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Recomendaciones para estar en la nube

Cualquier usuario puede encontrarse en un momento durante el cual considera quebrar su dependencia de aplicaciones y servicios locales, para volcarse un poco más hacia la nube. Más allá de los clásicos inconvenientes que puedan surgir, estar en la nube trae consigo beneficios tangibles con una apreciación casi inmediata, sin importar la plataforma que se utilice. ¿Cuál es la mejor parte? Que puedes hacer la transición al ritmo que tú desees. Hoy mencionaremos algunos ejemplos de servicios que operan en la nube, y que tienen el potencial para volverse parte de tu rutina informática.

La idea de operar en la nube todavía enfrenta una resistencia considerable. La primera razón que invocan los usuarios es la inconsistencia de las conexiones Web alrededor del globo, y nada mejor que ser el conejillo de indias en este caso: El lunes pasado mi teléfono dejó de funcionar. Un poco de lluvia, algunas gotas dentro de la caja del poste, un cable sulfatado, un corte, y silencio absoluto en el tubo. Al no tener teléfono, tampoco había Internet (ADSL, para quien desee saber) y por arte de magia todas mis terminales quedaron aisladas del resto del planeta. Era 1987 con la interfaz Aero. Esto no solamente dejó en evidencia la enorme cantidad de cosas que tengo en la nube, sino también el nivel de dependencia que los ordenadores actuales tienen sobre la Web. Fueron poco más de 24 horas, pero nunca recibí tantos insultos por parte de un antivirus…

El otro punto es la seguridad. Sólo basta con ver caos que generó el hackeo de la PlayStation Network. El servicio de contraseñas LastPass parece haber sido comprometido recientemente, e incluso la red de portales Gawker fue expuesta hace un tiempo atrás. Sin embargo, qué tan eficiente resulta la seguridad de un perfil o un nombre de usuario, depende del usuario mismo. Fechas de nacimiento, el nombre de los hijos, del perro, del gato, el equipo de fútbol… no. Aún si se utiliza un servicio de contraseñas como LastPass, la contraseña maestra debe ser lo más fuerte y compleja posible. Por supuesto, el rol de los desarrolladores también es vital. Mientras que Sony todavía está recogiendo los trozos de su red (un millón de dólares por usuario en seguros), la gente de LastPass reaccionó a una “escala Defcon” a partir de una simple entrada sospechosa en un archivo de reporte. Prepararse para lo peor y actuar en consecuencia siempre es un buen mensaje para los usuarios.

Y aún así, la nube tiene sus puntos a favor. La nube promete la independencia, dejando de lado factores como plataformas de hardware o sistemas operativos. Ofrece flexibilidad, ya que en teoría cualquier aplicación local podría ser ejecutada allí. Entrega la posibilidad de almacenamiento ilimitado, o al menos, mucho más de lo que un usuario podría llegar a necesitar. Virtualización, comunicaciones, negocios… hasta aquí, la nube puede con todo eso y más. Ya podemos encontrar muchas cosas en la nube, desde productividad hasta contenido multimedia en sus múltiples forma. Y hoy hemos decidido aprovechar la ocasión para volver a mencionar a algunas de ellas.

Productividad: Google Docs

Hace ya varios años que no utilizo a Word como procesador de texto. Recuerdo días en los que no podía concebir la idea de mantenerlo cerrado, pero tanto Word como el resto del paquete de oficina de Microsoft lleva ya un buen tiempo lejos de mis discos duros. La razón fue una sola, y se llama Google Docs. No es perfecto, ni tampoco tan amplio en materia de funciones, pero todo lo que necesito de un procesador de texto lo he encontrado aquí, sin tener que instalar absolutamente nada en mi sistema. El valor de Google Docs dependerá fundamentalmente del usuario. De ninguna forma será fácil abandonar a Word o a Excel, pero una vez que descubras la comodidad que representa tener todos tus documentos en la nube y al alcance de tu mano, difícilmente mires atrás.

Música: Grooveshark

Otra regla importante de la nube es que todos deben tener acceso a ella, y mientras otros servicios continúan imponiendo restricciones a los usuarios, Grooveshark las quita. Concedido, no es tan bonito como Spotify o el mismo iTunes Store, pero si hay algo de crítico en la nube, es el contenido. Descargar archivos mp3 tiene cada vez menos sentido. ¿Para qué necesitas 17 mil archivos mp3 en una partición? Todos ellos y muchos más ya se encuentran en la nube, esperando a que el usuario presione “play”. Obviamente, esto también se extiende a vídeos y películas. La nube alteró radicalmente a los métodos de distribución tanto físicos como digitales. Grooveshark es la viva prueba de ello con la música. Si las discográficas lograran adaptarse al igual que los usuarios, podrían obtener mucho dinero de la nube.

