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Ayer te contamos que Bittorrent lanzó un portal pago de descargas y nos preguntamos quién estaría dispuesto a dejar el sistema gratuito por el pago. Nos cuesta encontrar un buen motivo para el cambio.Cuando uno paga por un producto o servicio, lo hace porque encuentra algún tipo de beneficio que ningún otro le puede dar. ¿Qué beneficios ofrece Bittorrent, frente a portales como iTunes o Napster? Más que beneficios, encontramos desventajas.
El primer problema que encontramos con el nuevo servicio de Bittorrent, es su complejidad para las descargas. ¿Han intentado explicar el sistema a algún amigo que no está tan familiarizado con los ordenadores o Internet? Muchos necesitan un tutorial, con capturas de pantalla, para poder entenderlo si no estás a su lado para explicarlo. Aún con una explicación exhaustiva, puede haber muchos malos entendidos, respecto al share ratio, a los seeds y leechers y los torrents en sí mismos. ¿Por qué pagar por algo que no entienden del todo, cuando existen otros sitios en que las descargas son mucho más sencillas?
Otra cosa que no nos queda clara, es el uso de los servidores. ¿Quién obrará de semilla en este portal? Compartir los archivos es una forma de retribuir lo que se descarga, cosa que cambia si uno paga por el archivo que está descargando. ¿No debería existir un descuento para los usuarios que utilizan su propia conexión para beneficio del sistema? Aún así, siempre están los servicios pagos que no requieren que nuestros ordenadores hagan las veces de servidor. La única forma en que tendría sentido el costo de las descargas, sería si Bittorrent utilizara sus propios servidores como semillas, en cuyo caso dejaría de ser P2P y elevarían los costos para la organización.
¿Qué tipos de archivos utilizará el portal? Bittorrent ofrecerá un motor de búsquedas para los torrents. En teoría, este motor podría tener, entre sus resultados, trackers ilegales y archivos TS, CAM o screeners. Para competir con las descargas sencillas de otros sitios, Bittorrent debe ofrecer archivos de calidad y filtrar por completo cualquier torrent falso o creado por usuarios. Otro filtro debería encargarse de los trackers ilegales por razones obvias. La búsqueda debería, entonces, limitarse a sus propios servidores y los de aquellos que establezcan contrato con ellos. El mundo de Bittorrent se haría realmente pequeño con estas medidas.
Las demandas frente a la piratería se han volcado hace un tiempo a los proveedores de Internet. Algunos ISP han bloqueado puertos específicos por demandas, otros lo han hecho para no recargar el tráfico de su servicio. Los proveedores ya conocen los puertos más utilizados para Bittorrent, emule o Ares, y muchos van bloqueando, aleatoriamente, cada uno de ellos. ¿Quién asegura la velocidad de descarga a los usuarios que abonen por los archivos a bajar? Quizás se pueda establecer una demanda al ISP por bloquear puertos de descargas legales (cosa que beneficiaría a las descargas ilegales), pero sería una complicación innecesaria, otra contra para Bittorrent.
Por último, sabemos que las descargas requerirán Windows Media Player. Windows, DRM, son sinónimo de más contratiempos, vueltas y limitaciones en sistemas operativos y ordenadores. Incluso para alguien experimentado en el mundo informático, la opción de Bittorrent suena complicada o, en todo caso, disparatada (si esperan mantener la estructura de P2P con el ancho de banda de los usuarios)
Ciertamente parece que Bittorrent sólo podría tener éxito en su portal pago, si se convirtiera en un proveedor de contenidos (sin el uso de conexión de sus usuarios) y simplificara su interfaz de descarga. Es decir, si dejara de ser Bittorrent.
