in

Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots

Si has jugado y disfrutado Metal Gear Solid, entonces debes haber comprado Sons of Liberty, y si ese es el caso, también habrás terminado Snake Eater, y sí también ese es el caso, debes estar comiéndote las uñas esperando tener una copia de Guns of the Patriots, el capítulo final de la obra  maestra de Hideo Kojima que aquí analizaremos a fondo.

Estará hecho un anciano, pero Snake sigue teniendo el toque.

Para empezar nos gustaría sacar algo del medio, Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots es una obra de arte, más grande aún que sus predecesores. Pero nos estamos adelantando. Si vamos a empezar, hagámoslo desde el principio.

Como vimos en los miles de trailers que salieron desde su anuncio en 2005, la historia transcurre en el año 2014, cinco años después de los  hechos sucedidos en Metal Gear Solid 2, en donde los jugadores sorpresivamente ocuparon el lugar de Raiden (un nuevo personaje), en vez del héroe de la serie, Solid Snake.

En un mundo controlado por cinco super-compañías, la guerra se ha privatizado, y es el principal motor de la economía mundial. Solid Snake, ahora rebautizado Old Snake ya no es el fuerte soldado que conocimos en la primera entrega de Metal Gear debido a un envejecimiento prematuro por ser un clon genético del legendario soldado Big Boss.

Antagónicamente, Liquid Ocelot (es decir, Revolver Ocelot siendo controlado por el brazo de Liquid Snake) ha llegado a lo más alto de la cadena y es dueño de la mitad de las fuerzas armadas del mundo. Como si eso fuese poco, está en poder de un sistema que está destinado a controlar cada arma y soldado en el campo de batalla mediante nanomaquinas.  Por primera vez Solid Snake no pelea por nadie más que por él mismo, pero, ¿será suficiente para detener de una vez por todas a su hermano genético?

La contracara. Liquid Ocelot es más poderoso que nunca. Y más viejo también.

La historia siempre fue un punto muy discutido en todos los Metal Gear, amada por muchos, odiada por otros, siempre fue rebuscada y de alguna manera terminaba en que todo había sido una trampa, y lo que el jugador acababa de pasarse cinco horas haciendo no había servido para nada. Por supuesto no te diremos si en esta nueva incursión es igual, pero lo que sí te podemos decir es que de alguna manera Kojima se las arregló para cerrar todos los cabos que quedaron sueltos en cada uno de los Metal Gear que lo precedieron. Y lo más sorprendente de todo es, ¡que tiene sentido!

Para los seguidores, la resolución de esta saga tocará cada nervio posible. No se nos ocurre una saga que pueda llegar más al corazón de los fanáticos, y Hideo Kojima lo sabe perfectamente, es por eso que hizo un juego muy emocional, con muchas referencias a juegos anteriores. Snake verá a viejos personajes, y visitará viejos escenarios de batalla.

Un punto fuerte de la serie siempre fue la jugabilidad y la inteligencia artificial, y obviamente esta cuarta entrega no es la excepción.

Viejos personajes regresan para dar cierre a la historia.

En cuanto a la jugabilidad, las cosas lindas siguen siendo lindas, pero sería importante mencionar ciertos agregados que se le hicieron a esta nueva incursión. Siendo que Snake se  encuentra en medio de una guerra la parte de acción se ha optimizado. Como en los anteriores se puede apuntar en tercera y primera persona, pero se ha agregado un sistema que nos permite encontrar refugio detrás de cajas y otras cosas del mismo estilo. Igual no desesperen, hay muchas partes en que podemos usar el excelente sistema stealth que nos ofreció siempre esta saga. La cámara detrás del hombro (hecha popular por Gears of War) se siente muy cómoda y ayuda mucho a apuntar lo cual hace más eficaz cada disparo. Una de las cosas que más se destaca es que, exceptuando algunas partes, el jugador puede elegir cómo desea jugarlo. Si deseas entrar a lo Rambo, puedes hacerlo, pero si deseas pasar lo menos detectado posible, también puedes hacerlo. Exceptuando alguna u otra ocasión donde el Rambo dentro de tí tendrá que salir sí o sí.

Hay tres agregados muy importantes que cambian mucho la experiencia de juego y es necesario mencionar. Uno es el versátil octocamo que está implantado en la armadura de Snake. Puede tomar la textura de cualquier objeto o superficie contra la que se encuentre recostado, permitiéndole una mayor integración con el medioambiente.

Snake también tiene a su disposición un parche electrónico en el ojo llamado Solid Eye que sirve como diferentes herramientas que estaban por separado en otros juegos (como el radar y los binoculares).

Por ultimo Otacon le provee un pequeño robot llamado Metal Gear Mark II y el jugador lo puede controlar como quiera y cuando quiera. Se puede utilizar para investigar lo haya en campos sin investigar y hasta puede atacar enemigos con una descarga eléctrica.

