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Duckietown: Patitos de hule, coches autónomos, y Raspberry Pi

En otro episodio más de «parece una locura, pero nos encanta», descubrimos que la gente del MIT tiene una clase de autonomía avanzada llamada Duckietown. Este pequeño pueblo sirve como plataforma de desarrollo para un grupo de cincuenta robots con patitos de hule que conducen por sus calles usando sólo una cámara, sin mapas precargados, y respetando señales de tránsito. Las primeras versiones están basadas en el Raspberry Pi, y todo el proyecto es open source, por lo tanto, cualquiera puede crear algo similar.

El avance de los vehículos autónomos es lento, pero seguro. Mientras la burocracia de turno trata de llegar a una posición que permita su uso extendido, los proyectos principales acumulan millones de horas en viajes, demostrando ese hecho que en el fondo ya sabemos todos: Los ordenadores conducen mucho mejor que los humanos. De hecho, es precisamente el «factor humano» el que está causando problemas con la función «Autopilot» en los coches Tesla. El sistema no es perfecto, sin embargo, el bípedo al que transporta puede ser mucho peor cuando se lo propone. Dicho de otro modo, los proyectos que buscan retirar al homo sapiens del volante son muy serios, aunque existe uno tan diferente al resto, que hasta un niño podría disfrutarlo:

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Damas y caballeros, les presento a Duckietown. Esto no es un capricho de fin de semana, o un experimento aislado en un hackathon. Se trata de una clase real en el MIT, enfocada sobre autonomía avanzada. Los participantes han construido un total de cincuenta «Duckiebots», pequeños taxis robóticos que transportan patitos de hule a través del pueblo. Los Duckiebots respetan señales y luces de tránsito, se detienen en los cruces, giran de manera correcta, y evitan chocar entre sí con apenas una cámara integrada. No hay mapas precargados, y de acuerdo a la documentación disponible, la primera versión de los Duckiebots utiliza un Raspberry Pi 2 como pieza de hardware principal.

Todos los elementos de la clase, desde el software hasta el diseño de los robots, fueron publicados como open source, de modo tal que cualquiera puede reproducir a Duckietown con un presupuesto menor. De más está decirlo, Duckietown es una excelente opción para presentar desarrollos en robótica y autonomía a los más pequeños de la casa (aunque algo me dice que la clase se saldría de control en tiempo récord).

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Escrito por Lisandro Pardo

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