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Tears of Steel: Blender, ciencia ficción y cine abierto

La aplicación Blender no necesita presentación alguna. Ya conocemos en gran parte a sus capacidades, las cuales han quedado expuestas a través de tres filmes que han recorrido la Web de punta a punta. Y ahora, aparece el cuarto, llamado Tears of Steel. El filme, al igual que Blender, es completamente abierto, y tiene la calidad suficiente como para promocionar con éxito el uso de esta excelente herramienta. En cuanto a la historia, sólo podemos decir que no conviene romper el corazón de nuestras novias, en especial cuando saben mucho de robótica…

No es necesario iniciar un debate sobre qué programa de edición y procesamiento gráfico en 3D es mejor que el otro. De hecho, sólo se necesita a un fan de Maya y uno de Blender para que comiencen una guerra civil. En realidad no se trata solamente de los programas, sino de lo que representan cada uno. Todavía están instalados conceptos que apuntan a que un programa es superior por el simple hecho de ser propietario u open source. Maya tiene una gran presencia en el mundo cinematográfico, pero también hay sólidos ejemplos de lo que puede hacer Blender, como Big Buck Bunny y Sintel. El detalle de las licencias tampoco puede ser ignorado (Maya cuesta 3.675 dólares), ya que tiene el potencial de afectar el presupuesto de cualquier cineasta independiente. Lo mejor en cada caso es ver ejemplos, y recientemente, la Blender Foundation ha colocado en línea a uno nuevo, llamado Tears of Steel.

El corto necesitó de usuarios de Blender para su financiamiento, y fue filmado en la ciudad de Amsterdam. Tanto la película misma como todos los materiales involucrados han sido colocados a disponibilidad del público bajo Creative Commons 3.0 “Attribution”. El trabajo sobre Tears of Steel comenzó a principios de 2012, lo que le da menos de un año de desarrollo. La trama de la película logra explicarse por sí misma: Lo que parecía ser la ruptura de una relación como tantas otras llevó a una verdadera conquista robótica global, y la única solución aparente es revivir aquel momento para decir las palabras adecuadas a un corazón roto.

Debo reconocer que hay pasajes en los que las animaciones tienen una calidad inferior (como por ejemplo, las armas de plasma), pero en general, el resultado es muy positivo. Lamentablemente no hay detalles específicos en el sitio oficial sobre el costo final de la película, pero está claro que requirió de un esfuerzo monetario importante, proveniente no sólo de los usuarios de Blender previamente mencionados, sino también de la pre-venta del DVD (que todavía está disponible). Tears of Steel se suma con méritos al repertorio digital de Blender, y el solo hecho de saber que todas las herramientas asociadas están disponibles de forma abierta y gratuita, es un “plus” casi imposible de negar.

Escrito por Lisandro Pardo

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