Otra nueva adición es la posibilidad de modificar las armas que tiene en su poder Snake. Las distintas posibilidades a las que se puede llegar son incontables y daría la impresión de que este condimento no quedaría bien en un Metal Gear, sin embargo, se aplica de manera excelente y termina siendo muy útil y divertiido.

Una de las críticas más duras que ha recibido este juego es la duración de las escenas cinematográficas. Así que, aquí va nuestra opinión al respecto. La primera parte del juego está muy orientada a la acción, y nunca se ha visto mejor, los cambios que han hecho en los controles le ha sido muy favorable, y la nueva cámara ayuda mucho en la acción, pero llega un momento en el que deja de ser tan importante como al principio y empiezan a haber muchas escenas cinematográficas, muy largas. De a ratos tienes que agarrar el control para alguna batalla o algo, pero las escenas siguen, y sí, son muy largas. La única explicación que te podemos dar al respecto es que hay demasiada historia que explicar y cerrar, y como todos sabemos Metal Gear Solid es famoso por contar su historia en escenas con mucho dialogo, así que sumen ambos valores y les da como resultado mucha historia en muchos cortes cinematográficos con exceso de diálogo. Pero más allá de las críticas encontramos esas escenas muy gratificantes, principalmente por la calidad cinematográfica que poseen, igualando y en algunas ocasiones superando a muchas películas de Hollywood.

Abrirte camino a disparos nunca fue tan agradable en un MGS.

Gráficamente, ¿qué se puede decir? Hasta ahora ningún juego ha usado tan bien lo que tiene para ofrecer el sistema de Sony. Las texturas son de la más alta calidad, y el mundo se siente completamente vivo gracias a todos los detalles que ofrece el juego.

La música sigue tan fuerte como siempre. El responsable, Harry Gregson Williams, ha estado a cargo de la música desde Metal Gear Solid 2 y el trabajo que ha hecho a lo largo del tiempo es realmente increíble. Las ya emotivas secuencias cinematográficas cobran aún más emoción con la perfecta musicalización de Williams.

Si hay que reclamarle a MGS4, sería los jefes finales. Estando acostumbrados a jefes como Psycho Mantis, Revolver Ocelot, Liquid Snake, Gray Fox y The Sorrow, entre muchos otros, aunque originales e interesantes en este juego no están a la altura de los antes mencionados.  Pero esa falta se olvida durante una batalla de dimensiones épicas. Seguramente sabrán contra quién, pero no vamos a arruinarles ninguna de las tantas sorpresas que tiene Guns of the Patriots.

Ahora bien, si nunca has jugado un MGS es probable que no entiendas qué está sucediendo y te aburras en muchas de las muchas secuencias sin juego que hay. Tal vez deberías probar los juegos que le precedieron antes de sumergirte en este. Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots no es el juego perfecto, ya que no existe tal cosa. Pero eleva todo lo que conocemos a un nuevo nivel.

El futuro de la serie Metal Gear en este momento se encuentra en duda. En un principio Hideo Kojima había dicho que este era su último Metal Gear, pero recientemente dio a conocer que tiene varias ideas para nuevas instalaciones en la saga. Así que aunque no veamos más a Solid Snake puede ser que esto no haya sido lo último que hemos visto de esa arma de destrucción masiva.

Que bonito...

Luego de veinte años y seis juegos (dirigidos por Hideo Kojima) la última parte de la saga Metal Gear Solid ha visto la luz, y nos cegó con su brillante presentación y desenlace. En nuestra opinión, Guns of the Patriots no es el juego más indicado para los que nunca hayan jugado un Metal Gear, sino que es más la experiencia que los seguidores se merecían hace mucho tiempo. Solid Snake ha batallado en situaciones extremas en todos los juegos y  ha sobrevivido convirtiéndolo en uno de los íconos más grandes de la industria, disfruta tu merecido descanso anciano.

Puedes adquirirlo, en España, en Game.es, a €66,90 .

PUNTAJE: 100%

Reportar

¿Qué te pareció?

Escrito por Tomás Garcia

2 Comments

Leave a Reply
  1. Una aclaracion ahora ya pasado el tiempo,Revolver Ocelot no es controlado por la mano de Liquid y por eso se llama liquid ocelot…sino que ocelot al perder el brazo quiso tener en su cuerpo una extramidad digna de un soldado como el,por eso uso el brazo de liquid,posteriormente se auto indujo mediante hipnosis y demas tratamientos a adoptar la personalidad de liquid para llevar a cabo la ideologia de Big boss…aclaro esto por que decir que el brazo lo controlaba queda fuera de lugar, demasiado hollywoodense.Saludos

    PD: El juego es verdaderamente…una obra de arte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

AMD FireStream 9250 alcanza el TFlops de potencia

Analizamos al Firefox 3