque denso en un equipo; primero con un disco duro tradicional y luego con una unidad de estado sólido. El equipo en el que se llevó la comparación entre SSD y HD está dotado con un procesador AMD Phenom II 1090T Processor X6 3.2 ghz OC to 3.8ghz, memoria RAM de 8.00 GB 1600 mhz CAS 8-8-8-24, una tarjeta gráfica ATI Radeon HD 5770 Cross-FireX with HD 5750 y Windows 7 de 64 bits al máximo en cuestiones gráficas y con una lista considerable de aplicaciones “pesadas” que se inician con Windows.

Las pruebas fueron elocuentes, con el HDD, que es un WD Caviar Black 1TB, el equipo se demoró hasta casi 2 minutos en “llegar” hasta el Escritorio del sistema operativo, pero en  cargarse completamente y abrir las aplicaciones de diseño de lo que parece ser la suite Adobe, se tomó casi 9 minutos (8:54). En cambio, la unidad de estado sólido, un OCZ Vertex 3 de 120GB, realizó todo el proceso en 1 minuto 3 segundos. Las conclusiones son obvias, y lo único que puede seguir manteniendo con vida a los gloriosos HDD es el precio de los SSD.

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Escrito por Nico Varonas

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