Ya no compramos un móvil solo por sus bondades a la hora de hacer llamadas. La resolución de su cámara, la cantidad de MP3 que podemos guardar, si tiene o no conexión a Internet o GPS, son todas cosas que influyen en nuestra decisión. Pero ya se habla de ir paso más allá, mucho más allá. Aunque no lo creas, la inclusión de tecnologías de Realidad Aumentada en estos aparatos está cerca, y cambiará para siempre la función de los teléfonos móviles, convirtiéndolos en el gadget definitivo.
La Realidad Aumentada
Básicamente, la Realidad Aumentada consiste en añadir información virtual a la información física existente. A diferencia de la Realidad Virtual, esta tecnología no intenta sustituir la realidad física, sino enriquecerla mediante la superposición de datos informáticos a las imágenes capturadas del mundo real.
Una aplicación de Realidad Aumentada típica recoge imágenes de video provenientes de una cámara y la posición de la misma en tiempo real mediante un sistema GPS, y las envía a un ordenador. En éste, un software especial se encarga de, en función de los datos recibidos y los existentes en su base de datos, generar imágenes sintéticas que luego superpone sobre las tomadas por la cámara. De esta forma se genera un nuevo video, que es proyectado al usuario.
Esta comunión entre lo real y lo virtual permite al usuario acceder a una gran cantidad de información. Pero lo interesante de la Realidad Aumentada es que, debido a su naturaleza visual intrínseca, no requiere de una “elaboración intelectual” por parte de el usuario, sino que los datos ya están “procesados” y listos para ser consumidos.
Los teléfonos móviles son quizás el mayor ejemplo de convergencia tecnológica de todos los tiempos. Han pasado de ser un dispositivo que solamente permitía efectuar llamadas de voz desde algunas ciudades, a ser una especie de navaja suiza electrónica.
Sistemas GPS, cámaras fotográficas y de video, reproducción de audio, manejadores de información personal, posibilidad de efectuar trasferencias de datos a gran velocidad, pantallas grandes y con millones de colores, interfaces táctiles y el reconocimiento de voz son algunas de las características que se han agregado en los últimos años. La Realidad Aumentada es el próximo paso lógico.
Realidad Aumentada y teléfonos móviles
La generación de imágenes sintéticas requiere de una buena capacidad de procesamiento por parte del sistema encargado de crearlas. Pero la miniaturización ha hecho que pequeños procesadores, de muy bajo consumo, tengan la potencia necesaria para que sea posible llevar la Realidad Aumentada al ámbito de los teléfonos móviles.
El video muestra como puede superponerse una imagen sintética a una real en un móvil.
Una de las primeras barreras que se pueden encontrar a la hora de representar información muy elaborada en un móvil es el tamaño y calidad de sus pantallas. Si bien las nuevas generaciones de estos dispositivos, como el iPhone o el Nokia N95, poseen pantallas de buen tamaño y gran calidad, pueden resultar aun algo pequeñas para mostrar un video con texto, iconos o estructuras dibujadas sobre él. Sin embargo, esto podría tener solución.
En efecto, en los últimos meses hemos visto varios proyectores de muy pequeño tamaño, que incorporados en un teléfono móvil lo dotarían de una pantalla de, en principio, un tamaño ilimitado. Por supuesto, se necesita de una superficie donde proyectar los videos de Realidad Aumentada, pero eso no debería ser un gran problema: hasta nuestra propia mano podría hacer las veces de pantalla.
Todas las demás tecnologías disponibles a bordo de los móviles podrían aprovecharse a la hora de dotarlos de Realidad Aumentada. Por ejemplo, su capacidad para acceder a redes de datos a una gran velocidad resultaría indispensable para recoger desde los servidores adecuados los datos geográficos a representar.
Justamente, esa necesidad de datos online que requieren muchas aplicaciones de Realidad Aumentada puede ser su garantía de éxito. Muchas empresas se interesarán en crear útiles y atractivas aplicaciones que, una vez instaladas en los móviles, requieran de algún tipo de abono posterior para acceder a la información. Pagar por el servicio puede sonar poco atractivo para el usuario, pero seguramente impulsará a los proveedores de aplicaciones a desarrollar la tecnología.
Aplicaciones
Una tecnología como la Realidad Aumentada, montada en un teléfono móvil, tiene un amplio rango de aplicaciones. Muchas de ellas echan mano a la información geográfica obtenida del modulo GPS incluido en el móvil. Por supuesto, aún no puedes ir a la tienda y comprar un sistema de estos, pero se esta trabajando en muchos proyectos que permitirán que, en pocos años, se produzca una verdadera revolución RA. Veamos en que consisten algunos de ellos.
