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El Oculus Rift ayuda a una paciente a recorrer el exterior

Aunque no hay dudas de que el entretenimiento es el objetivo principal de un dispositivo como el Oculus Rift, nadie puede negar su potencial para ayudar y estimular de otras maneras. Una mujer a la que se le diagnosticó cáncer terminal perdió la capacidad de moverse por su cuenta, y con la asistencia de su nieta, logró obtener un Rift, que la convirtió en toda una exploradora virtual.

Todos tendremos esa cita definitiva, de eso no cabe duda. Lo triste es cuando se manifiesta antes de tiempo, y eso es lo que le sucedió a Roberta Firstenberg. Su batalla contra el cáncer dio un giro en la dirección equivocada, y recibió la dura noticia de que los tratamientos ya no eran efectivos. Los doctores le dieron un par de meses de vida, y su fuerza se deterioró hasta el punto en que perdió la capacidad de dejar su casa, aunque sea para dar un corto paseo en el jardín. La nieta de Roberta, de nombre Priscilla, y quien se dedica a desarrollar arte para videojuegos, se mudó para cuidar de ella. Charlando todas las noches con su abuela hasta que lograba quedarse dormida, Priscilla decidió ayudarla de una forma bastante particular. Quería encontrar la manera de restaurar esa sensación de movilidad que había perdido, y después de discutirlo con sus colegas (que recomendaron a las consolas de última generación), Priscilla se inclinó por un Oculus Rift. No había nada que perder, por lo que escribió a la gente de Oculus VR, para explicar la situación de su abuela.

 

La respuesta de Oculus tardó menos de 24 horas. Kevin Crawford, jefe de servicios al cliente, tiró de los hilos adecuados para que un Rift llegue a Priscilla y su abuela. Por cuestiones de preventa, todas las unidades nuevas están tomadas, pero Oculus VR mantiene cierto programa de préstamos con algunos desarrolladores, y varios Rift habían regresado. Priscilla decidió documentar la experiencia de su abuela en vídeo, y lo primero que recorrió fue la demo de Tuscany Villa. El vídeo original fue publicado en noviembre de 2013, y varios comentaristas en YouTube sugirieron experiencias diferentes para Roberta. Uno de ellos indicó que Google Street View puede ser visualizado con el Rift, y al colocar la dirección de su abuela, Priscilla la vio a su abuela, saludando a la cámara, junto con su mascota Spec, que había fallecido unos meses antes. Fue un momento muy cargado de emoción para Roberta ver el exterior de su casa, y a sí misma con su perro, a través del Rift.

En ese momento, Priscilla intentó desarrollar un plan mucho más ambicioso, que era el de crear experiencias virtuales personalizadas para su abuela, con bosques, cascadas, y mariposas. Varios colegas y amigos de Priscilla estaban dispuestos a enfrentar este desafío, sin embargo, el cáncer dio un último golpe, y apenas cuatro semanas después de que probara al Rift por primera vez, Roberta Firstenberg falleció. El Oculus Rift no curó su enfermedad, pero restauró temporalmente algo que le había arrebatado. Todos aquellos que piensan mal sobre la realidad virtual, y que la ven como una forma de escaparse de este mundo sin productividad alguna, tal vez deban entender que algunas personas necesitan exactamente eso: Escapar. El Oculus Rift es apenas una ventana, pero respondió de maravillas ante el caso de Roberta y Priscilla, y quién sabe qué mundos maravillosos crearán los desarrolladores una vez que esté disponible al público.

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Escrito por Lisandro Pardo

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