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Terapia mortuoria: Morir, para vivir mejor

La empresa coreana Life Consulting Co. ofrece una singular terapia de choque, que promete ayudarnos a volver a apreciar las pequeñas cosas de la vida: un simulacro de nuestra propia muerte. Que te entierren en un ataúd de madera, parece, pone todo en una nueva perspectiva.

Las cosas no siempre salen como quisieras, ¿verdad? No te pudiste comprar el gadget de moda, y eso te deprime. La mujer que tanto te gusta ni sabe tu nombre. ¿El dinero no te alcanza para llegar a fin de mes? ¿Tienes un jefe imbécil que te hace la vida insoportable?

Y sí, la vida no siempre es como uno quisiera. Las pequeñas preocupaciones del día a día, los nimios problemas que nos imponemos resolver, son cosas que nos nublan la razón y nos dejan perdidos en medio de una tormenta de inseguridades y ansiedades, de la que es muy difícil salir. El mundo nos confunde, los mensajes son muchos y contradictorios. Y, mientras nos preocupamos en cómo lograr nuestros objetivos, pasando noches y noches desveladas, hay algo fundamental que se nos escapa: la parca está del otro lado, contando los segundos.

El ser humano niega su mortalidad. Su propia muerte lo asusta. Lo espanta. Es tabú. ¿Quién de ustedes ha pensado alguna vez que morirá? ¿Que podría morir mañana mismo? Sí, mañana te puedes levantar y un coche te podría pasar por encima. Ojala no ocurra, no querríamos perder un lector, pero… hey, ¡es posible!

Morir es algo que pondría toda nuestra vida en perspectiva. Desgraciadamente, ya sería un poco tarde… Pero, ¡ha no preocuparse! Por apenas 325 dólares, y un pasaje a Corea, puedes experimentar tu propio funeral, con ataúd y todo, en una nueva terapia de choque que promete infundir tu vida de nuevo significado.

A cargo de tan singular terapia está la empresa Life Consulting Co. El cliente paga para que lo encierren en un ataúd y le tiren un poco de tierra encima. Luego, las luces se apagan mientras suena una ominosa música funeral de fondo. A los 15 minutos, tiempo suficiente para que te entre un estado de pánico total, el ataúd se abre y… ¡has "renacido"!

En NeoTeo no estamos muy de acuerdo con eso de las terapias alternativas, típicas de la New Age, pero esta parece ser lo suficientemente extrema como para tenerle respeto. No todos los días tenemos que enfrentarnos cara a cara con nuestra propia mortalidad. En todo caso, si te atreves a la prueba, pídeles a tus amigos que te entierren un rato en tu patio trasero. Capaz que sirve.

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