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¿Por qué la mayoría de nosotros no puede comer sin mirar TV?

O cualquier otra pantalla, para ser honestos

Comer frente al televisor no tiene nada de nuevo. Desde que el inagotable aparato se convirtió en un artículo accesible y sus cambios de tamaño le permitieron ingresar a otros lugares de la casa (por ejemplo, la propia cocina), masticar con los ojos fijos en la pantalla es casi un ritual. El avance de los ordenadores portátiles y los dispositivos móviles no hizo otra cosa más que expandir a esa costumbre, pero la pregunta de fondo es «por qué». ¿Por qué hay personas que no pueden ingerir ni un solo bocado sin ver algo?

¿Te sientes identificado? No tiene que ser nada muy elaborado: Un plato con papas fritas, galletas, restos del almuerzo, todo vale… siempre y cuando sea frente a una pantalla. El televisor es la opción preferida por la mayoría, en especial cuando posee soporte «smart» y una cuenta de Netflix configurada, pero también encontramos en la ecuación a smartphones, tablets, ordenadores portátiles, e incluso radios.

Hay muchas personas allá afuera que simplemente no pueden comer en silencio. Se sienten incómodas, sus mentes se apresuran a «llenar el vacío», y no logran disfrutar de la comida que tienen frente a los ojos. Tal vez haya algo aquí que merece ser explorado con más profundidad, y lo que mejor que podemos hacer es buscar la palabra de expertos.

Comer y mirar televisión

No tiene que ser necesariamente un televisor: Comer sin separarse del smartphone es cada vez más común

De acuerdo con Charles Spence, profesor de psicología experimental en la Universidad de Oxford, son varios factores combinados los que llevan a esta necesidad de comer frente a la pantalla. Entre cambios sociales generales, un mayor número de personas que viven por su cuenta, y un firme declive en el valor que se le asigna al concepto de «cena familiar», la gente se vuelca en favor de la TV o el portátil para hacer algo mientras come.

Por otro lado, Suzanne Higgs, profesora de psicobiología del apetito en la Universidad de Birmingham, no está convencida de que los alimentos tengan mejor sabor si se los ingiere frente al televisor. Algunos estudios sugieren que la comida comienza siendo «muy sabrosa», para luego dar lugar a una caída en el placer que genera. Una posibilidad es que la TV logre amortiguar dicha caída, y extender la sensación placentera por más tiempo.

Ahora, algo en lo que todos parecen estar de acuerdo es que comer mirando televisión es malo para la salud. El problema es sencillo: La TV no deja de ser una distracción, y eso hace que terminemos comiendo más de lo necesario. En otras palabras, la gente busca activamente a estas distracciones, pero los expertos insisten en que debemos abandonarlas.

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Escrito por Lisandro Pardo

One Comment

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  1. O tal vez para algunos de nosotros, nos gusta oír algo de fondo, a veces es música, pero como la TV es simplemente encender y el “ruido” ya esta ahí, pues es muy práctico.

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