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La historia del Príncipe de Persia

El Príncipe de Persia tiene muchos rostros y personalidades diferentes, sin embargo, por lo general nos ha hecho felices en igual medida a lo largo de los años. Ya sea en 2D, cuando recién estábamos descubriendo el potencial de este medio o, mucho tiempo después, cuando Jordan Mechner volvió a la serie que lo catapultó a la fama y reinventó un género donde parecía que todo estaba inventado. Por estas razones y más, aquí está nuestro homenaje a Mechner y su creación a lo largo de los años.

Aunque por lo general la serie Prince of Persia no es mencionada entre los favoritos de los jugadores y tampoco tiene un personaje principal que podamos remarcar, como sí ocurre con Lara Croft, tiene dos ciclos muy importantes, que cambiaron la historia de los videojuegos para siempre. Y, curiosamente, en esos dos ciclos, estuvo involucrado Jordan Mechner, probablemente uno de los desarrolladores más subestimados en toda la industria.

En 1984, Jordan Mechner lanzó Karateka y apareció en el mapa de la industria con un juego muy exitoso. Pero más que nada demostró la mentalidad innovadora que tenía al desarrollar sus títulos, cuando la industria todavía estaba en una etapa de descubrimiento. Luego, tardó cuatro años más en lanzar su próximo juego. Prince of Persia salió originalmente para la Apple II en 1989 y, a lo largo de los años, salieron distintas versiones para casi 22 plataformas diferentes, incluyendo la Xbox 360, como un juego descargable.

La historia del juego giraba alrededor de un protagonista sin nombre, que llegaba a Persia, se enamoraba de la princesa y luego era encarcelado por el Visir, Jaffar, que quedó a cargo de Persia cuando el Sultán fue a conquistar otras tierras. El malvado Visir obliga a la princesa a casarse con él amenazándola con la muerte y el jugador debe rescatarla en una hora, el plazo dado por el Visir. Gracias a las excelentes animaciones, Prince of Persia hacía una excelente primera impresión, aunque por momentos parecía muy repetitivo. Sin embargo, el paso era balanceado con inteligentes puzzles y trampas muy bien colocadas que significaban la muerte instantánea.

Siguiendo lo hecho en Karateka, Mechner quería que sus personajes se muevan de una manera más realista, por eso filmó a su hermano David escalando, cayendo y peleando, y luego las transportó manualmente al código del juego. Y no es casualidad que juegos como Flashback y Out of This World sean tan similares al Principe de Persia, ya que desde su salida inspiró un nuevo tipo de subgénero, conocido como Cinematic platformer. Básicamente, se concentraban más en animaciones fluidas y realistas, lo que disminuía la velocidad de la acción considerablemente.

Por supuesto, el juego fue muy bien recibido y hasta hoy es recordado como tecnológicamente avanzado para su época. Y como buen juego exitoso, estaba claro que iba a haber una secuela, pero tardó cuatro años después del lanzamiento del original. Prince of Persia 2: The Shadow and the Flame (Windows, Mac y SNES), era muy similar al original en casi todos los aspectos, más allá de una leve actualización gráfica. La historia ocurría once días después del primer título, luego de que el protagonista pida la mano de la Princesa al Sultán como recompensa por salvar la vida de su hija.

Aunque se jugaba prácticamente igual que el original, la trama era mucho más compleja e interesante. Al parecer, Jaffar había regresado y mágicamente tomó la forma del protagonista para ingresar inadvertidamente al palacio, dejándolo al Príncipe con el aspecto de un vagabundo. Pero cuando intenta llegar a la princesa para desenmascarar a Jaffar, aparece de las sombras y ordena que lo echen del palacio, lo que no le deja otra opción más que escapar en un barco mercantil, que luego es destruido por un rayo, dejándolo inconsciente en una isla. De allí, debe volver a Persia y derrotar a Jaffar.

Pero claro, todas las series tienen su punto bajo y, en el caso de Prince of Persia, llegó en una época donde muchos otros también fallaron. Cuando los primeros motores gráficos 3D comenzaron a aparecer, hubo un período de adaptación hasta que se lograron resolver problemas universales como los controles adecuados y los problemas de cámara. Así fue como Prince of Persia 3D salió para PC en 1999, exactamente diez años después del juego original. Y no solo el juego en sí estaba repleto de problemas, sino que la desarrolladora se quedó sin presupuesto y se vieron obligados a lanzarlo con varios bugs y problemas sin resolver.

El título fue desarrollador por Red Orb Entertainment, una división de Brøderbund, la encargada de los primeros juegos. Es por eso que se trata de una secuela directa al de 1993, pero Jordan Mechner no estuvo involucrado. En este título, el Principe y el Sultán vistan al hermano del Sultán, Assan. Pero lo que comienza como una simple visita se transforma en una traición, cuando los guardaespaldas personales del Príncipe son asesinados y Assan explica que muchos años atrás, el Sultán prometió que la Princesa se casaría con su hija.

El juego mantenía la mentalidad de buenas animaciones, puzzles de plataformas y combate con espadas, pero más allá de algunos puzzles muy bien elaborados, los problemas y dificultades eran muy abrumantes. Y aunque agregaba interesantes elementos, como la posbilidad de nadar, no fueron suficientes para superar el resto de los problemas, como la mala interfaz, mala inteligencia artificial y problemas de cámara, entre muchos otros. Se podría decir que este título era exactamente igual a los originales, pero en 3D, sin innovar ni avanzar en lo que había sido la franquicia hasta el momento.

