Existen muchas formas de implementar protocolos de seguridad en el ordenador, no sólo para proteger a un sistema de ataques externos, sino también para registrar e incluso impedir cualquier actividad no autorizada de un usuario con privilegios reducidos. En un ejemplo común, podemos citar a padres preocupados por lo que están viendo sus hijos en la Web. Lo que BlackBox ofrece puede parecer extremo para algunos usuarios, pero para otros, un monitoreo constante es exactamente lo que necesitan.
Una frase indica que el precio de la paz es la eterna vigilancia. Por otro lado, algunos creen que la paranoia es solo un estado absoluto de consciencia. Hemos mencionado en muchas ocasiones que una pizca de paranoia es recomendada para mantener a nuestros ordenadores seguros y funcionales. En general, las opciones de protección y mantenimiento que existen en Windows son muy pobres, y es el usuario quien debe llevar las riendas. Sin embargo, existen ocasiones en las que el objeto de la paranoia no es el ordenador en sí, sino el usuario. Es muy raro que un problema en el ordenador aparezca "por sí solo" (aunque puede pasar), y si se ha detectado un patrón de inconvenientes recientes, la responsabilidad tal vez caiga en el o los usuarios que acceden al ordenador. Todo entorno operativo debe mantenerse limpio de malas influencias, especialmente si está a disponibilidad de niños pequeños.
Ningún sistema de vigilancia es perfecto, y si bien no creemos que BlackBox lo sea, posee opciones muy interesantes. ¿Qué es lo que puede monitorear y registrar? Bueno, casi toda actividad posible en un ordenador. Además de obtener capturas instantáneas de imágenes en intervalos establecidos, también posee capacidades de keylogging y detección de volumen de tráfico, algo que puede indicar la utilización de programas p2p que no hayan sido autorizados. Al mismo tiempo, es capaz de registrar las palabras que se hayan escrito en la gran mayoría de los motores de búsqueda de la Web. De más está decirlo, esto puede detectar cualquier operación de escritura, incluyendo nombres de usuario y contraseñas. BlackBox tiene capacidades de monitoreo muy poderosas, pero puede ser muy peligroso en las manos equivocadas.
Lo que nos lleva a la función principal de BlackBox, que es el monitoreo remoto. Un usuario puede instalar BlackBox y ejecutarlo en segundo plano, registrando la actividad de cualquiera que pase por dicha terminal, pero BlackBox puede transmitir datos de ordenadores conectados a una red LAN o incluso a través de Internet, aunque esto requiere configuraciones adicionales en materia de puertos abiertos, y la instalación de pequeños "agentes" que registran todo movimiento en el sistema. Ahora, de acuerdo al contrato-licencia de BlackBox, el programa sólo puede ser utilizado de forma personal, y no en entornos comerciales como oficinas. Básicamente, esto es así para evitar posibles conflictos entre derechos de privacidad y lo que se considera como "conductas autorizadas" en algunas empresas. BlackBox camina sobre una línea muy gris y muy delgada que separa la seguridad de la privacidad, pero más allá de este detalle, es una muy buena pieza de software, además de completamente gratuita.
