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Infinity Simulator: “Volando” con la mente

No, la gravedad sigue sin poder ser controlada a voluntad, y Iron Man continúa siendo rico y poderoso solamente en el cine. Si queremos volar, o nos subimos a un vehículo diseñado para eso, o corremos algunos riesgos que sólo un puñado de intrépidos han asumido. Ahora, estar colgado de un arnés puede no parecer demasiado revolucionario, pero si existe la posibilidad de controlar dicho arnés con la mente… entonces algunas posibilidades aparecen. De eso se trata el Infinity Simulator.

Quebrar las cadenas que nos mantienen sobre la tierra y surcar los cielos ha sido uno de los anhelos más grandes del hombre, y en comparación con otros hechos, lo cierto es que no hace mucho tiempo que lo hemos logrado. Estar en el aire es una cosa, pero ir más rápido y más lejos son dos objetivos que no han perdido validez con el paso del tiempo. Aún así, muchos imaginan al vuelo como una experiencia más personal. El cine y la ciencia ficción han sabido explorar esto, con ejemplos al estilo de The Rocketeer y el popular Iron Man, sin caer en la obviedad de mencionar a Superman, ya que él tiene superpoderes. Volar recurriendo solamente a nuestra voluntad suena imposible, pero este proyecto trata de acercarse lo más posible a esa idea.

El Infinity Simulator es un proyecto basado en un complejo arnés combinado con sensores EEG colocados en la cabeza del usuario. Con el entrenamiento suficiente, una persona puede “ordenarle” movimientos al arnés solamente utilizando el pensamiento. El vídeo muestra maniobras muy básicas, que en general se limitan a mantener en el aire a la persona, pero al menos se comprueba que el concepto es viable. El proyecto se llevó a cabo en el Instituto Politécnico Rensselaer, y es parte de la tesis de Yehuda Duenyas, también conocido por su extraño apodo “XXXY”.

Aunque la demostración hecha en el vídeo es simple, Duenyas espera publicar en YouTube el resultado completo del proyecto. Ahora, si esto es suficiente para que pueda obtener su título, eso no lo sabemos. Lo destacable aquí es que un grupo de sensores EEG pueden controlar a un arnés, una tecnología que probablemente podría trasladarse a otros dispositivos mecánicos. En cuanto a volar, bueno, seguiremos necesitando mucho más que esto para lograrlo. Una cosa es estar suspendido en el aire con la ayuda de un arnés, y otra completamente distinta sería romper un par de veces la barrera del sonido, al mejor estilo de Tony Stark.

Escrito por Lisandro Pardo

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