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«Michael Jackson’s Scramble Training»: El simulador de vuelo arcade de Michael Jackson

Una colaboración no tan conocida entre Sega y el artista

Michael Jackson

Todos conocemos bien el vínculo entre Michael Jackson y Sega. «Moonwalker» llegó a la consola Mega Drive entre 1990 y 1991, y el artista colaboró con la música del juego Sonic 3, aunque no habría quedado satisfecho con el resultado final. Sin embargo, lo cierto es que existe una pieza mucho más rara, que sólo vio la luz a través de la plataforma de simulación AS-1. Se trata de «Michael Jackson’s Scramble Training», un híbrido entre película interactiva y simulador de vuelo en el que Michael asume el rol de instructor.

El AS-1 o Advanced System-1 es un módulo de simulación que Sega lanzó para sus principales atracciones y otras salas de recreativas alrededor del mundo en el año 1993. Con una capacidad máxima para ocho personas, el sistema hidráulico del AS-1 se encargaba de «reproducir» el movimiento en el módulo siguiendo la acción en pantalla. Al mismo tiempo, cada uno de los asientos estaba equipado con un joystick y dos botones, de modo que los pasajeros podían intervenir en «momentos interactivos» de la simulación, derribando enemigos y cumpliendo otras misiones.

Lógicamente, un sistema con esas características es tan bueno como su contenido lo permite, pero Sega tenía un as en la manga: El Rey del Pop, Michael Jackson. Reconocido fan de la compañía y sus principales juegos, el artista participó en un proyecto especial para el AS-1 llamado «Michael Jackson’s Scramble Training». En esta mezcla de simulador de vuelo y película interactiva, los participantes buscan obtener su «licencia de piloto espacial», pero antes deben pasar por su instructor de vuelo, el «comandante Jackson»:




Los pocos vídeos disponibles sobre «Michael Jackson’s Scramble Training» sugieren que el «vuelo» podía llegar a ser bastante caótico, y al parecer tenía más de un final (obtener la licencia o no) dependiendo de las acciones de los pasajeros. De hecho, una de las fases quedaba bajo control del «piloto más calificado» en la sesión. Todo esto se sabe gracias a copias aisladas de muy baja definición, y la razón es obvia: El año era 1993. A menos que se tratara de una presentación oficial, la única forma de registrar la película era ingresar al módulo llevando una cámara, y apuntar a la pantalla gigante.



Sin embargo, «Michael Jackson’s Scramble Training» no duró demasiado como parte del AS-1, y una vez más, la razón fue 1993, verdadero annus horribilis para el cantante. Las acusaciones en su contra generaron un gran impacto, y Michael perdió varios vínculos comerciales en aquella época (con PepsiCo a la cabeza). Aunque no se puede confirmar del todo, Sega simplemente habría decidido tomar un poco de distancia, y en el caso de Sonic 3, una versión paralela de esa historia indica que la música de Michael no apareció en la versión final del juego por esa misma razón.


Michael Jackson bajando del AS-1 junto a Hisashi Suzuki, ejecutivo y jefe de Investigación y Desarrollo en Sega

Claro que, Sega y Michael jamás interrumpieron sus relaciones por completo. Sin ir demasiado lejos, el cantante tuvo una participación especial en el juego Space Channel 5 para Dreamcast, que debutó en territorio japonés a fines de 1999. Shuji Utsumi, número uno de desarrollo en Sega Japan, había viajado a los Estados Unidos, y tuvo la posibilidad de enseñarle a Michael una versión preliminar de Space Channel 5. El cantante quedó encantado con el juego, y básicamente pidió ser parte de él. En menos de un mes, los desarrolladores lograron insertar a «Space Michael» en el juego.



Para finalizar, es necesario destacar que en octubre de 2015, la Web quedó de cabeza con la supuesta aparición de «Michael Jackson Advanced Star Fighter Training», un juego para Mega-CD que servía como «tie-in» o secuela de lo que se vio en el AS-1. Sin embargo, la conclusión general es que se trata de una falsificación. Al estudiar la única imagen disponible, los expertos indican que el japonés de la tapa es bastante malo, al igual que la calidad de impresión.



Escrito por Lisandro Pardo

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