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El océano es mucho más profundo de lo que piensas

En marzo de 2012 compartimos con nuestros lectores la noticia de que James Cameron había bajado al Abismo Challenger. Con una caída de 10.916 metros (aprox.), es el punto más profundo que se conoce hasta ahora en el planeta Tierra, y digo «hasta ahora» porque apenas hemos logrado explorar el 5 por ciento del lecho marino. Aunque parezca mentira, esos casi once kilómetros no nos ayudan del todo a visualizar qué tan profundo es el océano. ¿Qué tal si los comparamos con algunas cosas en la superficie…?

La noticia de James Cameron bajando al Abismo Challenger habrá recorrido el mundo, pero la historia nos dice que no fue el primero en hacerlo. Jacques Piccard y Don Walsh lo visitaron a bordo del batiscafo Trieste en enero de 1960. Más de medio siglo separa a una exploración de la otra, y eso obliga a que nos preguntemos cuánto queda por conocer y aprender allá abajo. Además de profundo, el océano es grande y oscuro. Y como es de esperarse, la mente humana forma una idea equivocada cuando combina (o mejor dicho, trata de combinar) a estos tres factores. El Abismo Challenger es el punto más profundo conocido hasta la fecha, lo que deja la puerta abierta a lugares aún más profundos en nuestro fabuloso planeta. Dicho eso, vamos con este vídeo:

 

Once kilómetros hacia abajo. Los submarinos estadounidenses de la clase Seawolf (de los que se hicieron solamente tres) tienen una «profundidad de prueba» que oscila entre los 490 y los 500 metros, mientras que su profundidad teórica de colapso ha sido calculada en 730 metros. El Burj Khalifa con sus impresionantes 829.8 metros es una pulga puesta de cabeza. Cerca de los mil metros de profundidad, la luz solar se rinde, y a partir de ese punto todo es oscuridad. ¡Todavía no llegamos al 10 por ciento! 1.828 metros es el punto máximo del famoso Gran Cañón. Más allá de la hostilidad de ese entorno (especialmente en lo que se refiere a presión), la vida encuentra un camino, y aún a los dos mil metros encontramos especies como el famoso dragón negro, que parece sacado de una obra de H.R. Giger. El cachalote puede alcanzar los 2.250 metros, y uno de sus alimentos preferidos, el calamar colosal (Mesonychoteuthis hamiltoni) no se queda atrás.

Si tenemos que hablar sobre un «promedio» de profundidad en el océano, ese valor sería de unos 4.267 metros, pero sería necesario bajar 500 metros más para visitar los restos del famoso acorazado alemán Bismarck. Ni siquiera hemos llegado a la mitad. Con un poco de «fast forward», si colocamos de cabeza al Monte Everest, todavía nos faltan más de dos mil metros antes de llegar a Challenger. De acuerdo al vídeo, lo único que serviría como equivalente para «visualizar» la profundidad del abismo sería subir a un vuelo comercial y esperar a que alcance una altitud estándar de 11 mil metros. Por supuesto, estaríamos ante dos espectáculos completamente diferentes. Un avión a ese nivel se convierte en una ventana al mundo. El océano a 10.916 metros, sólo ofrece oscuridad.

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Escrito por Lisandro Pardo

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