Life Clipper es quizás uno de los proyectos de realidad aumentada más representativos. Aun no ha sido portado a un modelo de teléfono móvil, así que requiere de un ordenador portátil para funcionar. Life Clipper permite que el usuario, dotado de unas gafas especiales conectadas al ordenador, reciba información visual y sonora relacionada con el lugar en que se encuentra. El sistema es capaz de detectar la posición y dirección del usuario mediante GPS, y desplegar fotografías, etiquetas de texto o cortos de video relacionados con lo que usuario esta mirando en cada momento.
La Realidad Aumentada, implementada en los móviles, no tiene por que limitarse a la exhibición de datos. También tiene mucho que aportar a la otra mitad de la ecuación: el ingreso de información al dispositivo.
En efecto, proyectos como Marisil permiten la sustitución de los dispositivos de entrada tradicionales (como el teclado o las pantallas táctiles) mediante una interfaz virtualizada. Es capaz de desplegar un teclado virtual sobre, por ejemplo, la mano de una persona, y recoger mediante una cámara la posición de los dedos de la otra mano sobre la imagen proyectada, y, mediante técnicas de reconocimiento de imágenes, recoger la información “tecleada” por el usuario.
El arte, la cultura y el aprendizaje también pueden beneficiarse enormemente de un móvil dotado de Realidad Aumentada. Imaginemos uno de estos aparatos en nuestra mano, mientras recorremos un museo. Mediante técnicas de reconocimiento de imágenes y el acceso a la base de datos del mismo museo, podría mostrarnos muchísima información adicional sobre cada objeto que estamos viendo.
El mismo sistema podría emplearse al aire libre, para ayudarnos a recorrer ciudades que no conocemos, mostrando etiquetas con datos de los edificios a los que señalamos con el móvil, o flechas con la dirección a la que debemos dirigirlos para encontrar nuestro objetivo. El reconocimiento de imágenes y de textos en las imágenes es la clave del éxito del a Realidad Aumentada. Imagina lo útil que seria apuntar la cámara de nuestro móvil hacia un cartel informativo escrito en un idioma que no conocemos, y ver en su pantalla el mismo cartel, pero traducido al español. O el precio de un artículo expresado en nuestra moneda.
Este tipo de tecnología puede emplearse para cosas más sencillas. Por ejemplo, se pueden superponer sobre el rostro de una persona que aparezca en la imagen del móvil su número de teléfono o dirección de email, recuperadas de la base de datos guardada en nuestro ordenador principal. O al revés: a partir de un nombre o número que hemos “visto” con la cámara del móvil, superponer la imagen de la persona en cuestión. Sin dudas, sería un gran avance respecto de las agendas tradicionales.
Con el tiempo, este tipo de aplicaciones formará parte de nuestra vida diaria y, como ocurre con tantas otras tecnologías, no comprenderemos como se podía vivir sin ellas.
Muy buena la nota. Lo más curioso es que muchas de estas aplicaciones vemos que están siendo desarrolladas. No es mera imaginación, sino que en cualquier momento están en nuestras manos.
Hola Fede!
Realmente, el futuro se presenta… alucinante.
Recuerdo una novela de ciencia ficcion de hace unos 20 años, escrita por Gregory Benford y llamada "Gran río del espacio " (tercera de una serie de 6 novelas, encuadradas en su "Ciclo del Centro Galáctico") en la que los protagonistas usaban unos trajes que, en el casco, le presentaban datos de realidad aumentada.
Los tios (igual que nos va a pasar a muchos de nosotros) no tenian mucha idea de como funcionaban, pero sin ellos el mundo era oscuro, dificil de interpretar, y hasta desconcertante.
No es dificil imaginar que en 15 o 20 años, cuando estos móviles sean una realidad, nos sintamos incompletos sin ellos.
Saludos!
Yo diría que ni cinco años, pero vamos a dejarlo en 10. Quince o 20 seguro que no.
Saludos.
Fran
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Si alguno de los que ha leido esta noticia tiene un buen (digamos excelente) nivel de inglés puede leerse la novela "Lady of Mazes" de Karl Schroeder en la que coexisten en la misma localización diferentes sociedades que se distinguen por la realidad aumentada en la que viven. La novela explora, entre otras cosas, las consecuencias de la privación de esta realidad en una población acostumbrada a ello desde su nacimiento. Excepcional.
Saludos.
Fran
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Por cierto, incomprensible que tanto esta como otras magníficas novelas del autor no estén traducidas a nuestro idioma.
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