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La fabulosa exageración de los anuncios de tecnología en los años ’80 (Galería)

Familiares, vecinos, y hasta mascotas quedaban asombradas

Una característica que probablemente jamás olvidaremos de las campañas de ventas por TV es la extrema exageración de sus actores, en especial cuando no pueden hacer cosas simples como abrir una botella o usar una escoba. Sin embargo, dicha exageración no es exclusiva de la televisión. Al recorrer viejas publicaciones sobre ordenadores y videojuegos de los años ’80 encontraremos toda clase de anuncios y tapas con niños, adultos y animales en el más puro estado de éxtasis.

No importa si se trata de un ordenador DIY, de un sistema completo, de una consola o un simple juego educativo, los encargados de la publicidad no dudaron en presentar a gente asombrada, con la boca abierta, sonriente o en plena celebración. Los jugadores se aferran a los controles, haciendo poses con las que tratan de acompañar el movimiento de sus personajes. Al final del día, uno entiende por qué seguían esa ruta. Las capacidades técnicas de aquellos sistemas era limitada en el mejor de los casos, y había que «seducir» de algún modo a los potenciales compradores. ¿La alternativa? Muchas mujeres, por supuesto.

#2

Bonus: El catálogo Otoño 1991 de The Learning Company. Puños cerrados, bocas abiertas, el Nintendo encendido y abandonado, y no olvidemos al sujeto desmayado en el fondo.

#6

Debe ser una música muy buena para que toda la familia se reúna junto al televisor, y en la otra imagen... creo que hay amor ahí, ¿verdad?

#8

Aún a la hora de vender software de negocios, todos debían parecer maravillados

#9

Admito que he «acompañado» el movimiento hecho con el joystick más de una vez...

#11

Jack Charlton, un jugador de fútbol en un juego de pesca, actividad que al parecer disfruta mucho...

#12

Familia genérica celebrando cerca del Laser 128, uno de los pocos clones de Apple que la manzana no pudo retirar del mercado

#14

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El IMSAI 8048, tan potente que el lechero dejaba de trabajar, y la cena quedaba a medio terminar

Escrito por Lisandro Pardo

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