Lisandro Pardo
El concepto no es precisamente nuevo que digamos. En su momento, chatear con desconocidos era tan sencillo como ingresar a un canal de IRC, pero después surgieron servicios que apostaron aún más a la aleatoriedad y el vídeo, entre los que se destacan Chatroulette y Omegle. Y ahora, en plena pandemia combinada con órdenes de cuarentena alrededor del globo, aparece QuarantineChat, plataforma que conecta a extraños aislados para que mantengan una simple charla telefónica.
Charlar con un desconocido en línea puede llevar a una situación de riesgo, a un momento de disgusto, o a incontables horas de entretenimiento y compañía. Es una apuesta que muchos usuarios hacen día a día, usando plataformas que funcionan de forma completamente aleatoria, o que permiten configurar algunos elementos en común, como anime, música, cine, videojuegos y más (así funciona Omegle, por ejemplo). Lógicamente, con el avance de COVID-19 y los procesos de cuarentena, este tipo de servicios registran una mayor actividad a la normal, pero eso no quiere decir que falte espacio para nuevas ideas.
Dicho eso, nos encontramos con QuarantineChat, una creación de Danielle Baskin y Max Hawkins, dos artistas multimedia que se conocieron en una fiesta de disfraces, y que comparten un profundo interés por los teléfonos. ¿Qué tiene de especial QuarantineChat? La idea principal es que extraños aislados debido al coronavirus puedan entrar en contacto, sin embargo, existe una diferencia importante: El servicio usa llamadas telefónicas en vez de chat o vídeo.
QuarantineChat se basa en Dialup, otro proyecto de Danielle Baskin que busca «revivir la magia de hablar por teléfono». Uno de los puntos más interesantes de Dialup es el de las llamadas automáticas, de modo tal que dos usuarios que deseen contactarse pueden programar una llamada en un momento específico del día, o directamente crear grupos de llamadas (aunque ese ya es un servicio premium). En cambio, QuarantineChat utiliza la parte gratuita de Dialup, o sea que los usuarios no pagan ni un centavo (salvo que no haya WiFi cerca y la llamada consuma datos móviles, por supuesto).
¿Quieres ser parte de esto? Todo comienza con ingresar tu número telefónico (es completamente privado, y ninguno de los extraños podrá verlo), descargar la app Dialup, y confirmar el opt-in para QuarantineChat. El servicio ha explotado en lugares como Irán, Portugal y Londres. Eso no hace más que confirmar lo que ya sabíamos: Algunas personas son animales sociales. Necesitan charlas, pequeños intercambios. La cuarentena les ha arrebatado eso, y QuarantineChat busca cubrir el vacío.
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Fuentes: The New Yorker, Mashable