Teniendo en cuenta la historia de éxitos que tuvo la serie, el fracaso de Prince of Persia 3D significó un golpe duro y no se volvió a escuchar sobre ella por mucho tiempo. Es más, la licencia pasó por varias manos a lo largo de los años, hasta que finalmente encontró un hogar en la desarrolladora y distribuidora francesa, Ubisoft. La sede de Montreal fue la encargada de traer de la muerte a la serie y contrataron a Jordan Mechner para que lidere el proyecto. Curiosamente, The Sands of Time fue casi tan exitoso como el original, debido a su innovadora jugabilidad, interesantes personajes y espectacular presentación. Básicamente, Mechner lo había logrado de nuevo.

El título salió en 2003 para la Xbox original, PlayStation 2 y PC y, aunque tenía muchos aspectos notables, las animaciones y secuencias de plataformas nuevamente se robaron el show. Aunque en su mayoría eran cosas que ya se habían visto, Mechner y su equipo lograron una interfaz muy intuitiva a una velocidad y con una fluidez nunca antes vista. Y podrá sonar una exageración, pero el impacto que tuvo The Sands of Time fue también similar al del original, ya que luego de este juego, muchos copiaron las mecánicas como la de caminar por la pared.

El segundo aspecto innovador y, probablemente el más importante, fue la posibilidad de correr el tiempo hacia atrás, lo que agilizaba el proceso de Game Over, ya que cuando cometías un error podías volver hacia atrás. Pero más allá de los aspectos individuales, el éxito del juego fue crear un paquete completo y casi perfecto, es por eso que hoy mantiene un promedio de 92,71% con 65 análisis en Game Rankings. A este título le siguieron dos secuelas muy similares, pero con un tono mucho más oscuro, algo que los fanáticos repudiaron porque no creyeron que era necesario. Ya sin la involucración de Mechner, Ubisoft lanzó Prince of Persia: Warrior Within en 2004 y The Two Thrones en 2005.

Con solo un año de diferencia entre ambos títulos, fueron muy similares y con pequeñas variaciones en las mecánicas, agregando nuevos movimientos y demás. En Warrior Within el príncipe debe enfrentarse al Dahaka, luego de escapar el destino mortal que le espera a quien libera las Arenas del Tiempo. Y el último juego de la trilogía, The Two Thrones, tiene al Príncipe intentando salvar su tierra, Babilonia y presenta una nueva mecánica de juego donde a veces eres el Príncipe oscuro y debes matar enemigos para sobrevivir.

En 2008, aprovechando el éxito de la trilogía de las Arenas del Tiempo, Ubisoft decidió lanzar un nuevo juego, pero intentando reinventar la saga con el mismo nombre que el juego original, Prince of Persia. Este título salió para PC, Xbox 360 y PlayStation 3 y fue el primer juego de la serie en consolas de nueva generación. Aunque seguía manteniendo la misma mentalidad, cambiaron considerablemente el arte y era una de las principales atracciones. La historia giraba alrededor de un hombre que vagaba por el desierto y luego de una tormenta de arena, se encuentra en las puertas de Persia, donde la corrupción se esparcía como un manto negro. El objetivo del jugador era ayudar a Elika, la Princesa de Persia, a erradicar el mal de la tierra.

En cuanto a la jugabilidad, era muy similar a los anteriores, pero simplificando la mayoría de las mecánicas. Hasta algunos jugadores se quejaron por la falta de desafío, diciendo que se jugaba solo. El combate, por otro lado, era contra un solo enemigo a la vez, un contraste con el anterior, donde podías llegar a tener hasta cien enemigos en pantalla. Pero el cambio más llamativo de todos, fue que no había manera de perder, porque cada vez que el jugador cometía un error, era rescatado por Elika. Aunque no tenía un impacto gigante, causó un gran revuelo en la web.

Y el renacimiento del Príncipe de Persia no solo impactó la industria de los videojuegos, sino que su eco llegó hasta el cine, activando un proyecto producido por Jerry Bruckheimer. Jordan Mechner participó en la creación de la historia, que se asemejaba mucho al primer juego de la trilogía, por eso llevó el mismo nombre, Prince of Persia: The Sands of Time. Dirigida por Mike Newell y escrita por Boaz Yakin, Doug Miro y Carlo Bernard, recibió decentes críticas y es considerada una de las mejores películas basadas en videojuegos. En este caso, el papel del Príncipe fue ocupado por Jake Gyllehnaal y el diseño de su atuendo era muy similar a aquel de Warrior Within.

El último juego de la serie hasta el momento salió al mismo tiempo que la película Prince of Persia: The Sands of Time. Ignorando la reimaginación de 2008, continuaron con la historia de las Arenas del Tiempo, incluyendo Prince of Persia: The Forgotten Sands como un capítulo perdido luego del primer juego de la trilogía. Mientras que sí agregaba mecánicas nuevas, como poder congelar agua para utilizarla como plataforma, entre otras, no llamó mucho la atención, ya que era más de lo mismo, a diferencia de la reimaginación, que ofrecía algo diferente.

La serie Prince of Persia no tiene un personaje definido, ni una historia clara y es una de las pocas franquicias en la industria que puede salirse con la suya haciéndolo. Sin embargo, todos los títulos comparten una mentalidad similar tratando de llevar el género de plataformas cada vez más lejos. Algunos lo lograron mejor de otros, pero lo que habría que remarcar, es que cada vez que Jordan Mechner la tocó, terminó generando millones y ganando todo tipo de premios. Y estamos hablando de un desarrollador que no tiene más de cinco juegos en su haber. Este fue nuestro pequeño homenaje a una serie que ha cambiado el curso de la industria en dos ocasiones y a su creador.

Escrito por Tomás Garcia

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