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La levitación no es solo para fakires

Levitar, que es la acción de flotar en el aire, es sin dudas un sueño compartido por muchísima gente. Supuestamente, hay gente lo ha conseguido, como David Copperfield o Santa Teresa de Ávila. Pero pesar de su aparente veracidad, la levitación no es más que un simple truco callejero.

No hace muchos días veíamos por televisión como un supuesto "hombre santo" levitaba calmadamente en posición de loto frente a uno de los edificios públicos más representativos de Washington: la Casa Blanca. Y eso no era todo, el mismo personaje, llamado “Ramana”, se proponía hacer lo mismo en otras 20 ciudades importantes de ese país. Sinceramente, no sabemos si lo logró o no, pero lo más probable es que si.

Lo importante de este hecho es el logro en si mismo: una persona “despegándose” del suelo solo con el poder de la mente. Desafiando abiertamente la física en general y la ley de la gravedad en particular. Realmente, una tarea impresionante, algo prácticamente imposible de lograr para cualquier mortal. Tan difícil, diríamos, que ni siquiera el mismo “Ramana” es capaz de hacerlo.

Si fuésemos personas escépticas (y lo somos), deberíamos ver este hecho con ojo critico. En primer lugar, si alguien fuese capaz de lograr tal hazaña, es muy probable que se hubiese llenado de dinero gracias a su “superpoder”, y que no perdiese el tiempo flotando en el aire por un puñado de monedas en la Plaza Lafayette, frente a la Casa blanca (ni a ningún otro edificio, claro).

En segundo lugar, el titulo de “mago” de este holandés (aparentemente famoso en algunos lugares de Europa) también llama un poco la atención. De hecho, es inevitable asociar la palabra “truco” con la idea de “mago”, una mala combinación para la credibilidad de “Ramana”.

Y en tercer lugar nuestro ojo sagaz (e increíblemente entrenado, claro) ve como “Ramana”en realidad no está completamente separado del suelo. De hecho, utiliza un bastón que parece de bambú o algún tipo de material especial para apoyarse. Dicho bastón puede verse claramente en la foto, apoyado sobre la pierna a la derecha de la imagen.

¿Qué hace allí ese bastón? ¿Lo usará “Ramana” para espantar algún perro que se le acerque con intenciones de satisfacer sus necesidades? ¿Es su varita mágica? ¡No señor! En realidad es el secreto del (pobre) truco empleado. Lo que en apariencia no es más que un sencillo trozo de caña es realmente la parte visible de la tarima sobre la que se encuentra sentado. “Ramana” (por si te lo habías creído) no puede volar sin la ayuda de un avión o de este “banco”. Una parte se encuentra debajo del pasto, y la otra debajo de sus glúteos, tapada por sus amplios pantalones, ambas unidas por el “bastón de bambú”.

Por supuesto, “Ramana” no ha inventado nada. Solo ha aprovechado uno de los trucos utilizados durante siglos por los fakires para impresionar a los crédulos. Por que si hay un lugar donde uno puede picar en directo con este engaño, ese lugar es la India, donde muchos "hombres santos" (Fakires) se sientan en el aire sin apoyo aparente en el suelo. No es casualidad que la “escuela de magia” (suponiendo que exista tal cosa) en la que se ha graduado este mago esté en ese país.

Perdonen todos los que visitaron la India y se impresionaron con el espectáculo, pero la realidad es mucho mas sencilla y triste que la ilusión que venden estos hombres. Por supuesto, también está la posibilidad de asistir a uno de estos espectáculos tal como uno va a ver Copperfield o la ultima película de Harry Potter, solo para divertirse sin creerse todo lo que se ve.

Escrito por Ariel Palazzesi

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