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Ricoh GR III: Una aliada hipercompacta para fotografía urbana

Imágenes de gran calidad, en un formato muy cómodo

Ricoh GR III

Nuestra reciente visita al espacio mirrorless ha sido muy satisfactoria con el recorrido por la Fujifilm X-H1, pero es hora de regresar al territorio de las ultracompactas, y hoy nos encontramos con un nombre que tal vez tome por sorpresa a algunos principiantes. Técnicamente Ricoh es la dueña de Pentax, y si quieres ver algo de esa marca puedes repasar nuestro artículo sobre la Pentax K-S2, sin embargo, es el turno de la cámara Ricoh GR III, una solución pensada para que captures cada rincón de tu ciudad, obteniendo imágenes que superan a las de cualquier smartphone promedio.

Todos sabemos que la cámara perfecta no existe, pero eso no nos impide continuar con nuestra búsqueda. Lo más eficiente (y no necesariamente más sencillo) es encontrar la cámara que sea perfecta «para nosotros». Ahora, la pregunta es: ¿Acaso ya sabes lo que quieres de una cámara? ¿Tienes un estilo desarrollado y objetivos definidos, o prefieres explorar y experimentar sin pausa? La nueva Ricoh GR III apunta un poco en ambas direcciones. A simple vista es una cámara para llevar a todas partes y capturar momentos espontáneos, encuentros casuales, chispazos únicos que tal vez no se repitan jamás. Pero al mismo tiempo, esa propiedad la coloca en una posición muy específica, y si deseas salir de ella, bueno… puede que encuentres algunas limitaciones.


Ricoh GR III: Buena compañera… con prioridades

Mejor que su hermana menos en muchos aspectos... y peor en otros
Mejor que su hermana menos en muchos aspectos… y peor en otros

Anunciada originalmente en septiembre de 2018, la Ricoh GR III posee un sensor CMOS de 24.2 megapíxeles efectivos, acompañado por el procesador de imágenes GR ENGINE 6, y un objetivo que presenta una distancia focal de 28 milímetros (equiv. 35mm). La sensibilidad ISO oscila entre 100 y 102.400, mientras que su velocidad de obturación va de 1/4000 a 30 segundos. Su pantalla táctil capacitiva es de 3 pulgadas con una resolución de 1.03 millones de puntos, pero no cuenta con soporte abatible. Tampoco encontrarás aquí un viewfinder electrónico. Todo pasa por la pantalla principal, y con sus diferentes niveles de brillo podrás corregir cualquier déficit o exceso, aún en situaciones extremas. Si la comparamos con la pantalla de su hermana menor GR II, lo cierto es que perdió unos 200 mil puntos de definición, pero su calidad final sigue siendo muy buena.


La GR II tiene más resolución de pantalla, pero el ajuste fue razonable
La GR II tiene más resolución de pantalla, pero el ajuste fue razonable

El mensaje de la Ricoh GR III es bastante claro: Colócala en tu bolsillo, y ve allá afuera. La cámara promedia los 250 gramos con batería y tarjetas instaladas, lo que se traduce en una portabilidad fabulosa. Pero eso no la convierte en una cámara imposible de expandir. De hecho, el objetivo puede recibir a la lente de conversión GW-4 y «bajar» a 21 milímetros (siempre y cuando estés dispuesto a pagar el premium adicional), y la zapata abre varias posibilidades, incluyendo la instalación de viewfinders externos. Dicho eso, creo que el espíritu de la Ricoh GR III brilla más apenas es retirada de la caja, como una point and shoot lista para registrar bares, restaurantes, arquitectura, mercados locales, fiestas y eventos. Su sistema de autoenfoque es híbrido, combinando detección de fase y detección de contraste. No es el más rápido del mundo, y en ningún momento Ricoh indica que la GR III sea una cámara deportiva o recomendada para escenas de acción, pero existe un gran atajo en la forma de Snap Focus. Solo debes experimentar con los valores de distancia disponibles, y elegir el que mejor te sirva. Otro aspecto para destacar es que la Ricoh GR III entrega resultados muy positivos en macro, y pide a gritos una buena sesión de bokeh.


Tres modos personalizados en el dial, nada mal
Tres modos personalizados en el dial, nada mal

La interfaz de la Ricoh GR III es un ejemplo contundente de sencillez, con una estética general a la que podemos calificar de sobria, casi espartana si se quiere. Un círculo de control y cuatro botones físicos en la parte posterior (uno identificado «Fn» y otro para vídeo) se suman al dial de modo que solo tiene siete opciones: Automático programable «P», Prioridad de apertura «Av», Prioridad de obturación «Tv», Manual «M», y tres valores personalizables, «U1-U2-U3». El botón Fn acepta hasta 30 parámetros diferentes, o sea que podrás adaptar el funcionamiento de la Ricoh GR III a tu estilo, optimizando el acceso a lo que consideres más valioso. El resto de su dinámica se desarrolla a través de la pantalla táctil, y ante cualquier duda, recomendamos repasar su manual de apenas 170 páginas. El único detalle es que Ricoh aún no lo publica en español. Paciencia.


