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Análisis: Harry Potter and the Half-Blood Prince

A lo largo de los años los juegos de basados en el mundo creado por J.K. Rowling han sido abismales. Excepto por algún que otro título, siempre nos han entregado las peores representaciones del material. Este año, con el estreno de una nueva película para mitades de julio, Electronics Arts nos trae Harry Potter and the Half-Blood Prince. ¿Podrá limpiar el historial de la serie en el medio o seguirá la misma línea de mediocridad?

Sabemos a la perfección que juegos basados en películas tienden a fracasar como ningún otro tipo de juegos. Pero, ¿qué sucede con un juego que está basado en una película basada en una novela? Pues, si nos guiamos por el ejemplo de Harry Potter and the Half-Blood Prince deberíamos decir que fracasa aún peor. La serie record del joven mago ha inspirado los peores juegos y la tendencia sigue con este nuevo título.
La película aún tiene como fecha de estreno el 15 de julio, pero tal como el filme, el juego cuenta una nueva aventura de Harry y sus amigos en el colegio de magia, Hogwarts.

Durante su sexto año en el colegio varias cosas suceden. Entre algunas, Harry comienza clases privadas con Dumbledore, lo que le da información sobre muchos oscuros secretos de Voldermont. Pero también, parece que Malfoy está cumpliendo órdenes del innombrable a lo largo del colegio y es la misión de Harry averiguar qué trama y detenerlo.

Hasta aquí vamos bien, el juego intenta en cierta manera contar la misma historia que cuenta el libro y la película y, en el medio, insertar algunos elementos de exploración, simples puzzles y acción. Habría que aclarar que cada uno de estos aspectos fracasa en cada una de sus incursiones, pero es aún peor la manera en que cuenta la historia. Los diálogos son pésimos, las cutscenes extremadamente cortas y mal hechas, y todo parece estar hecho a las apuradas.

Una vez que llegas a Hogwarts puedes explorar el colegio con mucha libertad y esta recreado con mucha fidelidad al estilo utilizado en las películas. Sin embargo, además de explorar tienes tres tipos de “minijuegos” que deberás dominar antes de poder salir triunfante en los obstáculos. Todas las misiones giran alrededor de, por lo menos, tres mecánicas: duelos mágicos, volar con la escoba y mezclar pociones.

Los duelos son probablemente la parte más divertida (si es que se puede decir así) y satisfactoria parte del juego. Utilizando el analógico derecho, Wiimote o ratón puedes hacer movimientos libremente y, dependiendo de los gestos hechos, puedes conjurar diferentes hechizos. Algunos son defensivos y otros ofensivos, pero el juego hace un buen trabajo en enseñártelos todos antes de que tu vida corra peligro. Ésta probablemente sea la parte más emocionante, porque hechizos bien conjurados pueden hacer volar a tu enemigo hacia el otro lado de la habitación. Pero tarde o temprano el combate se vuelve repetitivo y lanzar Crucio o Expelliarmus tarde o temprano se vuelve aburrido.

Volar por los aires en partidos de Quidditch es probablemente la peor parte del juego, ya que como concepto tiene un gran potencial, pero es una verdadera pena que haya sido reducido a cruzar unas estrellitas para cumplir el objetivo. Podrían haber desarrollado una mecánica para hacer los encuentros emocionantes, pero no… siempre que vuelas por los aires solo debes llegar a ciertos checkpoints desperdigados por el escenario. Una gran oportunidad perdida.

Por último, la mezcla de pócimas se asemeja a un juego de ritmo en donde, en vez de apretar ciertos botones para seguir con el ritmo, debes mezclar las botellas que te indica para llegar a cierto color antes de que se acabe el tiempo. Puede ser divertido las primeras veces, pero tal como el combate (y mucho más rápido también) se vuelve monótono.

Todo esto puede sonar como lo que cualquier fanático de la serie quiere, pero aunque los conceptos básicos están muy bien elegidos, están pesimamente llevados a la práctica y aún peor colocados en contexto. Durante todo el juego debes hacer las mismas cosas una y otra vez. Si por lo menos, la historia o las cutscenes dieran alguna especie de recompensa por cumplir los objetivos sería diferente, pero ni siquiera eso.

Por lo general este tipo de juegos, que salen para todas las plataformas existentes, suelen tener gráficos de gran calidad para atraer a los fanáticos que no suelen tener mucha experiencia con los juegos. Pero ni siquiera tenemos eso. Más allá de algunas correcciones, Half-Blood Prince tiene los mismos gráficos que su predecesor y le juega muy en contra. Muchos de los personajes parecen zombies y sus animaciones son aún peor que su apariencia. Las voces siguen el mismo camino con pésimas actuaciones y desastrosos diálogos.

Existen juegos sobre esta tierra que todos deberían evitar y Harry Potter and the Half-Blood Prince es uno de ellos. Nada en este título es disfrutable y, si lo es, solo dura unos pocos minutos. Las mejoras que habían hecho de su predecesor una experiencia disfrutable fueron lanzadas al tacho por controles más simples y solo Dios sabes qué más.

Si luego de toda esta verborragia negativa sigues con el plan de comprar Harry Potter and the Half-Blood Prince (Dios te proteja), puedes hacerlo para una buena cantidad de plataformas. Puedes conseguirlo para PlayStation 3 por €59.98, Xbox 360 por €69.98, Nintendo DS por €39.98 y Nintendo Wii por €49.98. Algunas tiendas también ofrecen una versión para PC.

En defintiva, Harry Potter and the Half-Blood Prince es un error de principio a fin. Muy pocas cosas en este título se mantienen en pie y, si lo hacen, es por muy poco tiempo, hasta que la mecánica que se vuelve aburrida. Cuando el predecesor es mejor que el juego actual, significa que algo salió horrendamente mal durante el desarrollo. Es una pena que probablemente el mejor libro de la serie haya sido masacrado de esta manera, pero tampoco es la primera vez que sucede

Puntaje: 42%

Conclusión: Mejor esperar a que se estrene la película o volver a leer el libro, porque este juego de ninguna manera vale la pena.

Escrito por Tomás Garcia

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