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Gordon: Superordenador con SSD

La capacidad de procesamiento que han demostrado algunos superordenadores realmente nos deja sorprendidos, pero incluso estos sistemas de alto rendimiento deben rendirse ante los discos duros y el sacrificio que representan en materia de velocidad, a cambio de una alta densidad de almacenamiento y un relativo bajo costo. Pero en el Centro de Superordenadores de San Diego, han desarrollado una idea diferente, y esa idea lleva el nombre de Gordon. Gordon es el primer superordenador del mundo que utiliza cantidades masivas de discos de estado sólido, gracias a lo cual sus usuarios podrán acceder a velocidades de lectura y escritura cercanas a los 200 gigabytes por segundo.

Se trata sin lugar a dudas de un círculo vicioso. Los discos de estado sólido han demostrado grandes beneficios en materia de velocidad y consumo de energía, pero la barrera principal para su adopción general sigue siendo el precio. Y para que el precio baje, necesitamos métodos de fabricación más económicos… pero también un aumento en la demanda. Con el panorama de los discos duros afectado por las inundaciones en Tailandia, la sensación de que “éste” es el momento para los SSD puede detectarse casi en todas partes. En vez de realizar un cambio general de plataforma, la instalación de un SSD se está convirtiendo en una opción lógica de actualización para nuestros sistemas. Y si eso sucede en ordenadores de escritorio y portátiles, ¿por qué no puede pasar entre servidores y superordenadores?

La gente del Centro de Superordenadores de San Diego anunció recientemente que se ha puesto en línea a Gordon, un superordenador que ya se ubica en el puesto 48 de la conocida lista “Top500”. Se trata de un monstruo de 16,384 núcleos, 64 terabytes de RAM, cuatro petabytes de espacio de almacenamiento, y lo que nos trae aquí hoy, 300 terabytes de almacenamiento de estado sólido, gracias a la instalación de un total de 1,024 unidades Intel 710 de alto rendimiento y 300 GB cada una. Este espacio permitirá que los usuarios puedan acceder a bases de datos hasta diez veces más rápido de lo que lo harían si estuvieran guardadas en discos duros convencionales.

Gordon (bautizado así por Flash Gordon) cuenta con velocidades de lectura/escritura de unos 200 gigabytes por segundo. Como era de esperarse, el costo de Gordon ha sido bastante alto, unos 20 millones de dólares para ser precisos, pero con más de mil SSDs en su interior, y un máximo teórico de 280 Teraflops, parece un dinero bien asignado. Michael Norman, director del Centro en San Diego, declaró con contundencia que “duplicamos la cantidad de información generada cada año”, y los sistemas actuales ya se encuentran “abrumados”. En lo personal, espero que la presencia de los SSD entre los superordenadores se incremente. No sólo aumentarán el rendimiento de esos sistemas, sino que también estimularán la demanda en el mercado. Y queremos SSD baratos, de eso no hay dudas.

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Escrito por Lisandro Pardo

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