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RoboEarth: Una Web de aprendizaje para robots

Existen muchos robots, de todo tipo y tamaño, con funciones específicas o aplicaciones más generales. Todos necesitan ser programados de algún modo, y aunque se han desarrollado opciones remotas, no dejan de estar limitados por la información que reciben. RoboEarth quiere cambiar eso con una red dedicada a través de la cual los robots pueden compartir datos, técnicas y procedimientos. En otras palabras, aprender.

Visualiza por un momento a un robot atendiendo un paciente. Durante su rutina diaria, el robot realiza varias tareas, y al cumplir con ellas reporta los resultados, incluyendo sus parámetros de rendimiento, a través de una red dedicada. Un operador humano llega a la conclusión de que el robot tardó un poco más de lo que se esperaba, y decide optimizar la rutina. Una vez que dicha optimización está completa, los nuevos valores quedan guardados en la red no sólo para que este robot con problemas de eficiencia los descargue y asimile, sino para que otros robots con funciones similares que necesiten adoptar a esa rutina en otra parte del mundo, obtengan exactamente los mismos beneficios. En vez de vigilar y optimizar personalmente a cada robot, los datos provenientes de uno de ellos y el inevitable toque humano “enseñaron” al resto a ser más eficientes. Este nexo de información o repositorio de datos para robots no es una simple teoría: RoboEarth es un proyecto con cuatro años de antigüedad, financiado por la Unión Europea.

 

La culminación del proyecto llega con una simulación pública a escala completa, en la que cuatro robots deben cubrir las necesidades de un “paciente” que permanece internado en una habitación de hospital falsa. Los cuatro robots utilizan a RoboEarth como una fuente común, compartiendo datos entre sí y mejorando con cada tarea completada. En esencia, RoboEarth busca acabar con la estructura de “una tarea – un robot” que conocemos hasta ahora. A modo de ejemplo, si el robot encargado de servir bebidas al paciente sufre una avería y no puede cumplir su tarea en forma satisfactoria, todo lo que tiene que hacer otro robot es descargar la programación compatible y asumir ese rol sin que un humano se vea forzado a consumir horas enteras “reeducando” al robot secundario. La idea de que un robot aprenda sin intervención humana (o con una atención mínima) tal vez preocupe a algunas personas, pero RoboEarth también podría ser interpretada como una capa extra de control sobre los robots.

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Escrito por Lisandro Pardo

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