Lisandro Pardo
El preservativo, también llamado condón o profiláctico, se ha convertido en un recurso fundamental para prevenir enfermedades, sin mencionar su efectividad como método anticonceptivo. Cualquier farmacia promedio debería contar con cierta variedad, ¿pero cómo se fabrican? La gente de Billy Boy, una de las marcas más reconocidas de preservativos en Alemania, creó un vídeo en el que se describe el proceso completo…
Los caminos del Eurodance pueden ser mucho más oscuros de lo que imaginamos. En algún punto del año 1995, el proyecto E-Rotic lanzó una canción llamada «Willy Use a Billy… Boy», cuyo vídeo nos muestra la aventura de un preservativo. El uso de Billy Boy en el título de la canción no es ninguna casualidad, ya que se trata de una de las marcas más importantes en Alemania. No hay ningún indicio sobre intervenciones de marketing entre la compañía y E-Rotic, pero si Billy Boy ya es un sinónimo de preservativos en Alemania, imagino que deben ser bastante buenos. En ese caso… ¿cómo los fabrican? Aunque parezca mentira, la creación de un preservativo demanda un proceso muy complejo, el cual podemos observar aquí en un vídeo relativamente antiguo, pero que resistió de maravillas al paso del tiempo.
Todo comienza con los envíos de látex provenientes de Asia. Cada partida de látex debe ser evaluada para determinar su calidad, ya que una degradación inesperada podría causar estragos en toda la línea de producción. Una vez que recibe luz verde, el látex es filtrado, y en él se introducen moldes de vidrio. La inmersión dura unos pocos segundos, pero cada molde debe ser limpiado y secado para no añadir impurezas. La máquina encargada de retirar los moldes trabaja con la velocidad y el movimiento exacto, logrando una capa uniforme. El látex en los moldes es luego curado y secado, sólo para repetir la ruta de inmersión una vez más. Otro sistema le da al preservativo su anillo superior, y el látex es sometido a vulcanización, garantizando así su elasticidad.
Lavado, teñido (de ser necesario), secado y pruebas de aislamiento son las fases finales adicionales antes de dar lugar a su empaquetado, que incluye lubricación, sabor (depende de la serie) y por supuesto, sellado al vacío. Las evaluaciones en el laboratorio son críticas para comprobar que el resultado de la línea de producción es el correcto, y esto incluye lógicamente hacer explotar varios preservativos, algunos apenas sacados del paquetes, y otros con un «envejecimiento artificial». En resumen, la idea es no dejar nada al azar, exceder los parámetros internacionales, y probarlos hasta el cansancio… en laboratorio. El resto, es trabajo del consumidor.
