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A Cadillac Named Desire: La película pornográfica financiada por Atari

En su pico más alto, el titán de los videojuegos exploró un mercado muy extraño

Si yo digo «Atari», y a eso le sumo «1978», nuestros lectores automáticamente piensan en la famosa consola VCS, mejor conocida como Atari 2600. 1978 fue el principio del fin para Atari por muchas razones, pero si tenemos que escoger algo inusual entre sus actividades, es que la compañía financió parcialmente una película para adultos, y también habilitó un lugar de filmación. La película se llama «A Cadillac Named Desire», y tuvo la participación de Sharon Thorpe, una de las estrellas de la época.

La historia nos dice que Nolan Bushnell vendió Atari a la Warner Communications por unos 30 millones de dólares en 1976, poco más de 130 millones ajustados por inflación. La relación entre Bushnell y Warner fue muy mala, a un punto tal que todo se quebró en diciembre de 1978 (Warner dice que lo despidió, Bushnell insiste en que renunció). Sin embargo, esa es apenas una de tantas cosas que sucedieron dicho año.

«A Cadillac Named Desire»

La escritora Cat Despira descubrió un detalle muy interesante mientras leía el libro Atari Inc: Business is Fun. De acuerdo a lo que presenta el texto, Bushnell y Ted Dabney se mantuvieron en contacto a pesar de sus diferencias, e incluso hablaron con Larry Bryan (el tercer socio de la época de Syzygy), quien les propuso financiar algo… diferente: Una película para adultos.

¿Las oficinas de Atari? La información sugiere que sí

«A Cadillac Named Desire» fue escrita por Oliver Nalreh, un seudónimo de Larry Bryan, y extraoficialmente se ha dicho que el lugar de filmación fue nada menos que el cuartel general de Atari. Esos mismos datos sugieren que algunos empleados de la compañía participaron en la película, principalmente durante las escenas de orgías.

A Cadillac Named Desire tiene como estrella principal a Sharon Thorpe, quien ingresó en el Salón de la Fama de la XRCO en 1985. Según la base de datos de la IAFD, junto a ella estuvieron Valerie Franklin, Justina Lynn y Toni Scott, todas ellas con una amplia presencia en el movimiento del cine para adultos de los ’70.

Me temo que es todo lo que podemos mostrar sin poner nerviosos a ciertos puritanos en California…

Detalles como coherencia y continuidad parecen brillar por su ausencia en A Cadillac Named Desire. En otras palabras, fue tan mala que su vínculo con Atari casi ha quedado relegado al territorio de rumores y leyendas. Sin embargo, la película existe, y quien desee verla por cuestiones estrictamente científicas (?), tan solo tiene que googlear un rato que aparece.

Escrito por Lisandro Pardo

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