1/13 f/4 ISO 800 (Mitsuo Suzuki)
1/13 f/4 ISO 800 (Mitsuo Suzuki)
1/30 f/2.8 ISO 800 (Mitsuo Suzuki)
1/30 f/2.8 ISO 800 (Mitsuo Suzuki)
1/500 f/5.5 ISO 100 (Mitsuo Suzuki)
1/500 f/5.5 ISO 100 (Mitsuo Suzuki)

En este punto es cuando hablamos de las capacidades de vídeo, y la Ricoh GR III no va a ser la excepción. El problema es que la palabra más amable que tenemos para describir a su grabación es «regular». Concedido, ahora es 1080p60, duplicando el framerate de la GR II en esa resolución, y el límite de tiempo se mantiene en 25 minutos, pero si tu prioridad es registrar el mejor vídeo posible en un dispositivo compacto, todas nuestras flechas apuntan a la Sony DSC-RX100 V y su notable 4K, hoy con un precio inferior a 800 euros. Al analizar sus opciones de conectividad, Ricoh habilita una combinación de WiFi n y Bluetooth Low Energy 4.2, e incluye la posibilidad de enviar fotos DNG directamente a un smartphone.


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Accesorios para Ricoh GR III

Con un lanzamiento oficial tan reciente, es lógico que la Ricoh GR III arrastre todo el premium natural de su debut, por lo tanto, recomiendo esperar a que deje atrás esos incómodos 900 euros en su etiqueta. La buena noticia es que dicho exceso no salpica a sus accesorios. Con una suma modesta podrás compensar varios puntos débiles en la cámara, extender su vida útil, y obtener las mejores fotografías.


Baterías y alimentación

Uno de los «downgrades» más importantes que sufrió la Ricoh GR III fue la duración de la batería. Una carga completa de su módulo DB-110 dura cerca de 200 disparos. Eso significa que de un modo u otro llevarás una batería extra en tu bolsillo, pero no todo está perdido. Por el contrario, la batería DB-110 es equivalente a las LI-92B y LI-90B de Olympus, y eso nos permite acceder a modelos compatibles muy económicos, como la que comercializa Gloxy. Además, su cargador híbrido 2 en 1 para casa y coche elimina cualquier crisis energética en movimiento, eso sin olvidar que el puerto USB tipo C de la Ricoh GR III acepta carga de múltiples fuentes.

Siempre daremos la bienvenida a una buena retrocompatibilidad de baterías
Siempre daremos la bienvenida a una buena retrocompatibilidad de baterías

Trípodes y soportes

A menos que vayas a explorar el límite superior de los valores ISO fotografiando en situaciones de muy baja luz, la búsqueda de un trípode para Ricoh GR III no es obligatoria. Aún así, tampoco es mala idea contar con un soporte mínimo en caso de que necesites liberar tus manos. Nuestra recomendación en esta sección se reduce a dos clásicos: El Manfrotto Pixi, muy compacto y ligero, con rótula incluida y una especie de «modo selfie stick», y el soporte Clampod Takeway T1, que básicamente se agarra a lo que sea, es muy fácil de transportar, y su carga máxima lo hace compatible con cámaras mucho más pesadas.


Bolsos y estuches

Si el plan es trasladar todo el equipo asociado a tu cámara, entonces no dudes en buscar una buena mochila para tu Ricoh GR III, pero haciendo honor a su formato ultracompacto, hoy queremos compartir un par de alternativas más pequeñas. La primera es la funda Lowepro Dashpoint 30, con un excelente interior acolchado, y la opción de llevarla enganchada al cinturón. La segunda es el estuche Manfrotto Piccolo 5, que además de recibir sin sobresaltos a la Ricoh GR III, también la protege de la humedad gracias a una cobertura especial. La cámara incluye un limpiador automático para eliminar el polvo de su sensor, pero eso no la vuelve inmune. Con alguna de estas fundas, podrás mantener esas partículas molestas a raya.

Ideal para una cámara tan compacta
Ideal para una cámara tan compacta

Memoria

Memoria SDXC Sony 64GB UHS 1 Clase 10
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Memoria SDXC Sony 64GB UHS 1 Clase 10
  • Capacidad de 64GB, ideal para DSLR y videocámaras
  • Increíble velocidad de lectura 90Mb/s y escritura 70MB/s
  • A prueba de agua, polvo y temperaturas extremas
  • Software de recuperación de fotos descargable
  • Haz ráfagas de 80 fotografías al minuto
  • Perfecto para 4K y Full HD Video

La Ricoh GR III cuenta con un recurso inusual en estos días, y es memoria interna. El fabricante decidió sumar un total de 2 GB para esos incómodos momentos en los que te olvidas la tarjeta de memoria, y en sesiones muy cortas, incluso podrías ignorarla por completo. Sin embargo, nuestra sugerencia es buscar una Sony SF-64U de 64 gigabytes por menos de 30 euros, y quebrar la ecuación del almacenamiento en un solo movimiento.

Más que suficiente
Más que suficiente

Kits especiales

Una vez más, limpieza y fotografía de productos son las categorías elegidas para nuestra sección de kits misceláneos. Por un lado, el paquete Gloxy 6 en 1 trae todos los materiales básicos que te ayudarán a mantener en forma a tu Ricoh GR III sin causar daños, y por el otro, el mini estudio portátil de 40 x 40 x 40 centímetros habilita un rol más para la cámara por fuera de la fotografía callejera. Ambas soluciones pueden ser tuyas por menos de 80 euros.

Trae luces y fondos adicionales
Trae luces y fondos adicionales

En resumen, la Ricoh GR III tiene como deseo que la saques a pasear, y a cambio entregará imágenes de excelente calidad. Los límites en sus modos de grabación son aceptables si no perdemos de vista el hecho de que no es una cámara para vídeo, y el pobre rendimiento de la batería es fácil de contener con un módulo adicional. Lo que más me duele a nivel personal es el precio. Me encanta su tamaño, y como cámara «viajera-instagrammer-callejera» no defrauda… pero 900 euros es un valor que sólo los hiperentusiastas early adopters van a pagar. A esperar, entonces. ¡Buena suerte!


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Escrito por Lisandro Pardo

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