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KEEP: El emulador de videojuegos definitivo

Un equipo de investigadores de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) ha encarado la tarea de construir el primer emulador del mundo capaz de reproducir todos los videojuegos escritos desde el comienzo de la informática. Tienen como objetivo recuperar y proteger la información cultural y tecnológica relacionada con ellos, que se ve amenazada por los continuos cambios de plataformas de hardware y software.

Los especialistas en historia de la informática David Anderson y Janet Delve, junto al experto en videojuegos Dan Pinchbeck, de la Universidad de Portsmouth, han puesto en marcha una iniciativa que, si funciona, permitirá a las nuevas generaciones conocer (y disfrutar de) todos los videojuegos jamás creados, independientemente de la plataforma o sistema operativo para el que hayan sido escritos originalmente. Se trata de una iniciativa nacida en el ámbito de la Unión Europea, que ha sido “bendecida” con un presupuesto de más de cuatro millones de euros.

El proyecto, denominado KEEP (por Keeping Emulation Environments Portable) implica el desarrollo de mecanismos destinados a la protección de los objetos digitales. Es que los propios videojuegos y todos los ficheros asociados, incluyendo archivos de texto, sonido e imágenes, documentos multimedia, bases de datos y hasta sus sitios Web, corren peligro de desaparecer simplemente por que no existen máquinas originales en condiciones de correrlos. Si tienen éxito tendremos el primer emulador del mundo de carácter general, un programa capaz de reconocer y ejecutar todos los juegos creados en las últimas décadas. Desde Pong, pasando por el Space Invaders de los ’70,  hasta el último juego escrito para Android podrá ser reproducido gracias a KEEP.

Esto deja a proyectos como MAME a la altura de un proyecto escolar de fin de semana. Efectivamente, existen muchos emuladores disponibles, la mayoría de ellos libres y gratuitos, pero solo soportan programas específicos de ciertas plataformas. KEEP no debería tener problemas para correr cualquier cosa que le pongas a mano, sin importar siquiera la clase de soporte en que esté almacenado. Como parte del proyecto, los especialistas desarrollarán las herramientas de hardware y software necesarias para “recuperar” ficheros almacenados en los más bizarros soportes, desde los antiguos “cartuchos” de memoria ROM hasta los discos HD-DVD, pasando por todos los tipos de discos flexibles que puedas imaginar.

Tal como hemos comentado alguna vez, la tecnología digital puede convertirse en una trampa mortal para nuestros datos. A pesar de que en el corto plazo permite duplicar hasta el infinito cualquier tipo de archivo, los cambios continuos en los soportes de almacenamiento y los sistemas operativos pueden convertirse en una especie de agujero negro del que no podamos sacar ni un mísero bit.  Janet Delve asegura que “todos los archivos digitales corren el riesgo de perderse, ya sea por degradación o debido a que la tecnología que se utiliza para leerlo desaparecerá totalmente”. Esto es especialmente preocupante en los videojuegos, ya que hacen uso de tipos de ficheros muy variados, incluyendo textos, sonidos, videos, etc. Además, y al contrario de lo que ocurre con otros tipos de software, los juegos se escriben para plataformas muy diferentes y absolutamente incompatibles entre si.

Sin algo como KEEP las futuras generaciones no podrán conocer los juegos de sus padres y abuelos. “Las generaciones pasadas nos dejaron un rico legado de libros, cartas y documentos que nos relatan quiénes eran, cómo vivían y qué descubrieron, pero existe un gran riesgo de que nosotros leguemos a la historia un enorme vacío”, añade Delve.

Se trata de un proyecto que incluso debería ser imitado en otros ámbitos. Solamente en 2010 se generará una cantidad de datos equivalentes a 18 millones de veces la información contenida en todos los libros escritos a lo largo de la historia. El Archivo Nacional Británico contiene la información equivalente a más de 580.000 tomos de enciclopedias guardados en ficheros cuyo formato ya no está disponible en el mercado. Anderson señala que en muchos museos se exhiben viejos ordenadores y videoconsolas, pero esto no basta. “Si no se puede mostrar a los visitantes lo que hacían, ejecutando el software en ellos, exhibirlos sería exactamente igual que exponer instrumentos musicales, desechando toda la música”, agrega. “Para las generaciones posteriores sería una catástrofe cultural”.

Los juegos, al contrario que otro tipo de datos, son muy difíciles de migrar a las nuevas plataformas. De hecho, implicaría la reescritura de todo el código original, con lo que el software que se pretende conservar se perdería al ser reemplazado por uno nuevo que “hace lo mismo”. En cambio, la emulación recrea la plataforma utilizada para ejecutar el medio original, protegiendo la historia. Por solo 4 millones de euros, KEEP podrá garantizar a nuestros juegos favoritos su futura supervivencia. Lo que no es poca cosa.

Escrito por Ariel Palazzesi

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