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World of Goo

Los desarrolladores independientes nos han traído juegos memorables a lo largo de los años. Pero pocos han llegado al público masivo debido a la poca comercialización de los productos. World of Goo es probablemente una de las pocas excepciones a esta regla y una vez que comienzas a jugarlo, es fácil darse cuenta por qué.

La escena Indie de los videojuegos no ha tenido la mejor de las suertes. Opacada por las grandes producciones de mucho presupuesto, muchas veces presentan ideas innovadoras y hasta revolucionarias que no son reconocidas por el público general. Sin embargo, en este ultimo tiempo a fuerza de éxitos, la gente ha comenzado a prestar un poco más de atención a la vereda de los desarrolladores independientes. Uno de esos títulos que nos tiene a todos mirando del lado de las pequeñas desarrolladoras es World of Goo, el regreso del hijo pródigo.

Mucho se ha hablado de este proyecto desarrollado por un grupo de no más de tres personas. Esta desarrolladora, llamada 2D Boy, fue fundada por dos ex–empleados de Electronics Arts y su juego fue nominado al premio Seumas McNally. También recibió un reconocimiento por innovación de diseño y excelencia técnica en el Festival de Juegos Independientes. Así que como verás, tiene un bagaje bastante interesante y no es para menos, World of Goo presenta una idea simple y la ejecuta de manera perfecta (si es que eso existe). Bolas pegajosas… sin duda una idea millonaria.

Como sucede con los juegos innovadores, no es fácil explicar de qué va World of Goo. Por el bien de intentar explicarlo correctamente y no enloquecer en el intento haremos una comparación. Imagina el viejo y querido Worms, pero en vez de gusanos los personajes son bolas de Goo (llamadas Goo Balls). ¿Qué es Goo? Bueno, no sabemos realmente, pero por lo visto son bolas pegajosas… con ojos… y hablan. Bueno técnicamente no hablan, pero hacen ruiditos.

Ahora bien, estas bolas se pegan entre sí y forman estructuras. Pero lo interesante es su física. Al ser masas pegajosas tienen un peso extraño, casi gelatinoso. Es decir, que a pesar de poder hacer torres y otro tipo de estructuras relativamente sólidas, también es un material muy flexible, entonces se balancea de un lado a otro y el desafío esta en colocar bien las próxima Goo Ball evitando que todo se vaya al demonio. Además para sumarle emoción y carisma, estas bolas de pegote tienen una actitud muy inspirada en los gusanos de Worms, dando gritos de alegría cuando las cosas salen bien y no tanto cuando caen al abismo o se ahogan en un lago.

La premisa de World of Goo es simple, debes unir cuantas Goo Balls tengas para armar una estructura y llegar a un caño que absorbe las bolas restantes. Aunque empieza siendo muy simple, a medida que el jugador avanza, los escenarios se vuelven más complicados. No solo porque hay objetos como ruedas que destruyen lo que se ponga en el camino, sino porque la posición del caño en ocasiones es muy rebuscada y hay que crear edificaciones muy fuertes. Si estuviésemos creándolas con ladrillos tal vez sería una tarea fácil, pero como son bolas pegajosas, se complica un poco. Además al llegar a la tubería nos pide una cantidad determinada de Goo Balls y si usamos más de las que necesitamos tendremos que volver a empezar.

Pero el mérito de World of Goo no solo esta en haber sido desarrollado por un grupo de tres personas y rozar la perfección. Sino que de alguna manera a medida que pasan los niveles logra reinventarse a si mismo. Mientras que grandes compañías nos ofrecen juegos de largas horas de duración como Assassin’s Creed, que básicamente es el primer nivel multiplicado por diez. World of Goo consta de cinco capítulos con varios niveles cada uno. Cada uno ofrece un desafío de una dificultad mayor al anterior, pero el paso es muy equilibrado y mientras que siempre será un desafío, en pocas ocasiones se torna frustrante.

Pero la brillante jugabilidad no sería nada si no estuviese acompañado por unas físicas impresionantes, que hacen de World of Goo el juego que es. La consistencia de esas bolas pegajosas esta representada a la perfección. Y es que no solo las bolas responden bien a los cambios, sino que al chocar contra un molino se deshacen a pedazos o se pegan a las paredes al tocarlas. Además, no todas las Goo Balls son iguales, algunas se unen y se unifican con la forma (se vuelven inseparables), otras se pueden volver a separar y otras tienen mucho más peso y siempre caen. También hay otros elementos como cajas y globos que podemos utilizar para alcanzar nuestro objetivo.

A simple vista uno no diría que World of Goo es Indie. La calidad es sublime, y el estilo artístico único. Aunque algunos podrán decir que tiene aires de Worms, esta lejos de lo que era ese viejo clásico porque el estilo artístico es muy diferente. Durante el juego tiene unos gráficos simplistas de gran calidad y durante las cutscenes entre niveles parecería tener un arte parecido a películas de Tim Burton. Por otro lado, la música… ¡por Dios la música! No se puede decir nada que le haga justicia a la música que presenta World of Goo. Posiblemente la palabra “brillante” la describa bien, pero dudo que sea la palabra adecuada. Sí, tan buena es.

World of Goo se encuentra disponible para PC y para Wii. La versión de ordenador la puedes descargar desde el sitio oficial por $20. También se puede conseguir vía Steam. La versión de Nintendo Wii se puede encontrar en Wiiware. Aunque no se ha hablado nada al respecto, también se están pensando hacer versiones para Linux y Mac OS. ¿Qué sucede, no te gusta comprar tus cosas por Internet? Bueno, no desesperes ya que hay planes para sacar World of Goo en Europa como un juego retail y encima con contenido extra. Aunque no se sabe nada sobre el precio, es probable que sea bastante accesible.

En definitiva World of Goo es todo. Es lindo, simpático, revolucionador, divertido, gracioso, emocionante, atrapante y mucho más. Todo gracias a una jugabilidad simple e innovadora, unos gráficos hermosos y una música de otro mundo. Estos altos valores de producción nos hacen olvidar que este juego fue creado por no más de tres personas, pero ese detalle no debe ser olvidado. La industria de videojuegos hace millones anuales y no siempre entregan en calidad, mientras que estas personas que trabajan el doble y entregan brillantes productos apenas pueden recaudar el dinero para financiar su próximo proyecto. No debemos dejar pasar esta oportunidad para apoyar este lado de la industria que parece olvidado, o peor aún, ignorado. Haz lo correcto, compra World of Goo y disfrutalo, porque sin duda es uno de los mejores juegos del año.

Conclusión: Salteamos la dura labor de intentar explicar qué es World of Goo y nos dedicamos a decir simplemente: “Cómpralo o cosas malas te sucederán”.

Puntaje: 96%

Escrito por Tomás Garcia

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