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Retroinformática: Enterprise (1985)

Retroinformática: Sam Coupé (1989)

En la nota anterior te contábamos la historia del Sam Coupé, un ordenador fantástico que quedó fuera de mercado por demorarse su comercialización. El Enterprise, un ordenador basado en el Zilog Z80 a 4MHz, con 64 (o 128) KB de RAM y varios modos de vídeo, anunciado en 1983, demoró casi tres años en llegar a las tiendas. Durante ese tiempo la competencia lanzó ordenadores tan o más completos, convirtiendo al Enterprise en un lamentable fracaso. Esta es la historia de como un producto del que se han hecho mas de 80 mil preventas, con excelentes características técnicas se convierte en un desconocido culpa de una mala política de distribución.

A lo largo de esta serie de artículos hemos visto que la década de 1980 fue una de las más prolíficas de la historia en cuanto al desarrollo y comercialización de ordenadores. A diferencia de lo que ocurre en la actualidad, cada fabricante intentaba imponer su plataforma, esforzándose en ofrecer un producto mejor que sus competidores. El resultado de esta “carrera armamentística” fue la aparición de máquinas realmente novedosas, muchas de las cuales se vendieron por millones, convirtiendo a sus creadores en millonarios. Los usuarios, por supuesto, no podían migrar fácilmente sus programas y datos de una plataforma a otra, y los fabricantes de software a menudo debían escribir 5 o 10 versiones diferentes de un mismo programa. En medio de esta explosión de diseños, algunos inevitablemente terminaban fracasando. Muchos de ellos decepcionaron a los compradores debido que realmente eran diseños pésimos, pero otros lo hicieron debido a los retrasos que son tan habituales en el mundo de la informática. El Enterprise, desarrollado en el Reino unido, fue uno de ellos.

A la derecha estaba el conector del bus de expansión.

En 1983, momento en que el mercado de ordenadores domésticos de Inglaterra pasaba por uno de sus mejores momentos, en parte gracias al recientemente aparecido Sinclair ZX Spectrum, Locumax – una empresa de Hong Kong- decidió que debían ser parte de este negocio. Para ello necesitaban disponer de un ordenador novedoso, y encargaron su diseño a la compañía inglesa Intelligent Software, cuyo CEO era un jugador internacional del ajedrez llamado David Levy. El objetivo final era conseguir una máquina lo suficientemente buena y barata como para poder desbancar del mercado a todos los potenciales competidores.  A lo largo del desarrollo se designaría al nuevo ordenador con el nombre en código DPC (siglas de Damp Proof Course en inglés), y se diseñarían incluso chips especiales, a medida, para dotarlo de capacidades gráficas y de sonido pocas veces vistas en otros ordenadores. El ordenador, cuyo nombre fue cambiando a lo largo del tiempo (”Elan 64”, “Elan” y finalmente “Enterprise”) fue anunciado en una rueda de prensa en Septiembre de 1983 y generó gran entusiasmo entre los usuarios.

Sin embargo, sus desarrolladores pronto descubrirían que crear un ordenador desde cero no era una tarea tan sencilla y verían como sus plazos se iban demorando una y otra vez. Para gobernar la pantalla de diseñó un chip especial, conocido como “Nick”, que era capaz de proporcionar una resolución máxima de 672 x 512 píxeles en modo entrelazado (672 x 256 píxeles sin entrelazar). El sistema tenía una paleta de 256 colores (8 bits) y Nick era capaz de utilizar -según el modo gráfico- 2, 3, 16 o 256 colores en cada linea de barrido. El borde de la imagen podía tener cualquiera de los 256 colores disponibles y los modos de vídeo eran flexibles, siendo el usuario el encargado de elegir la resolución, cantidad de colores, etcétera, siempre que no requiriesen más de 64KB de RAM, el máximo que podía direccionar Nick. La RAM de vídeo era parte de la RAM principal, por lo que algunas combinaciones no eran posibles, ya que el ordenador se quedaba sin memoria disponible para el usuario. Una versión aparecida más tarde, el Enterprise 128, con 128KB de RAM, permitió explotar todo el potencial de este chip gráfico, aunque los más usados siguieron siendo 672 x 512 píxeles en dos colores y 256 x 160 píxeles con 16 colores. El texto podía mostrarse en tres resoluciones diferentes:  40 columnas y 24 filas, 80 columnas por 28 filas u 84 columnas por 64 filas. Por último tenemos que mencionar que Nick aceptaba señales de vídeo externas, provenientes de un generador de sprites o una cámara de TV. Su potencia era comparable a la de las primeras placas SVGA del mundo PC.

El sonido estaba en manos del otro chip custom, denominado “Dave”. Habían recibido esos nombres en honor a sus desarrolladores, Nick Toop y Dave Woodfield. Dave proporcionaba al Enterprise tres canales de sonido y uno de ruido blanco. Era capaz de aplicar efectos de distorsión a las ondas generadas, y podría manejar el volumen del mismo en 64 pasos discretos. La “personalidad” del Enterprise estaba marcada fuertemente por la presencia de estos chips, cuyas características eran aprovechadas al máximo por su BASIC. Este lenguaje de programación residía en una ROM externa, dentro de un cartucho, por lo que el usuario tranquilamente podía cambiarlo por otro y programar su Enterprise en otro lenguaje. De todos modos el IS-BASIC (así era como se llamaba), que ocupaba 16KB de ROM, era lo suficientemente potente como para satisfacer a la mayoría de los usuarios. Físicamente, el Enterprise era un ordenador bonito,  más grande que el Spectrum -40 x 27 x 2,5 centímetros- y con una carcasa construida con plástico gris oscuro. El teclado, completo y con teclas de función, utilizaba colores (verde, rojo y azul) para diferenciarlas. Un joystick de pequeño tamaño, incluido en la esquina inferior derecha ayudaba en los juegos.

En cuanto a los puertos de expansión, el Enterprise estaba a la altura de la competencia, e incluso superaba a unos cuantos. En su lateral izquierdo se encontraba un slot para cartuchos ROM, y en la derecha estaba el conector del bus de expansión. En la parte de atrás había conectores para dos joystick, un puerto paralelo Centronics, un puerto serie y las salidas de audio/vídeo. También había conectores para el infaltable grabador de casetes, del que podían conectarse dos unidades controladas remotamente. Una salida especial permitía conectar un monitor con mejor calidad que la proporcionada por un TV. Desde que se anunció en la conferencia de prensa hasta Abril de 1984, cuando se dijo que pronto estaría disponible en las tiendas se hicieron unas 80 mil reservas. Los usuarios esperaban ansioso al Enterprise, pero la empresa no pudo comenzar a entregar las unidades hasta 1985. Para ese entonces el mercado había cambiado completamente. Amstrad estaba vendiendo su CPC464 (con un aspecto sospechosamente similar en su teclado) en grandes cantidades y a mejor precio, y buena parte de los que habían reservado un Enterprise desistieron de comprarlo.

Inevitablemente la compañía responsable del Enterprise quebró, y las casi 20 mil unidades que había en depósito fueron enviadas a Hungría, único país en el que este ordenador puede ser considerado como “exitoso”. En la actualidad se ha convertido, como tantos otros, en una pieza buscada por los coleccionistas, con un gran valor debido a sus características y bajo número disponible.

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Escrito por Ariel Palazzesi

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