Seguridad: LastPass

Dicen que un tropezón no es caída, y ni siquiera estamos del todo seguros de que LastPass haya tropezado. Ante un detalle turbio en un archivo log, LastPass ha reaccionado con paranoia, la cual siempre es buena en entornos de seguridad. Y es una práctica que sin lugar a dudas deberías asimilar. La nube implica tener varios nombres de usuario y contraseñas, pero si todas ellas son débiles, es una invitación al desastre. LastPass es y será tu oportunidad de cambiar eso. Contraseñas extremadamente complejas para cada uno de tus servicios, protegidas a su vez por una contraseña maestra muy difícil, pero posible de recordar. LastPass es, en esencia, la versión en la nube de KeePass o el famoso “llavero” de OS X. LastPass es compatible con los cinco navegadores mayores del mercado, y ofrece un “modo premium” (apenas un dólar mensual) para extender el servicio a dispositivos móviles.

Imágenes: Picasa o Flickr

Los defensores de otros servicios de imágenes en línea tal vez escupan bilis al leer esto, pero cuando alguien me pregunta sobre una forma segura y relativamente sencilla de guardar imágenes en la nube, los envío a Picasa o a Flickr. Por un lado, Flickr posee una política muy interesante si tu objetivo es guardar imágenes y al mismo tiempo defender ciertos conceptos de derecho de autor, algo que se ve respaldado por la gran cantidad de empresas (como AMD o Nvidia) que lo utilizan. Por el otro, Picasa hace las cosas un poco más sencillas para los usuarios, y cuenta con un editor de imágenes integrado. En lo que se refiere a almacenamiento, técnicamente Flickr es ilimitado, aunque posee limitaciones mensuales de carga. Picasa ofrece 1 GB de espacio para las cuentas gratuitas, pero no hay que preocuparse: A un promedio de 350 KB por imagen, son casi tres mil fotos las que se pueden guardar. Con cualquiera de los dos deberías estar bien, pero será mejor que los pruebes para comprobar cuál te resulta más cómodo.

Almacenamiento general: Dropbox

Si has oído hablar sobre Dropbox recientemente, es debido a cierto escándalo que comenzó por una herramienta open source que accedía al servicio en una forma no deseada del todo por sus desarrolladores. Aún así, es uno de los servicios de almacenamiento en la nube más populares de la Web. Inicialmente son 2 GB los que un usuario puede utilizar en su cuenta gratuita, pero puede aumentar su espacio en 250 MB por cada usuario nuevo que llega a Dropbox con su referencia, hasta un límite de 8 GB. Hay cuentas pagas, y un amplio soporte para dispositivos móviles. Los que busquen una alternativa open source a Dropbox pueden recurrer a SpiderOak, mientras que los usuarios de Ubuntu ya poseen un servicio muy similar a través de Ubuntu One.

Respaldo “de respaldos”: Backupify

Se supone que aquello que ya se encuentra en la nube no necesita una capa adicional de respaldos, ¿cierto? Falso. Aún en su mejor día cualquier servicio puede sufrir una leve interrupción, mientras que en el peor de los casos, la pérdida de información se presenta como una perturbadora posibilidad. Entonces, ¿por qué no utilizar algo de redundancia? Backupify puede realizar respaldos en la nube de cosas que ya se encuentran allí, como por ejemplo correos de Gmail, tweets, Google Docs, enlaces de Delicious, y otros. Su modo básico ofrece 2 GB de espacio, y respaldos semanales automáticos de hasta cinco servicios, pero Backupify ha demostrado la sana costumbre de publicar ofertas o códigos de promoción para acceder a planes más completos a un menor costo, o incluso de forma gratuita.

Bien, creo que para comenzar hemos cubierto bastante terreno. Tus archivos personales, tu música, tus documentos y respaldos, todo eso ya puede encontrar su propio hogar en la nube. Como en todo proceso de transición, la paciencia es una virtud. Los servicios que hemos mencionado aquí no son más que recomendaciones, y nada te impide que explores otras opciones. Pero estar en la nube demanda un poco de tiempo, algo que en parte será responsabilidad de tu conexión a Internet. De todas formas, vale la pena. Como alguien que ya tiene más de dos mil documentos en Google Docs, me puedo dar el lujo de hablar con cierta seguridad. ¡Buena suerte!

Escrito por Lisandro Pardo

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