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¿Has visto cómo luce un átomo? (vídeo)

Bueno, tal vez un átomo específicamente sea un poco complicado, ¿pero qué tal un grupo de 27 mil de ellos? A ese nivel de detalle ha llegado un grupo de investigadores en las universidades de California Los Angeles y Northwestern, creando una imagen en tres dimensiones de una nanopartícula de platino. Al utilizar más de cien imágenes combinadas, los investigadores lograron establecer la ubicación de cada uno de los átomos que forman la nanopartícula, además de detectar sus irregularidades.

Gracias a la capacidad de los microscopios electrónicos actuales, es posible obtener imágenes con un detalle en verdad impresionante. Sólo basta con hacer una breve visita a Google Images y buscar imágenes relacionadas para comprobar esto, no importa si se trata de un trozo de metal, o de alguna criatura extremadamente pequeña. Sin embargo, la ciencia siempre está buscando la forma de llevar los límites un poco más allá, y cuando hablamos de lo “muy pequeño”, inevitablemente llegamos a la escala atómica. Diferentes desarrollos han logrado manipular átomos, pero a la hora de observar uno, esto es lo mejor que se ha logrado… por ahora.

Lo que se aprecia en el vídeo es una nanopartícula de platino, y lo que nos hace recordar a un panal de abejas difuso, es en realidad su estructura atómica. Esta imagen tridimensional fue generada por investigadores de la Universidad de California Los Angeles, y la Universidad Northwestern. Previamente, las imágenes que se podían obtener con este detalle estaban limitadas a dos dimensiones, pero al combinar más de cien imágenes tomadas de diferentes ángulos, el resultado es una representación en tres dimensiones con la ubicación exacta de los 27 mil átomos que forman a la nanopartícula.

¿Cuál es el beneficio principal que aporta esta técnica? En un comienzo, ayuda en la creación y desarrollo de nuevos materiales. Al exponer la llamada dislocación de una partícula, los investigadores pueden tener una mejor idea sobre la fuerza y la resistencia del material. Sin embargo, sus teóricas aplicaciones no se terminan allí, ya que el potencial se extiende al desarrollo de biocombustibles, e incluso nuevos (y más pequeños) dispositivos electrónicos. A mediados del año pasado, la Universidad Griffith nos enseñó la sombra de un átomo, pero ahora, los vemos como si fuera una especie de panal de abejas. ¿Qué tanto podrán avanzar…?

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Escrito por Lisandro Pardo

7 Comments

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  1. cuando me quito mi anteojos y me concentro puedo ver son muy rapidos que no me puedo concentrar en su forma pero no son necesariamente redondas

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