¿Acaso no has visto el documental por el vigésimo aniversario de Half-Life 2? Bueno, deberías. Está repleto de detalles fabulosos, pero más allá de lo técnico y lo creativo, lo cierto es que el juego debió navegar aguas legales muy turbulentas, a punto tal que Valve quedó muy cerca de desaparecer, con Gabe Newell y Scott Lynch en la ruina. Afortunadamente, la historia tiene un héroe de último minuto, un pasante que encontró la clave para dar vuelta la situación…
La historia nos obliga a viajar a principios de siglo: En aquel entonces, Sierra Entertainment ya había sido adquirida y absorbida por Vivendi. Gracias a un acuerdo preexistente, Vivendi tenía derechos internacionales de distribución para Half-Life y sus derivados, pero sólo en formato retail. El problema surgió cuando Vivendi comenzó a licenciar copias de Counter-Strike a cibercafés en Corea del Sur, una acción que no tenía respaldo en los términos originales del acuerdo.
La respuesta de Valve fue más que liviana: Si bien inició una demanda contra Vivendi, lo único que buscaba era el reconocimiento de la falta, y un monto básico (en el orden de miles de dólares) por costos legales. ¿Qué hizo Vivendi? Entrar en «modo nuclear», generando una pila de contrademandas. Scott Lynch, COO de Valve, indica que algunos elementos en Vivendi no estaban tan felices con los términos del acuerdo, y el reclamo por la licencia a los cibercafés fue la gota que rebalsó el vaso. En las propias palabras de Lynch, Vivendi «inició la Tercera Guerra Mundial».
(N. del R.: Capítulos 5 y 9)
Valve vs. Vivendi: La batalla por el alma de Half-Life 2
El representante legal de Valve, Karl Quackenbush, explica que Vivendi cambió de firma, y terminó contratando a otro equipo en San Francisco, que básicamente deseaba sangre: Buscaban cancelar el acuerdo de 2001, control total sobre la propiedad intelectual de Half-Life, y bloquear el desarrollo de Steam, entre otras cosas. Esto incluyó a Gabe Newell y Lynch entre los demandados. No era suficiente con hacer desaparecer a Valve, también querían enviar a ambos a la quiebra, elevando los costos legales a un punto insostenible. Newell llegó a poner su casa en venta.
La contienda legal con Vivendi continuó hasta el lanzamiento de Half-Life 2. Valve encontró otras fuentes de financiación, pero el punto era convencer al juez de que tenían razón, y que Vivendi no podía licenciar Counter-Strike por fuera del acuerdo. La clave estaba enterrada en millones de páginas (correos, contratos, documentos, etc.) provenientes del proceso de «discovery»… todas en coreano. Lo más impresionante de todo es que fue descubierta por un pasante, un «asociado de verano» llamado Andrew, quien además de ser coreanohablante nativo, tenía un major en su idioma. En esencia, Andrew detectó que el «Assistant General Manager» de Vivendi en Corea del Sur se había comunicado con el administrador general, para informar que «había destruido los documentos asociados al caso de Valve, como fue ordenado».
La guerra nuclear legal se transformó en Vivendi admitiendo por escrito que había destruido evidencia. El acuerdo final entre ambas partes surgió en abril de 2005, y la distribución de Vivendi en todos los canales finalizó el 31 de agosto de ese año. Half-Life 2 arrasó con todo a su paso, recibiendo 39 premios como «Juego del año».
Fuente: PC Gamer
Increible… Estaban pasados los de “Vivendi” que manga de soretes.
Supongo que así quedaron las cosas también. Vivendi Games terminó como un dron absorbido por Activision Blizzard… y Steam es el número uno del mercado.
XD
Querían sangre y obtuvieron sangre. Típico.