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Reciclando ordenadores para sacar el oro de los componentes

No es mucho, pero no es nada tampoco

En más de una ocasión hemos hablado sobre el desafío del desperdicio electrónico. Además del potencial contaminante que poseen algunos componentes, también debemos considerar los metales preciosos (y otros no tanto) que se utilizan en su fabricación y terminan en el vertedero. Si la escala es apropiada y la economía de turno ayuda, la extracción de metales como oro y plata de ordenadores antiguos y teléfonos se convierte en la razón principal para el reciclaje general de hardware.

Con el tiempo he regalado algunos ordenadores, y también llevé componentes para reciclar. Una vida cercana al hardware hace que la acumulación esté a punto de salirse de control en más de una ocasión, y si miro a mi alrededor… creo que debería seguir limpiando. El gran dilema es saber con certeza a dónde va a parar todo eso. De ninguna manera estoy interesado en que una placa base termine junto a un cartón de leche vacío, pero esa parece ser la regla en estos días.

Las grandes compañías hablan de «compromiso con el medio ambiente» y organizan cosas como programas de retorno, pero al mismo tiempo alimentan los hornos de la obsolescencia programada, transmitiendo así un mensaje vacío. Los procesos más completos de reciclaje no tienen como prioridad principal la protección ecológica, sino algo mucho más tangible: La recuperación de metales preciosos.

Sacando oro de tu viejo hardware

Los elementos principales son cobre, plata, y oro. La recuperación comienza con el desarme manual de cada ordenador y monitor, clasificando las partes de acuerdo a su tipo. Los procesadores son los más «fáciles» de reciclar por así decirlo. Una mezcla de ácido nítrico con ácido clorhídrico (lo que usualmente es conocido como aqua regia) disuelve cientos de chips a la vez.

Es muy complicado calcular la cantidad de oro que se va a extraer, ya que esto depende del tipo de chip y su antigüedad (a modo de ejemplo, los viejos Pentium Pro son muy deseados por los recuperadores). El «polvo de oro» que se obtiene es lavado y fundido para crear lingotes.

El resto de los componentes demandan un proceso mucho más complejo. Después de quitar cada pieza metálica de las placas, el resultado es fundido, creando así una aleación de cobre, plata y oro. Esta aleación es cortada en láminas, y con la ayuda de un sistema electrolítico, se extrae primero el cobre, y luego la plata, dejando el oro puro al final.

Lo más probable es que los metales recuperados regresen directamente a la línea de producción para crear nuevos ordenadores, aunque el vídeo menciona a la «sal de oro». De más está decirlo, si alguien quiere reproducir esto a menor escala deberá tener mucho cuidado con la manipulación de ácidos, y por supuesto paciencia… pero funciona.

(Del Archivo de NeoTeo, 5 de Septiembre de 2015)

Escrito por Lisandro Pardo

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