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El Gigante en Nantes tras el Titanic

La compañía de teatro de marionetas mecánicas francés, Royale de Luxe, nos ha deleitado con muchas de sus obras. Su espectáculo más reciente tomó lugar en Nantes al despertar a un buzo gigante de nueve metros de altura, cuyo objetivo es encontrar a su sobrina perdida muchos años atrás. Aunque el espectáculo es suficiente para dejar atónito a cualquier que tome contacto con él, la historia sobre pérdida y perseverancia, mantiene la esencia de lo que la obra supone representar.

En la fantasía, el buzo gigante despierta una vez más para retomar la eterna búsqueda de su sobrina, quien ha estado perdida desde hace años. Para las personas que admiran el espectáculo, es el comienzo de un corto desfile que planea sorprender a cualquiera que tome contacto con él. El Gigante, el nombre de esta obra de arte, continúa una búsqueda sin fin que comenzó cuando cayó en cuenta de la desaparición de su hermana y su hija, cuyos destinos son distintos, pero unidos por una sola búsqueda.

El Gigante es la creación de la compañía de teatro de marionetas mecánicas francés, Royale de Luxe, quienes ya nos han deleitado con otras obras como el elefante gigante y La Princesa. Como aquellas, la historia detrás del buzo mecánico es tan misteriosa como intrigante. Según cuenta la leyenda, su hermana estaba siendo guardada en una de las bóvedas del legendario barco Titanic, cuyo trágico fin todos conocemos.

Durante años estuvo buscando los vestigios de la embarcación, lo que fue facilitado gracias a sus nueve metros de altura. Una vez que encontró los restos del Titanic, enterró a su hermana junto al barco hundido, pero antes de partir encontró una caja repleta de cartas de quienes abordaban el enorme barco. Desde ese día, además de buscar a su sobrina, La Pequeña Gigante, su nueva misión también era entregar el correo perdido a sus respectivos dueños.

La historia de su sobrina es una similar, pero a la vez diferente. Fue capturada en Islandia, lugar que fue alguna vez el hogar de los gigantes. Su objetivo era despertar a los géisers cuando era hora de enviar un mensaje, ya que ese era el método de comunicación que utilizaban. Este gigante de dos toneladas y media no necesita motivación para despertarse todos los días y seguir su búsqueda, pero fuera de la fantasía, toma cerca de treinta operadores para reanudar su marcha.

Para las personas ajenas puede ser solo un buzo gigante caminando por la calle, pero es la historia sobre pérdida y perseverancia que transporta a los espectadores a un mundo donde el gigante desfila por la calle como parte de la búsqueda de su sobrina. Para los que observaban absortos, el final de la corta caminata marca el desenlace del desfile, pero en la fantasía, el buzo seguirá su eterna búsqueda.

Escrito por Tomás Garcia

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